Qué le compra y le exporta Argentina a Rusia, el país que inició una guerra y puso al mundo en vilo
La irrupción de los tanques del ejército ruso en las calles de Kiev, capital de Ucrania, vehículos blindados de 44 toneladas de peso, 7,2 metros de largo y 3,59 de ancho que alcanzan 60 km/h, desató lo previsible: una escalada bélica de las partes en conflicto y el uso cotidiano de las palabras sanciones económicas que tienen como objetivo penalizar a un estado a través de barreras comerciales, aduaneras y provocando restricciones a las transacciones financieras.
Estas sanciones llegan en un momento de afianzamiento de las relaciones comerciales entre la administración de Alberto Fernández y Vladimir Putin.
Un repaso del intercambio comercial entre Argentina y Rusia indica que en el año que acaba de finalizar, el intercambio comercial con Rusia fue de US$ 1.331 millones, lo que significó una mejora del 71% interanual.
La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) precisó, a través de un informe, que "luego de la fuerte caída durante 2019 y un menor retroceso en 2020, el comercio bilateral se recompuso, destacándose la compra de vacunas para realizar un programa de vacunación masiva contra la Covid-19, y en 2021, el intercambio comercial se ubicó en valores semejantes a 2018 y 2015, pero bastante por debajo de los años récord 2013 y 2014", refirió la entidad.
Qué le venden Ucrania y Rusia a Argentina
Las planillas Excel oficiales del INDEC muestran que nuestro país obtuvo un saldo favorable de la balanza comercial con las dos naciones en conflicto, durante el año 2021 en la comparación con un año atrás, que en el caso de Rusia alcanzó los 26.818 millones de dólares mientras que el intercambio con Ucrania fue favorable en torno a los 769 millones de dólares.

Precisamente, el intercambio comercial con Ucrania es menor que el ruso, pero la Cancillería nacional había logrado impulsar la venta de cortes de carne desde septiembre de 2020 en plena pandemia de Covid-19. El anuncio había corrido por cuenta del Senasa quien informaba que la Argentina había logrado reabrir la exportación de carne bovina al mercado ucraniano.
Según informes del Palacio San Martín, nuestro país le vende a Ucrania vinos, granos y pescado al tiempo que la embajadora nacional, Elena Mikusinsiki, estaba promocionando el país como un destino turístico atractivo para los ucranianos con deseos de viajar zonas alejadas de Europa.
Por su parte, Argentina compra de Ucrania repuestos industriales, insumos para la industria petrolera y eléctrica.
Con Rusia hay más oportunidades comerciales
Pero, es en el caso de Rusia donde se hallan más oportunidades comerciales. El reporte de la CAC sostiene que "en el caso de Rusia, las exportaciones de Argentina hacia ese país fueron por u$s680 millones, lo que marcó un incremento del 11% interanual, y entre los principales productos exportados se encontraron la manteca (8% del total) y maníes sin cáscara, incluso quebrantados (7,7%). En tanto, las importaciones desde Rusia alcanzaron los u$s651 millones, significaron una expansión del 292% interanual, y las principales fueron vacunas para medicina humana acondicionada para la venta por menor con el 26,4% del total de las compras desde aquel destino, y el fosfato monoamónico, con el 16,3%".
Antes que el conflicto estallara el embajador argentino en Moscú, Eduardo Zuain, había logrado compromisos del Fondo Ruso de Inversión Directa, para que las compañías rusas participaran en la modernización de vías ferroviarias y de material rodante en la Argentina. Además, de contemplar inversiones en rubros como el petróleo, la industria química, los servicios financieros y el sector eléctrico.

Los directivos de la Cámara de Comercio Argentino-Rusa decían, hasta el 22 de febrero, un día antes del comienzo de las hostilidades, que se buscaba superar los 1.800 millones de dólares de intercambio comercial superando los niveles del primer gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Rusia, la puerta de emergencia que se puede cerrar por la guerra
La apuesta por el mercado ruso de la administración de Alberto Fernández para reducir la dependencia de los Estados Unidos puede quedar en entredicho según el desenvolvimiento de los acontecimientos en la península de Crimea.
Para el embajador Zuain, los compromisos no se pondrán en riesgo y basa su premonición en la extensa historia que tiene el país con la nación euro-asiática.
La histórica relación entre Rusia y Argentina
La historia diplomática entre las dos naciones tiene 135 años. Se establecieron desde antes de la Revolución de Octubre de 1917 que llevó a los bolcheviques al poder. Pero basta resaltar un solo período de nuestra historia para comprender porque la lejana Rusia siempre fue una salida en momentos graves de la economía nacional.
En plena Guerra de Malvinas, con la Argentina gobernada por un régimen de facto, violador sistemático de los derechos humanos y profundamente anti comunista en su ideología política, se estuvo a escasos días de pedir asistencia militar a la antigua URSS en plena guerra fría con los Estados Unidos. Los dirigentes de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), leían con asombro las declaraciones de algunos implacables generales anti comunistas como Ramón Camps, explicando en la televisión nacional, la necesidad de intentar un acuerdo con la URSS ante el desplante estadounidense para activar el TIAR.

El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) del año 1947 había representado un logro de la diplomacia del gobierno de Juan Domingo Perón, que previamente debió ceder ganancias en otros terrenos como el económico, pero que obligaba a los Estados Unidos a defender todo el territorio americano, inclusive las islas Georgias y Sandwich del Sur y las Islas Malvinas, de ataques de terceros países provenientes de otros continente. Por ejemplo, el Reino Unido.
Como sostuvo el periodista Rogelio García Lupo en "Diplomacia secreta y rendición incondicional "…Buenos Aires siempre discute con Estados Unidos". Galtieri, en los meses previos a la guerra, había afirmado en Washington el alineamiento incondicional de su gobierno con los Estados Unidos en su cruzada frente al comunismo pero ni bien iniciada la contienda por Malvinas, quedó claro que Estados Unidos y sus aliados no iban a cumplir con el TIAR de seguridad continental americano. El desplante puso a la Argentina al borde de una alianza militar con los soviéticos.
Alianza que no prosperó en materia de armamento pero que sí lo hizo en materia económica. La Argentina de 1982 vivía con una inflación del 150% anual, mal endémico a esta altura del país, desempleo que llegaba al 15 % de su población activa y con fuertes deudas adquiridas en el exterior bajo la experiencia monetarista de José Alfredo Martínez de Hoz, pero con un cliente que le aseguraba colocar su cosecha agraria. Rusia. En 1981, el 80% de las exportaciones de trigo argentino, fueron a los puertos rusos y el 88 % del maíz tuvo el mismo destino. Ese comercio no se cortó ni siquiera por las profundas diferencias ideológicas de los dos regímenes que gobernaban entonces.
El gobierno argentino mira hacia el Este
La Unión Europea está al este de nuestro país pero la administración de Alberto Fernández y Cristina Fernández piensa afianzar las relaciones con países más al este del río Rin. Fundamentalmente China y Rusia.

El investigador Salvador Scarpino del sitio de análisis de relaciones internacionales ocipex.com señalaba que la relación se profundizó durante el año 2014 producto del conflicto en la península de Crimea. "El gobierno argentino de Cristina Fernández manifestó la inaceptabilidad de la doble moral en la política internacional por parte de algunos países occidentales u organizaciones internacionales, las cuales apoyan la posición ucraniana en torno al principio de integridad territorial y sancionan a Rusia pero no hacen lo mismo respecto al mismo principio sobre la cuestión Malvinas y la disputa de Argentina con el Reino Unido al que no sancionan".
Luego de esta decisión Cristina visitó Moscú para dialogar con Putin, en abril de 2015, y se firmó una Declaración Conjunta entre ambos para establecer una asociación de carácter estratégico e integral entre los dos países para desarrollar sectores como energía, acuerdos entre YPF y Gazprom; energía atómica; comercios y servicios e infraestructura, entre otros.
El periodista argentino Nicolás Trinchero se encuentra radicado en Rusia ejerciendo el periodismo y desde allí nos comenta "intensificar el vínculo con Rusia será de gran beneficio para Argentina. Tienen mucha experiencia en temas científicos, tecnológicos y en ingeniería civil. Por ejemplo, Moscú ha sido conectada, en los últimos años, con tres aeropuertos a través de líneas ferroviarias de última generación un proyecto que se me ocurre podría replicarse en nuestro país para unir rápidamente Buenos Aires con el aeropuerto internacional de Ezeiza. Rápidamente en Rusia se proyectan grandes obras a gran escala que podrían pensarse, también, para el desarrollo de la Argentina".
Para Scarpino de ocipex.com "debemos retomar, fortalecer y materializar acuerdos en sectores estratégicos con potencias como Rusia las cuales nos garanticen dar un salto tecnológico para diversificar nuestra matriz productiva agroexportadora y nuestra matriz energética para sustituir importaciones.
Al comienzo de su misión diplomática el sitio agendaperonista.com.ar le preguntó a Eduardo Zuain por el intercambio comercial y sostuvo: "Nosotros exportamos unos 650 millones de dólares al año y además importamos por 240 millones. El Presidente es consciente de ello y seguro me va a pedir una mirada especial en esto porque es un mercado potencial".
La guerra en Ucrania abre un nuevo escenario donde, una vez más, Alberto Fernández, deberá hacer equilibrio entre posturas que parecen irreconciliables.