• 9/5/2025

León XIV asume en Roma con un reto terrenal: salvar las cuentas en rojo del Vaticano

El nuevo Papa, León XIV, hereda un Vaticano con graves problemas financieros, incluyendo un déficit millonario y un fondo de pensiones en crisis
09/05/2025 - 10:01hs
León XIV asume en Roma con un reto terrenal: salvar las cuentas en rojo del Vaticano

El inicio del pontificado de Robert Francis Prevost —León XIV— ha estado marcado por la especulación en torno a su orientación ideológica. Se espera que defina pronto su postura respecto de temas que generaron debate durante el mandato de Francisco I: la sinodalidad, las bendiciones a matrimonios del mismo sexo, el acceso a los sacramentos para personas divorciadas, el celibato sacerdotal y el posible rol de las mujeres como diáconos. Pero, más allá del plano doctrinal, el nuevo Papa enfrenta un desafío urgente y terrenal: ordenar las finanzas del Vaticano, hoy inmerso en un profundo desorden económico.

La herencia económica que dejó Francisco

Durante los 12 años del pontificado de Francisco I, el Vaticano atravesó un proceso de reformas para mejorar la supervisión y la transparencia de sus cuentas. Sin embargo, varios frentes críticos siguen abiertos. Según un artículo de The Wall Street Journal, el déficit presupuestario de la Santa Sede creció bajo su liderazgo y el fondo de pensiones enfrenta un pasivo millonario.

En septiembre de 2023, el propio Francisco envió una carta a sus cardenales solicitando "un mayor esfuerzo" para alcanzar el equilibrio fiscal y reducir los gastos. En otra misiva posterior, advirtió sobre la delicada situación de la Caja de Pensiones del Vaticano. Informes periodísticos incluso llegaron a hablar de una institución "al borde de la bancarrota".

Déficit persistente y caída de ingresos

Según La Repubblica, en 2023 el Vaticano registró un déficit operativo de 83 millones de euros, cinco más que el año anterior. Las perspectivas no son alentadoras debido al estancamiento de las donaciones.

Respecto del fondo de pensiones, las cifras varían, pero todas coinciden en señalar un agujero grave: The Pillar estimó que el pasivo no financiado alcanzaba los 1.500 millones de euros hace una década, mientras que Reuters habló de un déficit de 631 millones en 2022.

Donaciones y museos, dos pilares en crisis

Francisco también intentó revertir la caída de ingresos. Poco antes de su internación final, ordenó la creación de una Comisión de Donaciones para la Santa Sede. El objetivo: ampliar el flujo de fondos que llega por medio de ofrendas y aportes privados.

En paralelo, la pandemia golpeó duramente la recaudación por entradas a los museos vaticanos, otro sostén clave.

En 2024, el Vaticano informó ganancias por 45,9 millones de euros en inversiones, pero los ingresos por donaciones se mantuvieron limitados. En 2023, el Óbolo de San Pedro —el fondo que reúne las ofrendas para el Papa— recaudó 52 millones de euros, frente a un gasto total de 109,4 millones. Es decir, los números siguen en rojo.

El rol central de Estados Unidos

Uno de los datos más relevantes es el origen de las donaciones. En 2023, Estados Unidos fue el principal contribuyente, con 13,6 millones de euros (el 28,1% del total). Le siguieron Italia, con 3,1 millones, y Brasil, con 1,9 millones. La Iglesia estadounidense no solo cuenta con una de las mayores poblaciones católicas del mundo, sino también con una poderosa estructura económica.

Según estimaciones citadas por BBC, las parroquias de EE.UU. recaudaban en 2015 cerca de 8.500 millones de euros anuales. The Economist fue más allá: calculó que la Iglesia estadounidense podría representar hasta el 60% de la riqueza global del Vaticano. De allí que sea habitual que sus aportes financien obras centrales, como las reformas en la Basílica de San Pedro o la Universidad Gregoriana.

Una relación a recomponer

Durante el pontificado de Francisco I, la relación con los sectores más conservadores de la Iglesia estadounidense fue tensa. León XIV, nacido en el barrio de Bronzeville en Chicago, podría tener una ventaja estratégica: conoce bien la cultura y las dinámicas eclesiásticas de su país natal.

Su desafío será doble: recomponer el vínculo con esos sectores y, al mismo tiempo, atraer nuevos flujos de fondos para aliviar las finanzas vaticanas.Entre Roma y Washington La reciente elección del nuevo pontífice coincidió con la celebración de la American Week, una tradicional semana de recaudación de fondos organizada por influyentes sectores católicos de EE.UU.

"Esta sala podría recaudar mil millones para ayudar a la Iglesia. Siempre y cuando tengamos al Papa adecuado", deslizó un participante anónimo citado por The Times. El tiempo dirá si León XIV logra o no ese objetivo. Pero al menos cuenta con un activo intangible a su favor: su origen estadounidense.