SEGURIDAD AÉREA

Polémica por la seguridad aérea: Aerolíneas para ocho aviones después de cuatro incidentes graves

Primero fallaron dos motores al despegar y luego fueron cuatro, pero los directivos de la empresa y los gremios reaccionaron tarde
Por Antonio D'Eramo
ACTUALIDAD - 16 de Octubre, 2025

El mundo aeronáutico está conmocionado y en la ANAC, el organismo regulador de la aviación civil, sus inspectores no pueden creer que los responsables de la conducción de Aerolíneas Argentinas esperaron que exista un cuarto incidente grave con los motores de uno de los Boeing 737, que presentaron fallas al despegar, para dejar en los hangares los aviones que vuelan con los peligrosos motores de la empresa CFM.

Una fuente de la aviación, altamente calificada y en actividad, afirmó en reserva que "si no hubiera sido por la información en la prensa y las precisiones de lo sucedido publicadas en iProfesional ayer, es muy posible que las aeronaves siguieran volando. Lo que es una locura porque un incidente de este tipo es grave, dos hechos iguales, puede ser coincidencia, pero merece toda la atención de las gerencias, tres fallas reportadas, hay que tomar medidas urgentes y cuatro falencias del mismo hecho, ya es casi criminal. Mirá, si fallaba la otra turbina. Una tragedia nacional", explicó.

La información oficial de Aerolíneas Argentina indica que la empresa conducida por Fabián Lombardo dejará en tierra, de manera preventiva, ocho aeronaves Boeing 737-800 -lo que representa casi el 10% del total de la flota- después de que ayer un avión que iba desde Aeroparque a Córdoba sufriera una falla en el motor izquierdo y debiera aterrizar de emergencia en Ezeiza, provocando el pánico entre los pasajeros.

Los aviones parados tienen en promedio 10 años de antigüedad y un denominador común: motores de un mismo fabricante, modelo y con idéntico lote de partes que aquellos que presentaron fallas recientemente.

Problemas con los motores de aviones de Aerolíneas Argentinas

iProfesional lo explicó en su reciente nota. El problema con los motores de la compañía CFM es mundial y es un tema bajo análisis en la poderosa FAA, la administración federal de aviación estadounidense. Son motores realizados a instancias de las exigencias a la industria por la crisis de cambio climático. Indudablemente, los cambios pueden haber servido para preservar el medio ambiente, pero no para fortalecer la seguridad aérea.

A pesar de estos antecedentes, Aerolíneas Argentinas utiliza los Boeing 737 equipados con estos motores y tuvieron que pasar cuatro incidentes importantes para que decidieran dejar en pista a las aeronaves.

Fuentes gremiales explicaron que "los aviones salían con un motor que sospechan que puede fallar, como estos de CFM y, también, con otro que están seguros de que es bueno y no hay dudas de su eficiencia. ¿Pero, y si al despegar la turbina se traga un pájaro en el motor que consideran que no va a fallar y el otro hace un fogonazo?. Es una locura lo que hicieron".

Ahora bien, las entidades gremiales salieron a denunciar estos hechos, pero nunca se les ocurrió hacer una huelga por estos incidentes. Los reclamos son siempre de índole salarial o contra la privatización de la compañía. Desde APLA, pilotos, afirman que "es alarmante la falta de gestión de Fabián Lombardo, que afecta la seguridad operacional", y fueron los primeros en hablar de cuatro incidentes en poco tiempo.

Desde el poderoso gremio de los técnicos aeronáuticos (APTA) que conduce Ricardo Cirielli, reclamaron que "Fabián Lombardo, haga lo que debe hacer" para resolver los problemas de su flota y enumera carencias de la empresa cuando señalan que "solo tienen dos aviones cargueros que están al servicio de la empresa Mirgor".

Sin embargo, en el comunicado de APTA no se habla de las recientes fallas en los motores y no se conoce la opinión de los responsables de mantenimiento que en definitiva su gremio representa. 

Debe quedar claro. Si un técnico abre un expediente por una cuestión de seguridad, se cierra solo con la intervención y aprobación de un técnico aeronáutico. 

Un trabajador de los hangares lo explicó claramente a iProfesional: "Cuando el avión aterriza, nosotros le realizamos una primera inspección visual, que no tenga golpes, que no esté roto, que las ruedas estén bien, que los frenos estén en condiciones, etc. Para que el avión vuelva a volar, un técnico debe firmar que el avión está en condiciones. Si no lo está, no se firma y hasta que otro experto no lo habilita no puede levantar vuelo. Si hay alguna anomalía en el avión, se abre un expediente, un item de mantenimiento que queda abierto hasta que se repara la nave, y se cierra el documento que queda debidamente registrado en el archivo y en la ANAC lo saben. Todos los vuelos son revisados por los técnicos aeronáuticos".

Poco se sabe acerca de cuál fue la opinión del subgerente de operaciones, Héctor Binda, con muchos años de servicio en Aeroparque, y de otros responsables de mantenimiento. Lo que sí se sabe es que no es la primera vez en la historia de Aerolíneas en las que surgen discrepancias ante el hecho de tomar una decisión tan trascendental como la de dejar a los aviones fuera de servicio con sus asientos vendidos cancelados.

Granizo sobre los aviones de Aerolíneas

En el año 2018, se abatió sobre la flota de Aerolíneas en Aeroparque, toneladas de granizo que afectaron seriamente a las aeronaves. El número cuatro se repite misteriosamente. Cuatro incidentes con las turbinas durante este año. En 2018, a pesar de los golpes en los fuselajes, siguieron volando como si nada durante cuatro días hasta que, ante el riesgo que supone volar con naves afectadas por los golpes, se decidió dejar en tierra a los aviones.

Fue tapa en varios diarios,  Aerolíneas Argentinas fue noticia porque 15 Boeing 737 de la empresa sufrieron daños por una tormenta con granizo que se abatió sobre el Aeroparque, Jorge Newbery.

Esto provocó que los aviones sean retirados para su revisación y reparación respectiva. Tuvieron que cancelar algunos vuelos, reprogramar otros, aprovecharon que Nueva York estaba cerrado por tormenta de nieve, cancelaron más de 2.000 vuelos vendidos y usaron aviones de fuselaje ancho con mayor capacidad para volar a Bariloche, Río y Calafate y recuperar operatividad.

Como siempre, el foco estuvo puesto en Aerolíneas Argentinas, por la importancia de la línea de bandera que hoy intenta ser privatizada. Pero el granizo no distingue de marcas y también afectó a otras compañías como Flybondi. El problema fue que el granizo fue intenso, no muy grande, pero intenso y los aviones quedaron marcados. 

Sin embargo, a pesar del riesgo, volaron cuatro días hasta que los técnicos aeronáuticos dijeron basta y repararon en tiempo récord las abolladuras. Un antecedente grave, acerca de una decisión tardía de los directivos de la compañía de tomar el toro por las astas y dejar en tierra aparte de la flota afectada para priorizar la seguridad aérea.

La historia vuelve a repetirse y, en la actualidad, tuvieron que fallar cuatro motores, dos en menos de una semana, para frenar ocho aviones y someterlos a rigurosas pruebas técnicas.

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