Elon Musk detalla su plan para colonizar Marte: robots humanoides, Starship y conexión vía Starlink

Elon Musk, CEO de SpaceX y Tesla, reveló nuevos detalles sobre su ambicioso plan para iniciar la colonización de Marte, con una primera misión tentativa para fines de 2026. En una presentación difundida a través de la red social X (propiedad del propio Musk), el empresario, que acaba de renunciar a su puesto en el gobierno de Estados Unidos, estimó en un 50% las probabilidades de alcanzar el planeta rojo durante la próxima ventana de alineación planetaria entre la Tierra y Marte.

Esta oportunidad, que ocurre cada dos años, se considera ideal para realizar trayectos interplanetarios más eficientes. SpaceX pretende aprovechar ese momento para demostrar la viabilidad de su cohete Starship, el más grande y potente jamás construido.

Según los planes presentados, los primeros en pisar Marte no serán humanos, sino robots humanoides desarrollados por Tesla. Estas máquinas viajarán a bordo de Starship con la misión de establecer una base preliminar en lugares ya seleccionados por la compañía. Durante la presentación, SpaceX incluso mostró imágenes de los robots recreando la icónica fotografía de los obreros en una viga de acero durante la construcción de un rascacielos en Nueva York, en un guiño simbólico al inicio de una nueva era constructiva, esta vez, en otro planeta.

La instalación de esta base no se concretaría antes de 2030. En los años previos, se prevén varias misiones para transportar materiales y validar la tecnología. Uno de los objetivos centrales del programa es garantizar la supervivencia futura de la humanidad mediante la creación de una civilización multiplanetaria.

Starlink como puente entre planetas y un cohete más grande y reutilizable

Musk destacó que los satélites de Starlink, el sistema de internet satelital de SpaceX, jugarán un rol clave al conectar las comunicaciones entre la Tierra y Marte. La empresa se ha propuesto tener ese enlace operativo para 2033.

El plan de Musk depende en gran parte de la nueva generación del sistema Starship, diseñado específicamente para misiones de larga distancia. El vehículo consta de dos etapas: el propulsor Super Heavy y la nave Starship propiamente dicha. Según lo anunciado, la próxima versión será aún más grande que la actual, alcanzando los 72,3 metros de altura y con una capacidad de empuje de 8.240 toneladas, gracias a sus motores Raptor 3.

Starship, por su parte, medirá 52,1 metros, podrá transportar 1.550 toneladas de propelente y generar un empuje de 1.600 toneladas. Las mejoras incluyen motores más livianos, lo que permitirá una mayor carga útil, y un diseño que prescinde de escudos térmicos tradicionales, reduciendo peso y aumentando la eficiencia.

La reutilización de estos cohetes será esencial para la viabilidad económica del programa. Musk afirmó que sus fábricas en Texas y Florida podrán fabricar un Starship cada dos o tres semanas, aunque actualmente el ritmo es más lento por los ajustes de diseño.

Transferencia de combustible en el espacio y desafíos técnicos para llegar a Marte

Un componente crítico de esta estrategia será la transferencia de propelente en órbita, un procedimiento aún no probado en vuelos espaciales pero habitual en la aviación militar. La idea es que dos Starship se acoplen en el espacio y uno transfiera combustible al otro, una tecnología necesaria para viajes prolongados a la Luna y Marte. Musk expresó su esperanza de demostrar esta maniobra en 2026.

Uno de los principales retos será el desarrollo de un escudo térmico capaz de resistir tanto la reentrada a la atmósfera terrestre como la delgada y hostil atmósfera marciana, compuesta en un 95% por dióxido de carbono. Musk reconoció que es una tarea extremadamente compleja, aunque SpaceX lleva años trabajando en ella.

Pese a recientes fallos en pruebas -incluyendo una explosión en el noveno vuelo de Starship-, Musk reafirmó su compromiso con este proyecto a largo plazo, que busca establecer una presencia humana permanente en Marte como salvaguarda del futuro de la humanidad.