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Estos argentinos crearon un asistente virtual que ayuda a prevenir el "burnout" del personal de salud

Wúru utiliza inteligencia artificial para optimizar el itinerario médico del paciente, liberando tiempo y recursos para evitar la sobrecarga de trabajo
15/08/2021 - 19:14hs
Estos argentinos crearon un asistente virtual que ayuda a prevenir el "burnout" del personal de salud

En 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció al burnout como trastorno mental en su Clasificación Internacional de Enfermedades. "En la década pasada, numerosos estudios indicaban que alrededor del 50% de los médicos sufrían de burnout y un tercio del personal de enfermería pensaba en cambiar de profesión por esta situación, lo que se ha agudizado con la crisis sanitaria del Covid-19", señala Luciano Tourn, cofundador y CEO de Wúru.

Actualmente, la situación en Argentina se ha vuelto alarmante: según la Asociación Argentina de Terapia Intensiva (SATI), el 88% del personal de salud de cuidados intensivos tienen signos de agotamiento. Además, de acuerdo con un estudio del Equipo de Investigación GPS Salud (Conicet, UBA, UAP, UA y UCES) el 90% de los trabajadores de salud del país admitieron sufrir episodios de depresión y ansiedad por el temor a contagiar de coronavirus a alguno de sus familiares y el 45% piensa que está a punto de estallar.

Esto tiene que ver, en parte, con la forma en que se toman las decisiones, algo que puede prevenirse utilizando la analítica de datos para generar mejores prácticas. Wúru surgió justamente para dar respuesta a ello. Es una empresa de analítica de datos que ofrece innovación, productividad y eficiencia de costos a prestadores de salud alrededor del mundo para garantizar que todas sus decisiones de gestión puedan ser tomadas basándose en evidencia.

La solución ya se utiliza con éxito en clínicas de nuestro país, además de Chile y España.
La solución ya se utiliza con éxito en clínicas de nuestro país, además de Chile y España.

Hay una estadística que dice que alrededor del 97% de todos los datos que generan los prestadores de salud no se utilizan para nada, permanecen cautivos dentro de los sistemas de gestión hospitalaria. ¿Para qué los usan en Wúru? Para lograr tres tipos de impacto: mejor margen para el hospital, mejor satisfacción para el equipo de salud y mejor experiencia para los pacientes.

"Lo que hacemos es eficientizar todo el proceso de atención, asegurándonos que no queden tiempos muertos en los equipos", explica a iProfesional el cofundador de la empresa.

"De esa manera, el hospital tiene un mayor retorno por el uso de la infraestructura tecnológica que posee. A su vez, eliminamos la sobrecarga cognitiva que afecta fuertemente al personal debido a no contar con criterios claros para priorizar una decisión, con Wúru obtendrán recomendaciones muy concretas basadas en datos empíricos. Por último, si bien el paciente no utiliza Wúru directamente, cuenta con el beneficio de una mejora en toda su experiencia de atención. Ya no tendrá que esperar, ni tener procedimientos cancelados, podrá obtener los resultados rápidamente e irse de alta cuando debe, sin tener que quedarse más tiempo en el hospital".

Cuando la necesidad da lugar a la idea

Los fundadores de Wúru son cuatro personas provenientes del sector sanitario, área en la que trabajaron en los últimos 10 años. "En mi caso, administraba una red de instituciones de salud en Rosario", cuenta Tourn. "Como parte de mi trabajo liderando ese grupo, construimos un hospital muy moderno, de 130 camas, en un lugar de 20 mil metros cuadrados: el Hospital Privado de Rosario. En ese momento me di cuenta de que lo estábamos administrando con poca evidencia, con poca cantidad de decisiones basadas en datos, de una forma bastante intuitiva. A partir de ahí surgió la idea de Wúru".

Se planearon tomar decisiones basadas en analítica de datos en los quirófanos. ¿De qué manera? "Importando, haciendo una extracción de todos los datos que había en las historias clínicas, en los sistemas de agendamientos quirúrgicos, en los sistemas de historias clínicas, en los propios equipos médicos", detalla. "Así podíamos entender si se están estimando las cirugías de manera correcta, si hay retrasos en las líneas quirúrgicas, si hay días en donde uno puede estimar un determinado número de cancelaciones y entonces hay que agendar más para mantener el quirófano utilizado y que no esté ocioso. A su vez, si hay determinados profesionales que tienen desvíos respecto a los tiempos estimados, quiénes son, cómo se pueden ajustar. Toda esa información analiza Wúru".

Cuando comenzó el proyecto, en 2018, no había sentido de la urgencia por parte de las instituciones de salud en apostar por los datos para optimizar las operaciones. "Pero el coronavirus cambió las reglas del juego", dice su CEO. "Por un lado, nos complicó porque los prestadores tienen situaciones financieras complejas dado el cambio en su modelo operativo: aumentaron mucho los gastos y el ausentismo del personal, la ecuación económica se les complicó. Por otro lado, les generó ese sentido de la urgencia que antes no tenían. Necesitaban sacar el máximo valor de sus instalaciones, capacidades y recursos. Hacerlo a través de la data fue algo en el que vieron el retorno y la oportunidad con mucha más claridad que antes de la pandemia".

Otro punto crítico fue la decisión de "por dónde empezar, las opciones eran muchísimas", dice el entrevistado. "Decidimos el quirófano por el hecho de que se trata de un área cerrada y, por lo tanto, tiene poca gestión y supervisión del lado del hospital. Además, el costo por hora ociosa del recurso es altísimo. El nivel de inversión que hay en activos, en infraestructura y en tecnología en el quirófano es más alta que en cualquier otra área del hospital".

Como contrapartida, es muy satisfactorio para los emprendedores ver el interés que genera la solución en quienes dirigen las instituciones. "El acceso que nosotros tenemos para poder hablarle a un gerente general, a un director médico, a un CEO, a un director de operaciones o administrativo es espectacular", destaca. "Ese es un gran aspecto positivo que no sé si pasa en todos los mercados del mundo".

La propuesta

En la década pasada, numerosos estudios indicaban que alrededor del 50% de los médicos sufrían de burnout y un tercio del personal de enfermería pensaba en cambiar de profesión por esta situación, lo que se ha agudizado con la crisis sanitaria del Covid-19. "La falta de datos que sirvan como insumo provoca que, en el día a día, el personal de salud se vea bombardeado con centenares de decisiones para las cuales no tiene suficiente evidencia para tomarlas", expone Tourn. Además, sigue, "durante años no existió una preocupación sobre cómo crear estrategias para lograr un equipo de trabajo productivo y satisfecho en el sector sanitario".

"Nuestra solución apunta a esto a través de un insumo que abunda y permanece sin explotar en el campo de la salud: los millones de datos que se generan diariamente en el itinerario de cada paciente, que Wúru recaba y analiza para recomendar acciones basadas en evidencia, permitiendo tomar las mejores decisiones durante todo el proceso de atención, ahorrando tiempo y recursos", asegura el vocero. Es decir, "el personal de salud cuenta ahora con pautas concretas de acción que entrega Wúru directamente en la palma de la mano, en los celulares, para que puedan tomar las mejores decisiones sin necesidad de perder tiempo buceando en datos, entendiendo gráficos o buscando reportes en las distintas áreas del hospital".

De Argentina para el mundo

Para Luciano es indivisible emprender y desarrollar nuevas ideas. "La manera académica o consultiva, la profundidad que eso tiene y el impacto que produce es una parte muy pequeña de lo que una idea puede generar, a diferencia de si es incorporada dentro de un emprendimiento, de una empresa", plantea. "Lo que genera el emprendimiento es el compromiso de la implementación de esas ideas, en un período extendido de tiempo. De esa manera se pueden ver los resultados, aprender aceleradamente, desarrollar la capacidad de entender las cosas que no funcionaron, mucho más que si uno plantea las ideas y se queda en ese estadio. Eso es lo que creemos en Wúru y lo que nos estimula a seguir emprendiendo".

Y agrega: "Nuestra visión es: desde Argentina para el mundo y siempre con una mirada muy puesta afuera que permita retroalimentarse de otros ecosistemas, de otras problemáticas que aceleran mucho las situaciones. Armar subsidiarias, vender afuera, exponernos a clientes del exterior, para mí eso es clave, pero la base sí puede estar en Argentina".

Según dice, "hay mercado para exportar lo que hacemos y es absolutamente necesario. Sabemos que la problemática del desperdicio de recursos en la prestación médica, la improductividad de muchos recursos es un problema global. Se calcula que entre el 20 y el 30% de todos los recursos que se ponen al servicio de la prestación de salud son desperdicio. Eso sucede tanto en sistemas de salud públicos como privados o mixtos, en países desarrollados y en vías de desarrollo. Es una temática absolutamente transversal a los sistemas, a los países". Hoy Wúru tiene clientes en Centroamérica, España y Chile.

Luego de la primera expansión en 2020, a España y Chile, en abril de este año cerraron una ronda de inversión y obtuvieron 800.000 dólares de un grupo de distintos inversores liderado por el fondo Kalei Ventures que invierte en startups de toda Latinoamérica. De cara al futuro, la empresa tiene dos grandes objetivos: "Primero, avanzar con el desarrollo de nuestro roadmap de producto. Básicamente, nosotros comenzamos en quirófanos, pero no es la única área que se puede optimizar. En segundo lugar, lo que sigue es ampliar nuestra cartera de clientes. Queremos multiplicar por 10 estos clientes, sobre todo en España, Chile y Centroamérica, que son nuestros mercados objetivo", dice.

El CEO de la empresa está convencido de que no hay manera de generar impacto si la empresa no es rentable. "Si no lo es, desaparece, no puede seguir operando. Tener una empresa rentable en tecnología lleva quizás muchos años y la confianza en un período extendido de tiempo de inversores atrás de una visión. Esa es la parte difícil, pero para mí son dos cosas indivisibles", concluye.