Quiénes pueden acceder a una pensión por incapacidad en octubre 2025
Algunas personas tienen la posibilidad de tramitar una pensión por incapacidad ante la presencia de una enfermedad o condición que limite su capacidad laboral. Este beneficio, el cual es otorgado por la Seguridad Social, se encuentra destinado para aquellos que sufren una incapacidad física o mental que les impide trabajar de manera total o parcial.
No obstante, conseguir esta pensión no es un proceso automático ni sencillo. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), más de la mitad de las solicitudes, alrededor del 53,47%, son rechazadas. Algunos especialistas incluso advierten que ese porcentaje podría ser aún mayor en la práctica.
Asimismo, a diferencia de otras prestaciones sociales, no existe un listado cerrado de enfermedades que asegure el derecho a recibir una pensión. El reconocimiento depende, en última instancia, de la evaluación del Tribunal Médico, el cual se encarga de analizar caso por caso para determinar el grado de afectación funcional y laboral de cada solicitante.
Quiénes pueden obtener una pensión por incapacidad en octubre 2025
Las personas interesadas en acceder a una pensión por incapacidad permanente tienen que estar incluidas en alguno de los regímenes de la Seguridad Social y reunir los requisitos que correspondan según el tipo de incapacidad: parcial, total, absoluta o gran invalidez.
La decisión final queda siempre en manos del Tribunal Médico, encargado de evaluar cómo la enfermedad o lesión afecta la capacidad para trabajar. En determinados casos, también puede intervenir ANSES.
Si bien el INSS no publica un listado oficial de patologías que habiliten automáticamente el cobro de esta pensión, el estudio Campmany Abogados identificó 78 enfermedades que aparecen con frecuencia en las solicitudes aprobadas. De ellas, 27 resultan las más representativas, entre las que se destacan:
- Alzheimer: aunque suele derivar en una pensión por incapacidad permanente, el diagnóstico por sí solo no la garantiza. El Tribunal Médico debe confirmar la existencia de deterioro cognitivo y dependencia funcional
- Arterioesclerosis: el dictamen médico evalúa la invalidez por claudicación intermitente y las limitaciones para ejercer una actividad laboral
- Artritis Reumatoide: se analiza el nivel de afectación y las restricciones que provoca sobre la vida profesional
- Artrosis: puede justificar una pensión de invalidez si se comprueba una pérdida significativa de movilidad sin mejora tras los tratamientos correspondientes
- Cáncer: el otorgamiento depende de las secuelas que deje el tratamiento oncológico
- Cáncer de pulmón: se valora de manera específica por su alto nivel de afectación funcional
- Colitis Ulcerosa: cuando es crónica y no responde a los tratamientos, suele habilitar el derecho a pensión
- Demencia: generalmente da lugar a una incapacidad permanente absoluta
- Enfisema Pulmonar: con un marcador del 60% o menor, puede concederse una pensión por invalidez
- Epilepsia: se consideran la frecuencia de las crisis, los efectos secundarios y los tratamientos aplicados; solo cuando se agotan las opciones sin mejora se aprueba la prestación
- Esclerosis Múltiple: en niveles de discapacidad entre 4 y 6.5 en la escala médica, puede reconocerse la incapacidad permanente absoluta
- Fibrilación Auricular: da derecho a pensión solo si el cuadro es crónico y no existen tratamientos efectivos más allá del control sintomático
- Glaucoma: cuando la agudeza visual binocular es menor a 0,2, puede declararse incapacidad absoluta
- Hernia Cervical: en casos severos con vértigos invalidantes resistentes al tratamiento, puede concederse una pensión de grado absoluto
- Hipertensión Pulmonar: depende de la intensidad de la disnea y la respuesta al tratamiento farmacológico
- Hipoacusia: si alcanza el grado de gran invalidez, suele otorgarse la pensión correspondiente
- Insuficiencia Mitral: se evalúa su carácter crónico y la falta de respuesta a tratamientos
- Insuficiencia Renal Crónica: la decisión depende de la etapa de progresión y del impacto sobre la capacidad laboral
- Lumbalgia: se analiza la intensidad del dolor y si las terapias convencionales no produjeron mejoría
- Lupus Eritematoso Sistémico: cuando presenta afectación orgánica grave, puede derivar en una pensión
- Miastenia Gravis: se valora la astenia y las limitaciones funcionales derivadas
- Migraña: si el dolor y los síntomas impiden trabajar de forma sostenida, puede otorgarse el beneficio
- Parkinson: depende del estadio de la enfermedad y del nivel de discapacidad para desempeñar tareas laborales
- Patologías en las manos: si las lesiones limitan de forma permanente el uso de las manos o muñecas, puede concederse una pensión
- Pérdida de visión: cuando la agudeza visual es de 0,1 o superior, puede otorgarse al menos una incapacidad permanente total
- Síndrome de Arnold Chiari: requiere valoración médica específica para definir si corresponde la prestación
- Trasplante de riñón: se contempla el derecho a pensión cuando se requiere intervención quirúrgica y el órgano deja de funcionar correctamente
Cada caso es evaluado de forma estricta e individual, por lo que la resolución final depende del dictamen médico y de los informes complementarios que acrediten el grado de incapacidad.