Desde 2016, el colectivo Más Río Menos Basura ha estado llevando a cabo una iniciativa anual para abordar la creciente preocupación por la contaminación en la ribera del río Paraná. Este esfuerzo, que reúne a voluntarios comprometidos, ha surgido como una respuesta directa a la necesidad de concienciar sobre los desafíos ambientales y promover acciones sostenibles. La semana pasada, el colectivo presentó los resultados de su última campaña, correspondiente a la edición 2023, revelando una vez más la preponderancia del plástico como uno de los principales desechos recolectados.

Durante esta iniciativa, que contó con la participación de poco más de un centenar de voluntarios, se llevaron a cabo actividades de recolección y clasificación de residuos a lo largo de las playas del Camping Municipal, Costa Alta y la zona de la Rambla Catalunya. En un lapso de pocas horas, se logró reunir una cantidad significativa de desechos, suficiente para llenar siete contenedores.

Es importante destacar que el objetivo de esta jornada no se limita a la mera limpieza de la ribera, sino que busca generar conciencia sobre la importancia de preservar el ecosistema del río Paraná y su entorno. Además, se busca impulsar la adopción de políticas públicas que fomenten prácticas de producción y consumo más responsables y sostenibles.

Entre los desechos más comunes recolectados se encontraron botellas de bebidas, principalmente en formato descartable, seguidas de bolsas de alimentos, snacks y golosinas. También se destacó la presencia de vasos y vajilla descartable, con las cucharitas como elemento principal. Aunque en menor cantidad, se registró un número significativo de colillas de cigarrillos, que, a pesar de su volumen reducido, representan un riesgo considerable debido a su alta toxicidad.

La responsabilidad de las empresas

Es relevante mencionar que, a pesar de la diversidad de desechos recolectados, se identificó una tendencia constante en la presencia de marcas reconocibles entre los residuos. Empresas como Coca Cola, Grupo Arcor, Pritty SA, PepsiCo y Produnoa figuraron entre las principales responsables de la producción o comercialización de productos cuyos envases terminaron en las riberas del río Paraná en Rosario, según consignó el portal El Ciudadano Web.

El plástico, en particular, emergió como uno de los principales desafíos ambientales, no solo en esta campaña, sino a nivel global. Según destacaron representantes de Más Río Menos Basura, el plástico se ha convertido en un contaminante omnipresente que afecta tanto a los ecosistemas como a la salud humana. Estudios recientes han demostrado la presencia de microplásticos incluso en la placenta humana, lo que subraya la urgencia de abordar esta problemática de manera integral.

Desde 2016, el colectivo Más Río Menos Basura lleva a cabo una iniciativa anual para abordar la creciente preocupación por la contaminación en la ribera del río Paraná

Además, investigaciones realizadas en la región han evidenciado los efectos devastadores de la proliferación de plásticos en la fauna local, con un aumento alarmante de encuentros tóxicos entre animales y desechos plásticos. El aumento exponencial del consumo de plástico en los últimos años ha exacerbado aún más esta situación, con consecuencias catastróficas para el medio ambiente.

En respuesta a estos desafíos, Más Río Menos Basura ha formulado una serie de demandas y propuestas dirigidas a las autoridades locales. En primer lugar, instan al Ejecutivo Municipal a aplicar de manera efectiva las ordenanzas existentes que buscan regular el uso de plásticos descartables. Asimismo, abogan por la promoción de alternativas sostenibles, como la reutilización de envases y la adopción de prácticas de consumo más responsables.

En última instancia, hacen un llamado al Concejo Municipal para que retome la discusión sobre nuevas normativas destinadas a reducir significativamente el uso de plásticos descartables en la ciudad de Rosario. En un momento en que la crisis ambiental alcanza proporciones alarmantes, es imperativo tomar medidas concretas para proteger nuestro entorno natural y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.