Bocinas, gritos, llantos, risas. Un sinfín de sensaciones estallaron en los hogares de los millones de argentinos que durante más de dos horas y media estuvieron frente a los televisores esperando el final de un partido infartante.

En todas las ciudades de la Argentina se siente el desahogo, y los hinchas caminan por las calles hacia las plazas centrales como hacía mucho tiempo no lo hacían, con una sonrisa en la cara y compartiendo la misma alegría.

En el Obelisco, apenas se pateó el último penal, ya eran ciento de personas las que esperaban para celebrar. El número es incalculable, aunque se puede ver una muchedumbre celeste y blanca que se mueve de arriba abajo en un salto infinito.

También en las principales plazas de las grandes provincias hay una marea albiceleste que no para de festejar: Córdoba, Rosario, Mendoza, Bahía Blanca, entre cada punto del interior que celebra y celebra con lágrimas en los ojos. Todos por la misma emoción.

Cómo siguen los festejos

Por ahora, nadie quiere irse a sus casas. Siguen los gritos, la unión que hacía mucho no se sentía. "En Argentina nació, tierra de Diego y Leonel", la canción que acompaña a todos. Tampoco faltan los fuegos artificiales, las trompetas, los bombos, y algún que otro mensaje para Brasil, eterno rival, o los recuerdos de Maradona, que debe estar mirando desde el más allá.

Mientras esta fiesta sigue, y con miles de argentinos que gritarán hasta que las gargantas se callen, en Qatar, tras los festejos, la Selección tomará un vuelo chárter para regresar al país.

Todo el país celebrando el triunfo de la Selección.

Se espera que el lunes a la tarde lleguen a Ezeiza y de ahí se desplegará una gran caravana de recibimiento de los jugadores. No se sabe cómo será el recorrido pero se espera que todo el país se paralice. Todos quieren celebrar y se espera que "Buenos Aires no duerma".

Ciento de personas festejan en plazas y calles del país.