Desconcierto en la NASA: qué encontraron cuando abrieron la cápsula con restos de un asteroide
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Tras siete años de viaje espacial, volvió a la Tierra una cápsula de la NASA con un valioso tesoro en su interior. Se trata de material prístino del asteroide Bennu que está en una sonda, el que promete proporcionar información única sobre la formación del Sistema Solar hace aproximadamente 4.500 millones de años.
La cápsula, perteneciente a la sonda OSIRIS-Rex (cuyas siglas corresponden a Origins-Spectral Interpretation-Resource Identification-Security-Regolith Explorer), aterrizó exitosamente el pasado 24 de septiembre. Desde entonces, los expertos de la NASA han estado trabajando arduamente para recolectar la muestra vital y asegurar su integridad y pureza.
Sin embargo, los científicos se han encontrado con un desafío al intentar abrir el contenedor que guarda las muestras de polvo y rocas provenientes del asteroide Bennu.
Con qué se encontraron los científicos de la NASA
La recolección de la muestra traída por la misión OSIRIS-REx de la NASA desde el asteroide Bennu está experimentando un avance más lento de lo anticipado debido a la sorprendente abundancia de material.
Al retirar la tapa del recipiente científico de la cápsula, se encontró una mayor cantidad de material de la esperada. Esto ha llevado a que el proceso de desmontaje de la cabeza TAGSAM (Mecanismo de Adquisición de Muestras Touch-and-Go), que contiene la mayoría del material del asteroide, comience de manera más cuidadosa y metódica, según la NASA.
Cuando la sonda recogió el material en el espacio hace tres años, los científicos esperaban encontrar algo de material de asteroide fuera de la cabeza de TAGSAM, ya que observaron partículas que escapaban lentamente de ella antes de ser almacenada.
Sin embargo, la cantidad real de partículas oscuras que recubren el interior de la tapa del recipiente y la base que rodea el TAGSAM "es incluso mayor de lo que habían previsto".
"El mayor ‘problema’ que podemos tener es que hay tanto material que se está tardando más de lo que esperábamos en recolectarlo", dijo en un comunicado Christopher Snead, jefe adjunto de curación de OSIRIS-REx, del Centro Espacial Johnson de la NASA.
"Hay mucho material abundante fuera del cabezal TAGSAM que es interesante en sí mismo. Es realmente espectacular tener todo ese material ahí", agregan.
Se estima que hay 250 gramos de polvo Bennu esperando dentro de la cabeza TAGSAM, pero tomará un poco más de tiempo para abrirse, dice desde la NASA.
Qué se podrá obtener de las cápsulas
"Tenemos todas las técnicas microanalíticas que podemos aplicar a esto para realmente secuenciarlo, casi hasta la escala atómica", dijo Lindsay Keller, miembro del equipo de análisis de muestras OSIRIS-REx del Centro Johnson.
La investigación rápida utilizará varios instrumentos, incluido un microscopio electrónico de barrido (SEM), mediciones infrarrojas y difracción de rayos X (XRD), para obtener una mejor comprensión de la muestra.
El SEM ofrecerá un análisis químico y morfológico, mientras que las mediciones infrarrojas deberían proporcionar información sobre si la muestra contiene minerales hidratados y partículas ricas en materia orgánica.
La difracción de rayos X es sensible a los diferentes minerales de una muestra y proporcionará un inventario de los minerales y quizás una indicación de sus proporciones.
Durante las próximas semanas, el equipo de curación trasladará la cabeza TAGSAM a una cámara de manipulación especializada diferente donde llevarán a cabo el complejo proceso de desmontaje para finalmente revelar la muestra a granel que contiene.