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Repartía pan en un auto prestado, emprendió y casi se funde, pero salió adelante y creó el negocio de sus sueños

Martín López se levantaba todos los días a las 4 de la mañana, tomaba el auto de su madre y mientras repartía pan, solo pensaba en tener su propia fábrica
28/11/2021 - 07:15hs
Repartía pan en un auto prestado, emprendió y casi se funde, pero salió adelante y creó el negocio de sus sueños

"Pensamos que era fácil fabricar prepizzas y casi vamos a la quiebra", Martín López pasó de repartir pan en una camioneta a montar su propia fábrica de panificados pero estuvo a punto de perderlo por qué no lograba resolver un problema de producción.

Martín López se levantaba todos los días a las 4 de la mañana, tomaba el auto prestado de su madre y mientras repartía pan, solo pensaba en tener su propia fábrica. Él no imaginaba que su sueño lo llevaría a distanciarse de uno de sus mejores amigos, de su hermano y de poner en juego todo lo que había invertido porque las prepizzas que elaboraba se ponían verdes a los pocos días.

Hoy Facilitas es una fábrica de panificados con casi 20 años en el mercado que no para de crecer. ¿Cómo lo logró?

Comienzos

Martín Ortíz, al igual que su padre, se dedicaba a la distribución de panificados a comercios pero su deseo era salir de ese rol y soñaba con trabajar en una empresa.

Comenzó de a poco, trabajando durante un año y medio con el auto de su madre hasta que fue mejorando y pudo comprarse su propia camioneta. El trabajo siguió aumentando hasta que obtuvo el reparto de una fábrica de panificados multinacional lo que significó un gran crecimiento.

Gracias a esto alcanzó una estabilidad económica, pudo bajarse de la camioneta y manejar la logística con empleados; pero Martín sentía que estaba para más. "Estaba aburrido y le parecía rutinario. Ahí ve la veta de las prepizzas", cuenta Fernanda Lanziani, su esposa.

"Las prepizzas son un monoproducto que se usan como un anexo en un reparto en caliente y no había necesidad de fabricar una línea entera. Faltaba el hueco por desarrollar y ya teníamos el canal de venta desarrollado", cuenta. Martín pensó que sería muy fácil, solo tenía que dedicarse a fabricar, pero pronto se dio cuenta subestimando los conocimientos necesarios.

Emprender

Para arrancar con la fábrica, Martín decide asociarse con un amigo. Alquilaron un galpón y a pesar de tener total desconocimiento de cuestiones de producción se asesoraron un poco y a los dos meses compraron las máquinas. El primero de enero de 2007 comenzaron a fabricar. Al poco tiempo de comercializar sus productos, comenzaron a tener un grave problema. "Teníamos un inconveniente con los conservantes y las prepizzas se ponían verdes, se vencían antes de tiempo", recuerda Martín. Esto generó que las ventas cayeran y los puso en una situación límite.

"Conseguíamos clientes y lo perdíamos, era desesperante", cuenta Martín.

Su amigo y socio había dejado su empleo para dedicarse a la empresa y las complicaciones tensaron su relación de amistad. Por esta razón, Martín decidió que lo mejor era separarse y asumir él el control de la empresa ya que aún contaba con los ingresos que le generaba su empresa de reparto.

Quedarse solo

Al separarse de su socio, Martín tuvo que enfrentarse a todos los problemas por su cuenta. Para solucionar el problema de producción, buscó mudar la fábrica ya que el ambiente podría ser el causante. Pero no contaba con capital por lo que buscó un pequeño galpón donde retomar la producción. A los 15 días volvió a aparecer el mismo inconveniente.

"Recuerdo una imagen muy nítida de estar llorando al lado de las máquinas. Me daba cuenta de que tenía que cerrar" cuenta Martín. A pesar de poder continuar viviendo con las ganancias que generaba su reparto, sentía que cerrar Facilitas era un fracaso personal y eso lo frustraba. Cuando estaba a punto de quebrar, un proveedor le dio la solución a su problema. "Me ofreció una máquina rociadora de conservante y a partir de ahí todo comenzó a funcionar", explica Martín.

Abandona la distribuidora

Su cabeza estaba en la fábrica y por esta razón se empezaba a descuidar a la distribuidora, que significaba un ingreso seguro. Todo lo que ganaba allí lo invertía en Facilitas. "Me di cuenta que con las dos cosas no podía seguir. Mi desafío era la fábrica. Entregué los repartos a los empleados como indemnización y me dediqué de llenó", cuenta Martín.

Al poco tiempo su hermano y su padre se quedaron sin trabajo tras el incendio de una de las fábricas de tapas de empanadas más grandes del país para quienes ellos realizaban la distribución. "Mi hermano me pidió permiso para usar mi marca y de esa forma empezamos a producir tapas de empanada y pascualinas marca Facilitas", explica Martín. En esta ocasión pudieron aprovechar la experiencia que habían vivido con las prepizzas y el arranque fue mucho más fluido, sin problemas logrando comercializar un buen producto.

Conflicto familiar

A pesar de no enfrentar problemas económicos, Martín comenzó a tener problemas con su hermano.

"Los dos tenemos personalidades muy fuertes. Nos peleábamos por cosas mínimas como una taza sucia en la cocina. El ambiente de trabajo era menos saludable", recuerda. El límite llegó cuando tuvieron una discusión fuerte frente a uno de sus empleados y por esta razón decidieron separarse. Martín optó por quedarse con las máquinas para seguir con la fábrica por su cuenta pero asumiendo una deuda con su hermano que tardó 1 año y medio en pagar. "Fue muy difícil porque yo ya no contaba con los ingresos de la distribuidora", explica.

Un apoyo necesario

Esta nueva etapa significaba un esfuerzo constante durante el cual no podía bajar los brazos, pero por suerte no estaba solo. "Martín es una persona que cuando se le mete en una idea en la cabeza nadie lo para", reconoce su esposa Fernanda. "Ella es mi apoyo fundamental, y me dejó de retar porque ella es la que me baja la cabeza y me frena y me acompaña todos los días", cuenta Martin y agrega: "Mi mujer es la que me da una visión de afuera, al estar sin socio es fundamental".

Competir por precio

Martín cuenta que la mejor arma de publicidad que tiene Facilitas es su precio. "Al no invertir en publicidad los precios bajos nos dan la posibilidad de que la gente pruebe los productos y se dé cuenta de que la calidad no se vincula al precio sino que es muy superior".

Necesidad de crecer

El objetivo de Facilitas es el de seguir creciendo día a día y a su propio ritmo. Por esta razón hace un tiempo mudaron su fábrica, asumiendo el costo y el riesgo que conlleva, para tener una planta de producción más grande y esto les está permitiendo incorporar constantemente productos nuevos como son los panes de semillas, pastas, piononos y bizcochuelos. "No hay otro secreto que ensuciarse, embarrarse y meterse todos los días a fondo. Saber adonde vas apuntado y no bajar los brazos", Martín

La historia de Martín es el resultado de alguien que lucha por sus sueños y que no se deja rendir por los tropiezos y dificultades. "Hace 10 años me levantaba las 4 de la mañana para repartir pan y ahora que mi sueño de la fábrica es una realidad, me emociona porque le dediqué muchos años de mi vida"

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