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"Yo lo maté y escondí el cuchillo": el macabro plan familiar para quedarse con una herencia millonaria

En el plan participaron la pareja, sus dos hijos y un sicario. Detalles de una investigación que terminó con la condena a perpetua para los participantes
12/10/2022 - 17:57hs
"Yo lo maté y escondí el cuchillo": el macabro plan familiar para quedarse con una herencia millonaria

El 16 de noviembre de 2017, cuando recibió la trágica noticia, Erica Schupbach estaba en Buenos Aires. Su tío, Vicente Maillo (62), había sido asesinado. Del otro lado del teléfono, Susana Reina (58), pareja de la víctima, le contaba que el reconocido comerciante de Río Gallegos había sido atacado a puñaladas cuando intentó defenderse de un robo dentro de su casa. A ella la habían golpeado y maniatado. Llorando, decía que no había podido defenderlo.

Pocas después, ya en la capital santacruceña, Erica comenzó a dudar del relato de Susana. "En el velorio vimos que no tenía marcas de que la hubieran golpeado y atado. También nos preguntamos cómo podía ser que los tres perros que tenían no hubieran ladrado para alertar a los vecinos. Empezamos a detectar contradicciones", explica la sobrina de Maillo a iProfesional.

Las dudas no eran sólo de la familia de Maillo. La Policía advirtió en la escena del crimen cosas que no cerraban. Las imágenes de las cámaras de seguridad habían desparecido. También las de los locales. Todo, incluso el relato de la supuesta víctima, parecía armado.

Una cámara de un vecino mostró que, antes del asesinato, Susana le había abierto la puerta a un joven. Fue el punto de partida de una investigación que terminó con la condena a perpetua de la pareja del comerciante, sus dos hijos, José (38) y Luis (27) -a los que Maillo les había dado su apellido- y el sicario que viajó desde Pilar para cometer el asesinato.

El fiscal, la querella y los jueces que firmaron el fallo consideraron que el móvil del crimen fue económico. Cansado de que faltara dinero en sus locales y que su hijo menor dilapidara su plata con una vida de lujo en Buenos Aires, Maillo había decidido correr a su familia de los negocios y controlar los gastos de Luis. "Le corto los víveres, se le terminó la joda", le escucharon decir testigos que declararon durante el juicio.

El temor de Susana y sus hijos era que las represalias no terminaran ahí y se extendieran al destino de la herencia de Maillo: $20 millones en plazos fijos (más de u$s1 millón a la cotización del blue de ese momento), propiedades y una caja fuerte con -al menos-otros 90.000 dólares.

Vicente Maillo fue asesinado en noviembre de 2017

Huevos revueltos, somníferos y el rol de la suegra de Maillo

Tres días después del crimen, con la versión del robo ya derrumbada, la familia de Maillo fue detenida. Entre los arrestados también figuraba María del Carmen Espiritoso (83), madre de Reina, quien confesó haber contratado a un sicario cansada de los maltratos que sufría su hija a manos de comerciante.

También detalló que la noche del asesinato le preparó a su yerno unos huevos mezclados con pastillas de alplax para que no pudiera defenderse. La autopsia confirmó que la víctima tenía restos de sedantes y que fue atacada mientras dormía.

La jubilada intentó desligar al resto de su familia del plan criminal, ya que por su edad recibiría prisión domiciliaria. Pero su plan no funcionó. Murió antes de que se realizara el juicio, por lo que la acción penal contra ella se extinguió.

Susana y sus hijos estuvieron en el banquillo de los acusados en un debate oral que arrancó en 2021. Los acompañó Christian Etchebarne, autor material del crimen, detenido en la localidad bonaerense de Campana meses después del homicidio.

Nueva confesión: "Yo lo maté y escondí el cuchillo"

En el primer día del juicio, la pareja de Maillo cambió su versión. "Yo lo maté y escondí el cuchillo detrás de la heladera", confesó. Además, aseguró que sufría violencia psicológica, económica y física. La mujer insistió con su versión durante la posterior reconstrucción realizada en la casa del crimen, ubicada en Zapiola y Corrientes. Contó que la madrugada del 16 de noviembre Etchebarne fue a su casa para cobrar una deuda que tenía su hijo Luis. Ella le abrió la puerta y le entregó u$s11.000 que había retirado de la caja de seguridad de su pareja.

Dijo que cuando Etchebarne se fue, Maillo le preguntó con quién había estado hablando, la insultó y le pegó una patada. Su reacción fue ir hasta la cocina a buscar un cuchillo y atacar a su pareja cuando estaba sentado en la cama. "Le di dos puñaladas y después lo seguí apuñalando en el piso. Lo apuñalé, lo apuñalé, lo apuñalé", aseguró.

En marzo, Susana Reina, José y Luis Maillo y Christian Etchebarne fueron condenados a perpetua por el crimen

Susana aseguró que luego se ató las manos con cinta scotch y esperó a que llegara su hijo Luis, quien había viajado desde Buenos Aires en el Audi A4 que le había regalado su papá. "Entraron a robar", le mintió, según relató ante la Justicia. 

Los policías que participaron de la reconstrucción encontraron un cuchillo detrás de la heladera, pero las pericias determinaron que no coincidía con el que fue utilizado para matar al comerciante. La Justicia consideró que la escena había sido montada y que la mujer buscaba desvincular a sus hijos.

En esa estrategia pesaba, una vez más, la disputa de la herencia.

Las condenas: cómo fue el plan criminal

El 25 de marzo del año pasado, Susana Reina, José y Luis Maillo y Christian Etchebarne fueron condenados a perpetua por la Cámara Oral de Santa Cruz. Todos siguen detenidos. 

Los jueces consideraron que existió un "acuerdo familiar entre Espiritoso, Reina y los hijos José y Luis, con un interés común que era netamente económico y, ante que se pierdan los privilegios, la vida holgada, la vida fácil y los bienes a heredar se concreta el plan criminal".

Esa decisión habría sido tomada al descubrir que Maillo tenía decidido terminar la relación con Susana tras un viaje a Cancún que no llegó a realizar. Testigos contaron que, aunque era una persona muy reservada, había contado que su familia le robaba dinero de los negocios y que su hijo menor gastaba más de u$s1.000 por semana en fiestas y lujos en lugar de avanzar con sus estudios en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).

En el plan para matar a Maillo participaron la pareja, sus dos hijos y un sicario

Fue así que contrataron Etchebarne, quien mantenía una relación con la novia de Luis. En base a distintas evidencias, los jueces determinaron que el sicario llegó a Río Gallegos un día antes del crimen y fue junto al menos de los Maillo a buscar ropa a la casa de su hermano José.

La madrugada del 16, tras un intento fallido por la presencia de un barrendero, ingresó a la casa de la víctima luego de que Susana le abriera la puerta. Adentro estuvo entre 10 y 15 minutos. Las cámaras lo tomaron luego caminando por la Avenida Kirchner y poco más tarde en una parada de taxi, con otra ropa. Finalmente regresó a Buenos Aires en avión.

Un nuevo juicio por la herencia de Maillo

La sentencia fue un pequeño respiro para Petra y Gloria, hermanas de Vicente. También para Érica, que en su condición de sobrina y abogada asumió la representación de la querella. Ese día llevó puesto el anillo que su tío le había regalado cuando se graduó en la Universidad de La Plata. "Me lo había comprado en un viaje a Europa. Somos una familia de gente trabajadora y yo fui la primera universitaria. Fue algo muy especial", recuerda en diálogo con iProfesional.

Tras las condenas, su batalla judicial continúa en el fuero civil, donde su familia reclamó desheredar a los hermanos Maillo. "El juez dice que quiere esperar a que la sentencia esté firme, porque los condenados apelaron el fallo. Pero el Código Civil marca que eso no es necesario", se queja Érica.

Al haber sido adoptados por Maillo, José y Luis son los herederos naturales. Sin embargo, la legislación argentina establece que no pueden hacer uso de ese beneficio por haber sido parte del plan para asesinar a su padre. "Agravio contra el causante", es la figura que fundamenta el pedido de Érica para desheredarlos.

Ese habría sido el pilar de la estrategia de Susana para adjudicarse el crimen: lograr que sus hijos fueran absueltos y pudieran seguir administrando los bienes de la víctima.

Por el momento, los bienes de Vicente Maillo son administrados por la Justicia.

La disputa por el apellido Maillo

Los herederos, según el reclamo de la querella, pasarían a ser las hermanas del comerciante y un sobrino, hijo del hermano mayor de los Maillo, ya fallecido. "No es una cuestión de dinero. Lo que pedimos es que mi mamá y mi tía, que tan mal la pasaron, puedan cerrar una etapa", señala la abogada de la familia.

Por el momento, los bienes de la víctima son administrados por la Justicia. Los intereses obtenidos por las renovaciones de los plazos fijos son utilizados para los gastos de mantenimiento de la casa del comerciante, los dos locales que continúan cerrados desde el asesinato, otras propiedades en Río Gallegos y un departamento en Buenos Aires.

La herencia no es el único eje de disputa. La familia Maillo inició una demanda para exigir que los condenados no puedan seguir usando el apellido del comerciante.

El reclamo es encabezado por el sobrino de la víctima, el único de sus primos que lleva el apellido de la familia iniciada por Ana Delia Cárcamo y Ernesto Maillo, los inmigrantes que abrieron su primer almacén en Río Gallegos en 1945.

"Mi primo tiene hijos y no quiere que se siga usando el apellido asociado a un caso así. Todos conocen a nuestra familia por los años de esfuerzo y de trabajo. Por eso los vecinos fueron tan cariñosos con mi tío al despedirlo", concluye Érica.

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