Este tradicional colegio porteño sorprendió anunciando que cierra sus puertas a fin de año
Una noticia repentina sacudió a la comunidad educativa de la Ciudad de Buenos Aires: el Instituto Anunciación de María, un tradicional colegio privado de Belgrano R con 60 años de historia, anunció que cerrará sus puertas al finalizar el ciclo lectivo. La comunicación se dio la semana pasada, a menos de dos meses de que termine el año escolar, en una reunión institucional convocada de urgencia.
La decisión, informada por la Congregación Hermanas Vicentinas de Zagreb, dueñas del pequeño establecimiento, tomó por sorpresa a padres, alumnos y docentes, ya que el proceso de matriculación para el ciclo 2026 ya estaba abierto. El revuelo fue tal que la comunidad educativa canalizó su desconcierto en una masiva manifestación frente a las puertas de la escuela, ubicada en la calle Virrey del Pino.
La crisis de matrícula y la necesidad de vender
El colegio, que cuenta con subvención estatal, se encuentra emplazado frente al Belgrano Athletic Club y tiene hoy cerca de 230 alumnos. La madre superiora provincial de las hermanas vicentinas, la hermana María Celia Aguilar, explicó que la institución enfrenta una grave crisis de matrícula que se recrudece en el nivel inicial y en los primeros años de primaria, con cursos que llegan a tener tan solo nueve alumnos. Mientras tanto, los niveles superiores mantienen un alumnado histórico.
La autoridad religiosa leyó un comunicado en el salón de actos donde citó la disminución de la natalidad en la Ciudad y el impacto de la pandemia como factores que "afectaron gravemente a muchas instituciones educativas, especialmente a nuestro querido Instituto Anunciación de María".
Tras evaluar todas las alternativas posibles, la congregación tomó una decisión drástica. "Con profundo pesar, hemos decidido cerrar el Instituto Anunciación de María y vender la propiedad para poder afrontar las indemnizaciones correspondientes al personal", afirmó la religiosa, generando un gran impacto emocional en los padres y niños presentes, según detalló el diario La Nación. Esta necesidad de afrontar los gastos de indemnización es la razón por la que no es posible, por ejemplo, mantener abierto solo el nivel secundario.
Padres ofrecieron ayuda que fue rechazada
La mayor sorpresa y frustración de los padres es que el cierre fue unilateral, abrupto y sin instancias de diálogo real o advertencias previas. Un grupo de padres, que se manifestó ante la escuela, reveló que no se había brindado una instancia de diálogo previa a la decisión de clausura.
Familiares contaron que, tras ser notificados en 2024 de las dificultades económicas, un grupo de padres profesionales se autoconvocó y formó un grupo interdisciplinario con la intención de ayudar a la institución. Este grupo diseñó y presentó varios proyectos integrales –pedagógicos, operativos y financieros– para mejorar la gestión y evitar el déficit. Sin embargo, a mediados de diciembre de 2024, la congregación comunicó el rechazo enfático y abrupto de la ayuda, sin brindar fundamentos ni abrir nuevas instancias de negociación.
Para los padres, este accionar demuestra que la decisión no fue "ni técnica ni inevitable". La situación es especialmente crítica para los alumnos con Certificado Único de Discapacidad (CUD), ya que conseguir vacante en octubre y con maestra de apoyo se convierte en una tarea muy difícil. Por su parte, el Ministerio de Educación porteño confirmó la delicada situación de la escuela, señalando que en los últimos cuatro años la matrícula disminuyó un 80% en el nivel inicial y un 40% en el primario.