En plena tensión con los gobernadores por el reparto de fondos de coparticipación, el presidente Javier Milei adelantó que firmará un decreto con el fin de traspasar el manejo de los fondos fiduciarios al ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo.

Se trata de una nueva dosis de poder para el titular de la cartera económica, que recientemente comenzó a hacerse cargo de Infraestructura (área que dejó de ser ministerio tras la salida de Guillermo Ferraro).

Fondos fiduciarios: el "súper ministro" Luis Caputo

La nueva gestión está convencida de eliminar este tipo de instrumentos que durante años se utilizaron para financiar distintos proyectos, con dinero que nunca se incluyó en el Presupuesto aprobado por el Congreso.

"Son todas cajas negras de la política. Eso hay que terminarlo. Eso pone muy nervioso a muchos. Hay muchos agentes de la política que viven de eso", había dicho el propio Milei en entrevista televisiva.

Según explicó el vocero presidencial Manuel Adorni en más de una de sus ruedas de prensa diarias, son más de 30 los fondos fiduciarios detectados tras una serie de auditorías.

La pregunta que surge tiene que ver con por qué el Ejecutivo nacional no erradica estas herramientas. Lo cierto es que la firma del Presidente sólo alcanza para eliminar 9 de ellas, pero para el resto, necesita una ley que el Poder Legislativo debería aprobar previamente.

Por decisión de Javier Milei, Luis Caputo se hará cargo de los fondos fiduciarios del Gobierno.

Además, algunos de estos fondos actualmente se emplean para obras de infraestructura y están en pleno desarrollo.

El traspaso de fondos fiduciarios profundiza la guerra con gobernadores

El vocero presidencial, Manuel Adorni, colocó su voz más grave posible para realizar el anuncio de "...eliminar fondos fiduciarios que representan medio punto del PBI, unos 2.000 millones de dólares", y, agregó "vamos a terminar con estas cajas".

Sin embargo, el verbo eliminar, por más contundente que suene, no parece ser el correcto para explicar los planes de la administración de Javier Milei, porque, al igual que con los desechos urbanos, nada se pierde y todo se transforma.

Y esas "toneladas de pesos o kilos de dólares según el cambio" quedarán bajo la custodia del Tesoro Nacional de Luis "Toto" Caputo.

Los demonizados fondos fiduciarios, catalogados como "cajas que utilizan a discreción los políticos de la casta", según las voces libertarias consultadas, se nutren de recursos dinerarios o de bienes transferidos a entidades bancarias que actúan como fiduciarios, para que administren esos fondos millonarios en beneficio de organismos del Estado que representan el agente fiduciante.

Una práctica que en el sector privado se conoce como fideicomiso, pero que en el caso de dinero público se denomina fondo fiduciario.

Se trata de una herramienta financiera creada a mediados de la década del ‘90, durante el auge de la Convertibilidad de Carlos Menem y Domingo Cavallo, y cuyo funcionamiento es relativamente simple.