Recetas médicas electrónicas: se extiende la obligatoriedad a todas las prácticas y tratamientos
El Ministerio de Salud de la Nación oficializó la extensión del uso obligatorio de la receta electrónica a la totalidad de las indicaciones médicas. La decisión quedó formalizada mediante la Resolución 2214/2025, publicada este lunes en el Boletín Oficial. La medida alcanza a medicamentos de prescripción restringida, órdenes para estudios y prácticas médicas, procedimientos e indicaciones de dispositivos médicos.
La nueva disposición completa el proceso iniciado el 1° de enero con la entrada en vigencia de la obligatoriedad de la receta electrónica para medicamentos, en cumplimiento de la Ley 27.553, sancionada en 2020.
Desde ahora, todas las órdenes médicas deberán emitirse de forma electrónica, utilizando plataformas registradas en el Registro Nacional de Plataformas Digitales de Salud (ReNaPDiS), con el objetivo de consolidar un sistema unificado, interoperable y trazable a nivel nacional.
Receta electrónica obligatoria en todas las indicaciones
Según el texto oficial, la implementación de esta normativa busca garantizar la continuidad y trazabilidad de los tratamientos, asegurar el acceso a la información por parte de los pacientes y mejorar los mecanismos de control sanitario. El uso de plataformas digitales certificadas es condición excluyente para la validez de las prescripciones, que deberán adaptarse a los estándares definidos por el Ministerio.
Las plataformas que participen del proceso deberán estar abiertas a todos los sistemas de prescripción, independientemente del financiador o la cobertura de salud del paciente. Esta disposición apunta a asegurar la sinergia entre todos los actores del sistema, incluyendo obras sociales, prepagas, instituciones públicas y privadas.
Un componente clave en el diseño del nuevo sistema es la identificación segura de los pacientes y las recetas. A tal efecto, se utilizará el Código Único de Identificación Laboral (CUIL) como dato principal para la individualización de las personas. En paralelo, cada receta contará con una Clave Única de Identificación de Receta (CUIR), que permitirá ubicar cada prescripción de manera precisa, evitando duplicaciones o alteraciones.
Medicamentos controlados y resguardo obligatorio
La normativa también incorpora mecanismos específicos para el tratamiento digital de recetas que hasta ahora requerían soporte en papel, como las de prescripción archivada y las de carácter restringido. Estas incluyen, por ejemplo, medicamentos psicotrópicos o estupefacientes, cuyo manejo requiere condiciones especiales de control.
En estos casos, las plataformas digitales habilitadas deberán garantizar el resguardo seguro de las recetas electrónicas durante un plazo mínimo de tres años. El objetivo es facilitar las tareas de monitoreo y fiscalización por parte de las autoridades sanitarias y garantizar la integridad de los tratamientos.
Para llevar adelante estos cambios, se establecieron plazos diferenciados según el tipo de indicación médica. Los prestadores y plataformas de salud tendrán 45 días para implementar la identificación unívoca de las recetas, 90 días para adaptar el sistema a las recetas archivadas, y 120 días para integrar las prescripciones restringidas.
Plazos de implementación y excepciones contempladas
El Ministerio de Salud coordinará aspectos técnicos con los actores involucrados en el proceso, incluyendo desarrolladores de plataformas digitales, instituciones sanitarias, entidades financiadoras y profesionales médicos. El objetivo es garantizar una transición ordenada hacia el nuevo sistema digital, con foco en la compatibilidad, la integridad de los datos y la protección de la información médica.
No obstante, la resolución contempla excepciones en casos en los que no sea posible aplicar la digitalización. En particular, se permitirá el uso de recetas en papel en zonas donde no haya conectividad o se presenten dificultades técnicas que impidan operar con plataformas digitales.
Esta salvedad aplica principalmente a localidades rurales o alejadas de los grandes centros urbanos. En estos contextos, la prescripción tradicional podrá mantenerse hasta tanto se resuelvan las condiciones necesarias para su digitalización.
Avance normativo y control sanitario
La ampliación del uso de la receta electrónica forma parte del proceso de digitalización del sistema de salud que viene llevando adelante el Ministerio en los últimos años. Según indicaron desde la cartera sanitaria, la medida busca consolidar un modelo de atención más moderno, estandarizado y compatible con los desafíos actuales.
El uso de la receta electrónica tiene como fin permitir un mejor seguimiento de los tratamientos médicos, reducir errores vinculados al uso de recetas manuales y fortalecer la supervisión del uso de medicamentos sensibles. Además, la trazabilidad digital favorece la detección temprana de irregularidades, desvíos o patrones de consumo inadecuados, tanto en el sistema público como privado.
La implementación se da en el marco del cumplimiento de la Ley 27.553, que estableció las bases normativas para la utilización de recetas electrónicas y plataformas digitales en el sistema sanitario argentino. La ley contempla, entre otros aspectos, la validez legal de las recetas digitales, los derechos de los pacientes sobre sus datos personales y la obligación de las plataformas de garantizar confidencialidad y seguridad.
Un sistema interoperable y con respaldo legal
Todas las plataformas utilizadas deberán estar inscriptas en el Registro Nacional de Plataformas Digitales de Salud (ReNaPDiS), un repositorio oficial administrado por el Ministerio que acredita el cumplimiento de los requisitos técnicos y de seguridad. Solo las plataformas registradas podrán emitir prescripciones válidas ante farmacias, prestadores y financiadores.
Con esta resolución, el Ministerio de Salud avanza en la construcción de un ecosistema sanitario digital que permite mayor control, mejora la gestión de recursos y reduce la posibilidad de fraudes o errores en las indicaciones médicas.
La digitalización de las recetas se inscribe en una estrategia de mediano y largo plazo que incluye el desarrollo de historias clínicas electrónicas, interoperabilidad entre sistemas y el fortalecimiento de la red nacional de información sanitaria.