El gobierno de Maduro responde a la presión de Trump: "No aceptaremos órdenes extranjeras"
La tensión entre Estados Unidos y Venezuela escaló este fin de semana luego de una contundente advertencia lanzada por el presidente estadounidense, Donald Trump, dirigida al régimen de Nicolás Maduro. El mandatario norteamericano instó a la comunidad internacional a considerar el espacio aéreo venezolano como "cerrado por completo". La respuesta oficial del gobierno de Maduro no se hizo esperar, rechazando categóricamente cualquier intento de injerencia o de imponer órdenes unilaterales sobre su soberanía.
A través de un comunicado emitido por el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Caracas acusó a Washington de ejercer una "presión grosera" y una "arrogancia imperial", asegurando que Venezuela "no acepta órdenes extranjeras". La declaración oficial del Palacio de Miraflores remarca la soberanía total e indiscutible sobre su espacio aéreo, calificando la advertencia de Trump como una amenaza directa a la paz.
El incidente se produce en un clima diplomático extremadamente delicado, marcado por negociaciones discretas y revelaciones sobre conversaciones telefónicas entre Trump y Maduro. Sin embargo, este último ultimátum sobre el control aéreo ha forzado una respuesta pública y confrontativa por parte del régimen chavista, reafirmando su postura de no ceder ante las presiones internacionales.
El comunicado de Venezuela: soberanía y rechazo a la injerencia
La respuesta venezolana se formalizó en una misiva pública que detalló la postura de la administración de Maduro frente a la escalada verbal de Trump. El gobierno bolivariano acusó a Washington de violar el derecho internacional y de intentar socavar la soberanía y la independencia de la República.
El comunicado subraya que Venezuela ejerce control y vigilancia plena sobre su espacio aéreo, de acuerdo con las leyes y reglamentos aeronáuticos nacionales e internacionales. El texto rechaza la advertencia de Trump, interpretándola como una amenaza velada a la aviación civil y a la seguridad regional.
"La República Bolivariana de Venezuela no acepta órdenes extranjeras de ninguna índole y ejercerá todas las acciones necesarias para defender su soberanía e integridad territorial ante cualquier amenaza", sostiene el texto oficial.
La declaración también hizo referencia a las recientes medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos, incluyendo la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista, una acusación que implica directamente a Maduro y a altos funcionarios de su gobierno. Caracas insiste en que estas acciones buscan justificar una posible agresión y desestabilización interna.
Estados Unidos y Venezuela: tensión en aumento y gestiones diplomáticas secretas
La advertencia de Trump sobre el cierre del espacio aéreo añade una capa de tensión a las complejas negociaciones que se venían gestando en secreto. El mensaje del presidente estadounidense, difundido a través de su red social Truth, instó no solo a aerolíneas y pilotos, sino también a "narcotraficantes y traficantes de personas" a acatar el supuesto cierre.
La tensión se intensificó días antes, cuando Trump anunció que las Fuerzas Armadas estadounidenses comenzarían "muy pronto" a detener por tierra a narcotraficantes venezolanos.
Paradójicamente, la advertencia pública ocurre después de que trascendiera la existencia de una conversación telefónica entre Trump y Maduro la semana pasada. Fuentes citadas por medios estadounidenses sugirieron que durante esa llamada, donde habría participado el secretario de Estado, Marco Rubio, se exploró la posibilidad de una reunión bilateral e incluso la oferta por parte de Maduro de una participación significativa para empresas estadounidenses en los campos petroleros venezolanos.
La respuesta de Maduro, sin embargo, busca trazar una línea roja clara. Al rechazar la "arrogancia imperial", el régimen busca mostrar firmeza en su control del territorio y del espacio aéreo, pese a las crecientes presiones diplomáticas y las amenazas de acciones militares y de seguridad en la región. La respuesta deja en claro que, mientras las negociaciones secretas intentan encontrar una vía de salida a la crisis, la postura pública de Caracas será de absoluta defensa de su soberanía nacional.