Son graciosos y tiernos, pero además hacen bien, dicen de los animales los especialistas en Terapias Asistidas con Animales (TAA), una disciplina que utiliza caballos, perros, gatos y en algunos países hasta delfines, para tratamientos de pacientes con problemas motrices o con patologías que los afecta en el plano social, emocional y cognitivo. En Argentina, por su eficacia, cada vez toma más relevancia de la mano principalmente de la equinoterapia y la perroterapia.

La terapia asistida con animales parte del concepto de que es la interacción entre el animal y el paciente, ya sean niños o adultos, la que contribuye a la mejora. Se utilizan para ayudar a personas de una variedad de entornos que van desde instituciones de salud hasta hogares de ancianos, prisiones e incluso en territorios en guerra.

Four Paws, por ejemplo, es una ONG internacional con sede en Viena (Austria) dedicada al bienestar animal, que lleva años desarrollando un programa en diferentes países de Europa del Este y que actualmente está teniendo especial relevancia en Ucrania por la guerra con Rusia desatada a principios de 2022. Allí, con su programa de Intervención Asistida con Animales (IAA), Four Paws ayuda con perros a quienes regresan heridos o traumatizados psicológicamente de la zona de combate o a familias reubicadas que tuvieron que abandonar sus hogares y trasladarse al centro de Ucrania.

"Nuestros perros de terapia actúan como guías entre psicólogos y pacientes, creando una atmósfera de confianza y relajación. Su presencia ayuda a los pacientes a sentirse seguros y a abrirse, lo que es esencial para la comunicación y la rehabilitación", explica Viktoriia Habryk, psicóloga práctica de Four Paws.

Terapia asistida con animales en Argentina

En Argentina también se han implementado programas de Terapia Asistida con Animales con resultados positivos. Por ejemplo, en la ciudad de Buenos Aires existe el Programa de Intervenciones Asistidas con Animales (IACA), que brinda atención a diversas poblaciones en situación de sufrimiento subjetivo, como enfermedades crónicas, problemas graves de salud mental y situaciones de vulnerabilidad psicosocial.

En Paraná, un grupo de profesionales ha iniciado el proyecto Tacanino, que busca implementar actividades asistidas por perros y desarrollar terapias en la región. Otros lugares como Saladillo, Mar del Plata y Ushuaia también han incorporado terapias asistidas con animales en sus programas de rehabilitación y atención integral a diversas poblaciones.

Bocalán lleva entregados más de 40 perros de asistencia, perros que ellos mismos entrenan

¿Cómo es la terapia asistida con perros?

En el barrio porteño de Villa Luro (Ciudad de Buenos Aires) funciona desde hace 12 años Bocalán, una Asociación Civil que trabaja con perros en las terapias que se llevan a cabo en su propio consultorio y en hospitales o centros de salud (ya sea públicos o privados), pero también los entrenan y entregan a niños con autismo o con algún tipo de movilidad reducida.

Isidora, Banjamina, Osita, Torino, Aretha, Gaita y Pompeii son los siete perros miembros del staff de Bocalán y cada uno está entrenado para ser parte del proceso terapéutico. "Trabajamos con labradores y con goldens por las características genéticas que tienen estos perros que hacen que el trabajo sea muchísimo más sencillo, tanto para entrenar como para manos inexpertas que luego van a recibir un perro", remarca a iProfesional Margarita Ziade, psicomotricista y CEO Bocalán. Además, destaca que, salvo alguna alergia, la terapia asistida con perros no tiene contraindicaciones.

Para Ziade, es importante remarcar que no es que el perro tenga un atributo puntual que modifique la salud de las personas, sino que es su presencia la que colabora a que las personas realicen con mucho más placer las actividades propuestas por el equipo terapéutico.

"El perro va a ser esa figura amigable que va a generar el interés por parte del chico para ir a la su terapia porque, claro, es más divertido ir a trabajar con un perro que con una persona. En este sentido, el perro puede ser parte de la actividad o puede ser el premio por haber realizado la actividad", explica.

En Bocalán además se entrenan y entregan perros de asistencia para niños menores de 10 años diagnosticados con autismo y a personas con algún tipo de discapacidad física. Los perros están entrenados para mejorar la inserción del niño y su familia a la vida social y para que las personas con discapacidad tengan una mayor autonomía en su vida diaria.

Se entregan en comodato a través de tres programas: sponsor, solidario y familia partner.

• En el Programa Solidario el perro y su entrenamiento no tienen costo, pero sí hay costos relacionado al trabajo para entregar el perro que; costo que por el contexto inflacionario del país, la CEO de Bocalán prefiere no adelantar temiendo quedar desactualizado.
• En el Programa Sponsor la familia tiene que buscar una empresa, padrinos o donantes particulares que le cubra los costos de entrenamiento del perro que equivale a unos u$S11.000.
• En el Programa Familia Partner, la familia tiene los medios económicos para poder costear y entregarles el perro.

"El proceso para todos es el mismo, se realiza una entrevista de aplicación para entender si es viable o no entregarles un perro de asistencia para luego seguir con todo el proceso. Los perros son siempre de la asociación de modo que podamos velar por su bienestar", detalla.

¿Cómo es la terapia asistida con caballos?

El caballo es otro de los animales más utilizados para terapias tanto de niños como de adultos. Su marcha proporciona un movimiento tridimensional y rítmico que colabora para mejorar el equilibrio, la coordinación, la postura y la fuerza muscular de las personas con discapacidades físicas. Pero además, explican desde Equinoterapia Alaia, la interacción con el caballo, el seguimiento de instrucciones y la participación en tareas relacionadas con el cuidado del animal promueven el desarrollo cognitivo y la concentración; además de reducir el estrés y resultar una actividad lúdica. "Este tipo de tratamiento es muy beneficioso para patologías como T.E.A; patologías motoras, síndrome de Down, trastornos de ansiedad y epilepsias", detalla a iProfesional Mirna Pilar Lombardo, directora de Alaia

La equinoterapia aun no está inlcuida en el nomenclador de salud por lo que las obras sociales y prepagas no la cubren

La equinoterapia, refuerza Florencia Gibson de equinoterapia Ranquel, es un tratamiento alternativo y complementario a otras terapias para personas con discapacidades físicas, psíquicas, sensoriales, problemas de salud mental, de adaptación social o trastornos emocionales. "La equinoterapia emplea como elemento terapéutico la relación del paciente con el caballo, tanto en la monta como en pie a tierra", explica Gibson, psicóloga social diplomada en equinoterapia del Centro de equinoterapia Ranquel de Berazategui (Provincia de Buenos Aires).

Los tratamientos se realizan de manera semanal y casi individuales salvo que la sociabilización sea unos de los temas a trabajar y entonces sí se intenta que el paciente comparta pista. "Las mejoras son notables, tanto físicas como emocionales. Es muy gratificante ver cuándo por ejemplo un niño llega al centro caminando encorvado o sin hablar y que después de unos meses logra una postura más derecha o lo escuchas hablando y socializando con otros nenes. El caballo es magia, son unos bichitos hermosos que ayudan realmente", dice Gibson quien además obtuvo hace unos 5 años su título de profesora de equitación.

En Ranquel donde tienen 5 caballos y el valor del tratamiento asistido con caballo ronda los $20.500 mensuales, aunque, aclara Gibson, tienen algunos pacientes que con un recurso de amparo lograron que su prepaga les cubra el tratamiento. "El problema es que aún la equinoterapia no está contemplada en el nomenclador de salud por lo tanto se les dificulta mucho a las familias que las obras sociales o prepagas le cubran esta terapia que finalmente la tienen que afrontar de manera particular", comenta Gibson.

En Alaia el tratamiento se realiza según los requerimientos de la orden médica, también generalmente con frecuencia semanal y su valor hoy ronda los $50.000, aunque aclara Lombardo, tienen un programa de becas y ayudas económicas para las familias que su obra social no les cubre o no llegan a pagarlo de forma particular.

Aunque la equinoterapia y sus beneficios están muy difundidos no existe aún una ley nacional relacionada, aunque sí hay en el Congreso un proyecto de la diputada Gabriela Lena que incluye a la equinoterapia dentro de las prestaciones médicas obligatorias (PMO).

¿Cómo es la terapia asistida con gatos?

La gatoterapia es una terapia realizada con gatos cada vez más utilizada por tratarse de animales tranquilos y silenciosos que con su ronroneo ayudan a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión.

Con turno abre la puerta de un departamento que tiene para que niños y adultos disfruten de la compañia de sus 11 gatos 

En Café con gatos adopciones y delicias, un espacio human friendly de la zona del Abasto en la Ciudad de Buenos Aires, once gatitos reciben con café y algo rico para comer a personas con ganas de acariciarles el lomo, darles pollo y dejarlos dormir en su falda. El objetivo de este espacio es que sencillamente quien por alguna razón no pueda tener un gato, tenga un espacio donde jugar y compartir un lindo momento con ellos. "Y así, sin querer, terminamos ofreciendo un espacio de gatoterapia porque las personas salen reconfortadas, felices queriendo volver. Vienen chicos con depresiones severas que, según sus padres, solo cuando vienen a jugar y a estar con los gatos los ven sonreír", dice a iProfesional Diana Capasso, una de las socias fundadoras del lugar.

Eso sí, aclara, Café con gatos no es un cat café, ni un restaurante ni ningún tipo de negocio gastronómico, es un departamento con jardín abierto al público. "Sí les vamos a servir algo para merendar, pero como cortesía para que tomen algo mientras están con los gatitos".

Como el lugar es pequeño y la demanda constante, Café con gatos se maneja exclusivamente con turnos, además, explica Capasso, porque los gatos también se estresan y necesitan su tiempo para dormir. La visita dura una hora y el costo es $3.000 durante la semana o $3.500 sábados o domingos