Laureano Pardo, conocido artísticamente como "Lauro", hoy está basado en Estados Unidos y se desempeña como productor y compositor musical, carrera en la que ha logrado destacarse a nivel internacional y que lo ha llevado a trabajar con reconocidos artistas como Oriana Sabatini, Thalía, Sebastián Yatra, Mariah Angeliq, Kenia Os, Arcángel, Rombai, Marama, Myke Towers, MYA, ROBI, Luis Figueroa, Agapornis, entre otros.

Nació el 6 de septiembre de 1989 en Buenos Aires, pero a los tres meses de vida se mudó a Montevideo, Uruguay.

"Desde niño estuve vinculado a la música", cuenta a iProfesional. "Mi abuelo fue creador una de las murgas más grandes en Uruguay llamada Don Bochinche y Compania; luego mi papá, músico, compositor y productor, me enseñó muchas cosas, las buenas y las no tan buenas sobre la música. Mi padrino era bajista de Gilda. Todos ellos hicieron que tenga un buen legado con la música".

Sobre la escena musical argentina, considera que es una de las mejores del mundo. "Argentina siempre tuvo estrellas y leyendas musicales, y hoy hay artistas increíblemente talentosos", asegura. Lauro ha trabajado y lo hace aún hoy con varios artistas del país como Jimena Barón, Oriana Sabatini, Agapornis y MYA. "Y este año, voy a estar viajando para estar con otros", cuenta.

De Uruguay a Miami: empezar desde cero

En Uruguay, Lauro tenía su propio estudio y produjo a todos los artistas de la escena local. Pero hace 3 años surgió la oportunidad de mudarse a Miami.

Conocido artísticamente como Lauro, en Estados Unidos se desempeña como productor y compositor musical

"Rombai, el artista el cual era productor desde el 2016, había firmado contrato con Sony Music Us Latin en 2019. Entonces me tocó viajar para producir, componer y grabar. Cuando vi la industria musical de Miami, la música, los estudios y otros productores, artistas y compositores, me encantó cómo funcionaba", cuenta a iProfesional.

Una vez allí, se inclinó por conocer artistas, productores y compositores nuevos. "Tuve que empezar desde cero en una ciudad nueva, con proyectos y acompañando a grandes productores, pero al ser una industria tan grande, el techo se ve lejos", dice. Hoy es productor musical y compositor de artistas como Oriana Sabatini, Mariah Angeliq, Kenia Os, Luis Figueroa, Arcangel y JD Pantoja.

Para Lauro, ser productor en otro país "es bueno y también a veces diferente, porque todo es nuevo y bonito, pero también tenés que aprender cómo es la escena en cada país, sus costumbres musicales, sus raíces. Todo eso es muy importante para entender cómo es la cultura musical de cada artista. En mi caso, me ha abierto muchas puertas, como trabajar con Thalía y el equipo de Marc Anthony".

La música en EE.UU.: una industria seria

En términos de negocio, cuenta que "es totalmente diferente cómo se mueven los contratos, los términos, las condiciones y los acuerdos en América del Sur que en Estados Unidos". Para él, una vez establecido, y con entendimientos de la diferencia a nivel de estructura del negocio, fue todo más fácil económica y laboralmente.

"También aquí se valora mucho más el trabajo de un productor. Se le paga mejor a todos los involucrados, se hacen mejores acuerdos y toman muchísimo más en serio tu trabajo. Hay un respeto mucho más grande a los creadores de una canción, desde los compositores, los autores, los productores, los ingenieros de mezcla, los ingenieros de master, los A&R, los equipos. Aquí esto no es un juego, es una industria, y se toma con el respeto y seriedad que necesita para ser de la magnitud que es a nivel mundial", expresa el artista.

"Aquí se valora mucho más el trabajo de un productor", asegura

Y agrega: "En América del Sur es más difícil para los artistas encontrar un sostén económico y/o sellos discográficos que financien su carrera musical. Muchas cosas se manejan de forma informal, muchas veces se hacen acuerdos sin contratos".

En Estados Unidos, según el último informe de la RIAA, la industria musical en 2022 generó más de 15.000 millones de dólares en ingresos, contando ventas y stream digitales, y ventas físicas. De esa cifra, 1.100 millones de dólares son generados por música latina grabada. Esa cantidad es de explotación comercial y consumo, sin contar otras grandes fuentes de ingresos que hay para los artistas, como, por ejemplo, derechos de autor por composición.

Para concluir, Lauro plantea que los detalles del acuerdo pueden variar dependiendo cada situación particular, "pero siempre se busca que todos estemos felices. Al final del camino, hay dos cosas importantes: hacer música y que sea beneficioso para todos, a nivel de desarrollo y negocio".