Lee Jae-yong está acusado de manipular artificialmente los precios de las acciones durante la fusión de dos filiales de Samsung —Cheil Industries Inc. y Samsung C&T Corp.—, en 2015. Según el caso, el alto ejecutivo infló el valor de la primera y devaluó el de la segunda para fortalecer su control sobre Samsung C&T a través de su participación del 23,2% en Cheil.

De esta forma, la fusión, en la que se ofrecieron tres acciones de Samsung C&T por una acción de Cheil, generó pérdidas a los tenedores de papeles de Samsung C&T.

Los fiscales también exigieron que se le imponga una multa de 500 millones de wones (unos $385.000).

Está previsto que el tribunal emita una decisión el 26 de enero, poniendo fin a un juicio que ha durado más de tres años.

El propio Lee negó la afirmación de los fiscales y aseguró que la fusión era parte del plan más amplio del gigante tecnológico para hacer sus subsidiarias más competitivas.

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El presidente ejecutivo de Samsung también está acusado de estar involucrado en una trama de fraude contable de 3.900 millones de dólares en Samsung Bioepis, una empresa biofarmacéutica del grupo que es filial de Cheil Industries.

Lee Jae-yong es nieto del fundador del Grupo Samsung, Lee Byung-chul. Asumió formalmente el control del holding en 2020, después de la muerte de su padre Lee Kun-hee debido a un ataque cardíaco.

En 2017, Lee Jae-yong fue acusado de pagar sobornos a empresas asociadas con la expresidenta surcoreana Park Geun-hye. En enero de 2021 fue condenado a dos años y seis meses de prisión, pero se contabilizó el año que ya llevaba en prisión.