Juicio laboral de Piegari: qué sueldo debía cobrar el mozo y cuánto le pagaban
El juicio laboral contra el restaurante Piegari que derivó en una condena por $200 millones, expuso un esquema de fraude salarial que omitía registrar la mayor parte del ingreso del mozo, incluso el mínimo legal obligatorio para el rubro.
El mozo, que trabajó 26 años en el salón, denunció que en marzo de 2020 su ingreso real era de $100.000 ARS; sin embargo, solo $40.000 ARS figuraban registrados "en blanco".
Juicio contra Piegari: el sueldo real vs. el salario registrado
Al cotejar el salario con el Acuerdo Salarial 2019 de UTHGRA (CCT 389/04) vigente para esa época, el fraude se hace evidente:
- Sueldo Básico Legal (marzo 2020): El básico legal para un Mozo de Salón (Categoría 6, Restaurantes 4 Tenedores A) era de $33.647 ARS.
- Adicionales Obligatorios: A este básico debían sumarse porcentajes fijos por Complemento de Servicio (12%), Plus CABA (6%) y, de manera crucial, la antigüedad del trabajador (26 años), lo que aumentaba sustancialmente la cifra base.
La empresa registraba una suma total de $40.000 ARS, que apenas cubría la suma del básico más algunos adicionales. No obstante, la mayor parte del salario real se pagaba en negro: los $60.000 ARS restantes (el 60% de su ingreso total) eran propinas y pagos "de bolsillo".
El costo de la mala registración
La sentencia determinó que la falta de registración del ingreso real del trabajador durante 26 años implicó una deficiencia grave en los aportes previsionales y de obra social.tV99AA
La jueza, al ratificar el despido indirecto, incluyó el ingreso real de $100.000 ARS como base para el cálculo de indemnizaciones. Esta acción, sumada a las multas por la mala registración y la duplicación de la indemnización por el Decreto 34/2019, disparó la condena a los $200 millones de pesos que ahora la empresa apela.
Juicio laboral de Piegari: la versión del mozo que demandó a la empresa
Un empleado del restaurante porteño Piegari le inició un juicio por "despido indirecto" a la Sociedad Anónima, propiedad de Isaac Alberto Chinkies, luego de trabajar 26 años, y deberán pagarle alrededor de 200.000 millones de pesos.
La demanda comenzó en el año 2020, durante la pandemia y en cuarentena, momento en el que el trabajador informó padecer una enfermedad pulmonar crónica (EPOC), con alto riesgo frente al posible contagio del COVID-19.
En junio de 2020, afirmó que, por motivo de su enfermedad, Piegari lo había licenciado de manera verbal "hasta que concluya la pandemia" o bien hasta que "se restablezca la labor por disposición del Gobierno Nacional".
Asimismo, y según el expediente, el empleado rechazó la intimación de Piegari sobre volver al trabajo en modalidad "delivery" y se consideró "despedido indirectamente", por falta de pago de los salarios en marzo, abril y mayo de 2020, por "exclusiva" responsabilidad del empleador. Asimismo, denunció jornadas de 10 hs. laborales y deficiencias en los aportes previsionales y de la obra social.
El mozo obtuvo su indemnización por antigüedad, duplicada por el Decreto 34/2019, que prohibía despidos durante la pandemia. Además, se sumó la falta de preaviso, la integración del mes de despido, el Sueldo Anual Complementario (SAC) proporcional, las vacaciones no gozadas de 2020 y los salarios impagos del mismo año. También, se sumaron las multas por mala registración y otras sanciones por falta de entrega de certificados de trabajo y servicios.
La jueza Lucrecia Pedrini, a cargo del Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo N.º 49, ratificó, finalmente, el despido indirecto denunciado por el mozo en junio de 2020 e incluyó las propinas mensuales ($60.000) como parte integrante del salario y una mejoría en la remuneración mensual de $117.736.
En la misma línea, aseguró que Piegari, solamente, había abonado el complemento ATP del Estado en los meses de abril y mayo de ese mismo año, sin embargo, omitió la parte a cargo del empleador, es decir, que hubo salarios impagos.
Debido a estas múltiples situaciones, Pedrini determinó que el empleado recibiera la cifra total de $9.429.176,61, al mes de agosto de este año, más intereses que, incluso, Chinkies admite que alcanza, junto a lo dispuesto legalmente, un total de 200 millones de pesos: "Es inviable, nos funde y pone en riesgo 100 puestos de trabajo", agregó el empresario.
El mozo ingresó en enero de 1994 y trabajó 26 años como personal de salón, con una jornada de 6 días por semana y 10 horas diarias promedio, con un franco semanal y una remuneración de $100.000 mensuales en 2020, donde solo $40.000 estaban registrados, es decir "en blanco".
Actualmente, sobre el restaurante, existe un embargo preventivo de $160.000.000, hasta que la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo resuelva la apelación presentada por el restaurante.