El Ministerio de Salud de la Nación emitió una alerta en el país por el aumento de una bacteria que produce faringitis y que ya causó 118 infecciones y 16 muertes a lo largo del año 2023.

El Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS) indicó que la infección invasiva es causada por el microorganismo Streptococcus Pyogenes en toda la nación.

De los individuos afectados, 16 perdieron la vida. Las provincias que registraron la mayor cantidad de casos confirmados acumulados durante el año 2023 fueron Buenos Aires (35), Santa Fe (20), Chubut (10) y Tierra del Fuego (10).

Las variantes de Streptococcus del grupo A tienen la capacidad de traspasar la integridad de la piel mediante heridas y lesiones dérmicas, pudiendo desencadenar erisipela o inflamación de los tejidos subcutáneos. El estreptococo del grupo A puede generar una infección en el músculo y la fascia, dando lugar a miositis y fascitis necrotizante, generalmente después de un traumatismo leve, y potencialmente desencadenando un síndrome de shock tóxico.

Según el comunicado más reciente, el Ministerio de Salud ha estado llevando a cabo la vigilancia de esta bacteria desde 2018.

"Es la causa más frecuente de faringoamigdalitis aguda en los chicos", detalla Ana Cofre (M.N.117.124), docente de la materia Otorrinolaringología de la Facultad de Medicina de la UBA.

La faringitis bacteriana tiene diversos síntomas a los que prestar atención

La afección más común ocasionada por esta bacteria es la faringitis bacteriana o estreptocócica, aunque también es frecuente que provoque infecciones cutáneas como el impétigo o la celulitis. Aproximadamente, una de cada 100 infecciones presenta complicaciones. "De hecho, las infecciones más graves, como la neumonía o el síndrome de choque tóxico, son extremadamente poco comunes. Con un tratamiento adecuado de antibióticos, el 99,9% de las amigdalitis y las escarlatinas se resuelven sin dificultad", destaca Cofré. 

Cuál es el grupo más afectado

En ese marco, hay un dato del informe que se destaca: la población con más riesgo de contraerla son los menores de 10 años.

"Los niños menores de 10 años representan el grupo de edad más afectado. Reportan que el aumento observado puede reflejar un inicio temprano de la temporada de este tipo de infecciones coincidiendo con un aumento de la circulación de virus respiratorios y del riesgo de que se produzcan coinfecciones víricas, lo que puede aumentar a su vez el riesgo de desarrollar una enfermedad invasiva por estreptococos del grupo A", alerta el comunicado del ministerio de Salud.

El riesgo de infección invasiva entre la población general es bajo en la actualidad. 

Cómo evitar infecciones por estreptococo A

"Las infecciones causadas por Streptococcus pyogenes son altamente contagiosas. La transmisión puede ocurrir a través de gotitas en el aire, contacto de las manos con secreciones nasales o con objetos o superficies contaminadas con las bacterias, contacto de la piel con lesiones contaminadas o con alimentos contaminados", detalla la especialista en otorrinolaringología.

Las variantes de Streptococcus del grupo A tienen la capacidad de traspasar la integridad de la piel mediante heridas y lesiones dérmicas, pudiendo desencadenar erisipela o inflamación de los tejidos subcutáneos. El estreptococo del grupo A puede generar una infección en el músculo y la fascia, dando lugar a miositis y fascitis necrotizante, generalmente después de un traumatismo leve, y potencialmente desencadenando un síndrome de shock tóxico.

La población con más riesgo de contraer la faringitis bacteriana es la menor de 10 años

Cuando consultar al médico por estreptococo A

Los indicadores que requieren una consulta médica son la presencia de una fiebre elevada persistente durante más de tres o cuatro días, dificultad para respirar constante, vómitos persistentes, somnolencia excesiva o la aparición de áreas extensas enrojecidas en la piel o manchas que no desaparecen al ser presionadas.

¿Hay vacunas contra el estreptococo A?

La creación de vacunas contra Streptococcus pyogenes se ha enfrentado a dificultades de índole científica, regulatoria y comercial, lo que ha obstaculizado su avance. "Es evidente que existe una necesidad urgente de mejorar las estrategias de salud pública para prevenir la transmisión de enfermedades por estreptococo del grupo A, particularmente entre las poblaciones vulnerables", concluye la doctora Cofré.