Seis restos de cocina que son oro para tus plantas de interior y exterior

En Argentina y en todo el mundo, el desperdicio de alimentos es un problema creciente. Cada año, millones y millones de toneladas de residuos de comida son generados en el planeta, y la mayoría de ellos terminan en vertederos, a pesar de que muchos de estos desechos pueden convertirse en valiosos aliados para tu jardín, contribuyendo a la salud de tus plantas y al cuidado del medio ambiente. El compost, que es el abono casero que tanto bien le hace a la tierra, mejora la estructura y la salud del suelo con su carga de materia orgánica. Si bien el proceso de compostaje tradicional puede ser largo, desde un mes hasta un año, lo cierto es que muchos restos de la cocina se pueden usar directamente en la huerta o el jardín, casi sin preparación.

Residuos de cocina que sirven para hacer compost fácil y rápido

Un artículo del sitio estadounidense Popular Science explica cómo reutilizar desperdicio de alimentos que pasan a diario por las cocinas argentinas para transformar esos restos en abono o utilizarlos directamente en el jardín, en una práctica sostenible y efectiva. Estos "desperdicios" pueden enriquecer el suelo, proteger a tus plantas de plagas y reducir la cantidad de basura que generamos.

• Cáscaras de huevo: calcio para tus plantas

Las cáscaras de huevo, ricas en calcio, son un excelente suplemento para tus plantas. En el jardín, las cáscaras trituradas actúan como una barrera contra babosas y caracoles. Aunque no previenen la pudrición apical en tomates, sí mejoran la textura del suelo y liberan calcio lentamente.

• Borra de café: abono y acondicionador natural

La borra de café, lejos de ser un desecho, es un fertilizante orgánico suave. Contiene nitrógeno, potasio y fósforo, nutrientes esenciales para las plantas. Además, mejora la estructura del suelo, aumentando su capacidad de retener agua y aire. Para un compostaje óptimo, mézclala con materiales ricos en carbono, como hojas secas o papel.

• Cáscaras de banana: potasio para flores y frutos

Las cáscaras de banana son una fuente rica en potasio, crucial para el desarrollo de flores y frutos. A medida que se descomponen, liberan lentamente este nutriente en el suelo. También atraen lombrices beneficiosas, que airean el suelo y mejoran su estructura. Otra opción es macerar las cáscaras en agua durante una semana para obtener un "agua de banana" rica en potasio, y luego utilizar ese agua para regar.

• Cáscaras de naranja: repelente natural de plagas

Las cáscaras de naranja, con su fuerte aroma cítrico y limoneno, repelen gatos y plagas como pulgones y hormigas. A medida que se descomponen, aportan nutrientes al suelo. Para acelerar el proceso, hay que cortarlas o secarlas y triturarlas hasta obtener un polvo.

• Cáscaras de frutos secos: mulch y barrera contra plagas

Las cáscaras de frutos secos, como las de nuez, almendra o maní, sirven como mulch natural, reteniendo la humedad del suelo y regulando la temperatura. También actúan como barrera contra plagas y mejoran el drenaje en macetas. Tené cuidado con las cáscaras de nuez, ya que contienen juglona, un compuesto que puede inhibir el crecimiento de algunas plantas.

• Agua de cocción: nutrientes para tus plantas

El agua de cocción de huevos o verduras contiene minerales valiosos, como calcio. Después de cocinar, dejá que se enfríe y úsala para regar tus plantas de interior o exterior.

Beneficios de usar restos de cocina en tu jardín

• Reducción de residuos: Disminuís la cantidad de basura que va a parar a los vertederos.
• Abono natural: Enriquecés el suelo con nutrientes esenciales para tus plantas.
• Protección contra plagas: Repelentes naturales como las cáscaras de naranja y huevo protegen tus plantas.
• Mejora de la estructura del suelo: Restos como la borra de café y las cáscaras de huevo mejoran la textura y la capacidad de retención de agua del suelo.
• Práctica sostenible: Contribuís a un estilo de vida más ecológico y respetuoso con el medio ambiente.
• Al reutilizar estos restos de cocina, no solo mejorás la salud de tu jardín, sino que también contribuís a un planeta más limpio y sostenible.