La ciencia reveló si se puede entrenar el cuerpo para dormir menos
En el vertiginoso mundo actual, donde las jornadas parecen insuficientes, la idea de reducir las horas de sueño para ganar tiempo durante el día, ya sea para trabajar o disfrutar de algún otro tipo de actividad, se ha vuelto una tentación para muchos. Sin embargo, la pregunta clave es: ¿es realmente posible entrenar al cuerpo para necesitar menos descanso? La ciencia del sueño ofrece una respuesta clara: probablemente no.
¿Se puede entrenar al cuerpo para dormir menos?: qué dice la ciencia
Un artículo publicado en Popular Science aborda esta cuestión, citando a la Dra. Elizabeth B. Klerman, profesora de neurología en el Hospital General de Massachusetts y la Facultad de Medicina de Harvard, quien explica que los dos factores principales para determinar las cuestiones del sueño son la genética y la edad, que marca la cantidad de sueño que necesitamos. Por lo general, los bebés, los niños pequeños y los adolescentes requieren más sueño que los adultos para un correcto crecimiento y desarrollo.
La Dra. Klerman es enfática al afirmar que "no hay evidencia de que el estilo de vida pueda influir en la necesidad de sueño". Es fundamental distinguir entre las personas que duermen poco de forma natural, como por ejemplo aquellas que funcionan correctamente con seis horas de sueño o menos, y aquellas que dependen de despertadores, café u otros estimulantes para sobrellevar el día. Estas últimas, según la Dra. Klerman, "no están obteniendo suficiente sueño". Si bien se puede desarrollar una tolerancia a la privación del sueño, esto no significa que realmente se necesite menos descanso.
La mayoría de las personas necesitamos entre siete y nueve horas de sueño por noche para funcionar de manera óptima. Dormir menos de lo necesario conduce a un pensamiento lento, tiempos de reacción más lentos y puede aumentar el riesgo de problemas de salud a largo plazo. Por lo tanto, dentro de lo que permita nuestra agenda, es crucial escuchar a nuestro cuerpo. Intentar forzarnos a adoptar un modo de sueño corto es una batalla perdida. La Dra. Klerman, citando al científico del sueño Till Roenneberg, compara esta práctica con "detener una lavadora en medio del ciclo de centrifugado: ¿por qué alguien haría eso?".
En resumen, la ciencia nos indica que no podemos modificar nuestra necesidad biológica de sueño. Si bien existen estrategias para optimizar la calidad del descanso, como mantener horarios regulares, crear un ambiente propicio para dormir y evitar estimulantes antes de acostarse, intentar reducir drásticamente las horas de sueño puede tener consecuencias negativas para nuestra salud y bienestar. Priorizar un descanso adecuado es fundamental para un rendimiento óptimo y una vida saludable.
Cinco claves para dormir mejor y de manera reparadora
Es importante tener en cuenta que estos hábitos se deben incorporar a la rutina, algo que lleva tiempo, y se debe tener paciencia para que puedan impactar y dar resultados. De acuerdo a un artículo titulado "The effects of improving sleep on mental health (OASIS): a randomised controlled trial with mediation analysis", que fue publicado en The Lancet, estos son algunos de los cambios que podrían ayudar a mejorar la calidad del sueño.