Israel atacó edificios gubernamentales, una cárcel y otros objetivos del régimen de Irán
En una nueva fase de escalada militar en Medio Oriente, Israel lanzó el lunes una serie de ataques contra instalaciones gubernamentales en Teherán, capital de Irán. La ofensiva incluyó el bombardeo a la prisión de Evin, conocida por alojar a prisioneros políticos y ciudadanos con doble nacionalidad, y a sedes vinculadas a la Guardia Revolucionaria.
Los ataques ocurrieron luego de que Irán lanzara una ofensiva con misiles y drones contra Israel, en respuesta a un bombardeo de Estados Unidos sobre tres sitios nucleares iraníes ocurrido el domingo.
Objetivos militares y simbólicos
El Ministerio de Defensa israelí confirmó que los ataques incluyeron blancos estratégicos como la sede de seguridad de la Guardia Revolucionaria y la prisión de Evin. "El dictador iraní será castigado con toda la fuerza por atacar el frente interno israelí", expresó la cartera en un comunicado.
Medios estatales iraníes informaron que el complejo nuclear de Fordo, uno de los más protegidos y situado en instalaciones subterráneas, fue atacado nuevamente el lunes. Si bien no se precisaron los responsables de este último bombardeo, Israel había anticipado operaciones en territorio iraní.
Testigos en Teherán confirmaron bombardeos en áreas cercanas al mediodía. La televisión estatal iraní reportó que un proyectil impactó en la entrada principal de la prisión de Evin. El sitio Mizan Online, vinculado al poder judicial, confirmó que "proyectiles alcanzaron la prisión de Evin, causando daños en partes de las instalaciones".
La prisión, gestionada en parte por la Guardia Revolucionaria, ha sido objeto de sanciones internacionales y alberga a numerosos prisioneros políticos y ciudadanos extranjeros detenidos por razones diplomáticas.
Noémie Kohler, hermana de una ciudadana francesa detenida en Evin desde 2022, calificó el ataque israelí como "completamente irresponsable". "Estamos en pánico. No sabemos si están con vida", declaró.
Israel refuerza su ofensiva
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, aseguró que se están llevando a cabo "ataques de una fuerza sin precedentes contra objetivos del régimen y agencias de represión del gobierno en el corazón de Teherán".
Además de la prisión de Evin, fueron atacados centros de comando de la milicia Basij y de la Guardia Revolucionaria, considerada el brazo ideológico del régimen. El ejército israelí ratificó que los bombardeos se dirigieron a instalaciones de seguridad del régimen iraní.
El canciller israelí, Gideon Saar, se refirió al ataque citando una frase del presidente argentino Javier Milei: "Nuestra respuesta: ¡Viva la libertad carajo!".
Irán responde con su "Promesa Verdadera 3"
El régimen iraní, por su parte, describió sus recientes ataques como parte de la operación denominada "Promesa Verdadera 3", en la que se habrían apuntado las ciudades israelíes de Haifa y Tel Aviv. También se escucharon explosiones en Jerusalén, aunque sin reportes inmediatos de daños.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, general Abdolrahim Mousavi, advirtió a Estados Unidos que sus acciones dieron a Irán "carta blanca" para actuar contra sus intereses y fuerzas militares en la región.
Estados Unidos justifica su intervención
Washington aseguró que su ataque del domingo -contra las instalaciones de Fordo, Natanz y la planta de Isfahan- fue una operación puntual destinada a frenar el programa nuclear iraní. No obstante, el expresidente Donald Trump advirtió que habría nuevos bombardeos si Irán respondía militarmente.
Mousavi calificó el ataque estadounidense como "una violación de soberanía" y equiparó la acción con una invasión.
Preocupación internacional y llamados a la diplomacia
Las acciones militares provocaron una inmediata reacción internacional. La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas, expresó que el bloque está "muy enfocado en una solución diplomática" y alertó sobre el riesgo de un cierre del estrecho de Ormuz por parte de Irán, una ruta clave para el transporte global de petróleo.
Desde Viena, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, anticipó que las bombas antibúnker utilizadas por Estados Unidos habrían causado "daños muy significativos" en la instalación subterránea de Fordo.
Por su parte, el ministro alemán de Exteriores, Johann Wadephul, instó a Irán a retomar negociaciones directas con Washington. "Europa aún tiene un papel que desempeñar", aseguró.
El contexto del conflicto nuclear
Irán insiste en que su programa nuclear tiene fines civiles. Bajo el acuerdo firmado en 2015 con potencias como Estados Unidos, Francia, China, Rusia, Reino Unido y Alemania, había accedido a limitar su enriquecimiento de uranio y permitir inspecciones a cambio del levantamiento de sanciones.
Sin embargo, la retirada unilateral de Estados Unidos del pacto durante la presidencia de Trump en 2018 llevó a Irán a enriquecer uranio hasta un 60%, cerca del umbral necesario para uso militar (90%), y a limitar el acceso de inspectores internacionales.
Actualmente, la tensión entre Teherán, Jerusalén y Washington reaviva el riesgo de un conflicto de mayor escala en la región.