"Me reuní con el secretario de Hacienda y la subsecretaria de las Provincias para delinear todas las partidas provinciales que se recortarán inmediatamente si alguno de los artículos económicos es rechazado", escribió el ministro de Economía. Y aclara: "No es una amenaza", si no sólo la confirmación de que "vamos a cumplir con el mandato que nos ha dado la mayoría de los argentinos para equilibrar las cuentas fiscales".

No se trata de la única declaración de este tipo que surgió desde el Gobierno, ya que el vocero presidencial Manuel Adorni venía de advertir que se le quitaría capacidad a los bancos provinciales.

Milei no descartaría reemplazar a uno de sus ministros
Milei no descartaría reemplazar a uno de sus ministros por filtrar información "de manera maliciosa".

Ambas posturas surgen en un momento delicado, ya que más de un gobernador no descarta la idea de implementar cuasimonedas en su jurisdicción, si Milei concreta el recorte de transferencias discrecionales previsto.

De una ambiciosa Ley ómnibus, a una "Ley furgoneta": por qué Caputo dinamitó el acuerdo

A la confusión generalizada que invade al gobierno de Javier Milei, se le suma la incontenible verborragia de algunos de sus funcionarios, que tienen la cintura política de un pollo excedido de peso. Ayer, el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, dinamitó el acuerdo en diputados que conducía a la Ley ómnibus a obtener la media sanción en la Cámara de Diputados entre hoy y mañana.

Convengamos que, es cierto, llamarla "ómnibus" a estas alturas resulta pretencioso. Podría ser la ley combi, o la ley furgoneta. Los legisladores de los bloques opositores dialoguistas, la fueron desgastando, quitando artículos, modificando otros, y evidentemente, no es la perfección absoluta en materia de lo que Economía necesita para realizar el potente ajuste fiscal que pretende.

Pero, por otro lado, es mucho más que lo que hoy tiene. Y durante la ausencia del presidente, su ministro de Economía y su jefe de Gabinete, durante la estancia de todos en Davos, un proyecto que permanecía empantanado en la Cámara Baja, comenzó a ver la luz por obra y gracia de la intervención de alguien que hoy parece totalmente imprescindible en el gobierno: el consultor político Santiago Caputo.