Hidrovía: alineado con Trump, Javier Milei excluye a las empresas chinas de la licitación
El gobierno de Javier Milei oficializó la cuenta regresiva para volver a licitar el dragado y balizamiento de la hidrovía en los primeros meses de 2026. Más alineado con Donald Trump que nunca, los pliegos vuelven a excluir a las empresas chinas y vienen con cláusulas para contentar a Estados Unidos.
A diez meses de la fallida privatización que terminó en un escándalo y con un "certificado de calidad" emitido por el organismo de comercio y desarrollo de Naciones Unidas, el Ejecutivo publicó este viernes los nuevos términos en el Boletín Oficial.
La Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPYN) —conducida por Iñaki Arreseygor, hombre que llegó a ese cargo con el apoyo del asesor presidencial Santiago Caputo— puso en marcha un "procedimiento de observaciones previas a los pliegos" que se utilizarán en la nueva concesión de la Vía Navegable Troncal (VNT) de los ríos Paraguay y Paraná.
Las interesadas y las empresas usuarias tendrán diez días para presentar por escrito sus "observaciones, opiniones y/o sugerencias" sobre las nuevas reglas que definió la gestión libertaria para privatizar el cobro de peajes y las obras de mantenimiento y ampliación del corredor.
Un pliego con nombre y apellido geopolítico
Los pliegos conservan la mayor parte de las condiciones técnicas de la licitación anterior, pero reiteran la exclusión de las dragadoras chinas al impedir la participación de firmas que "sean controladas, directa o indirectamente, por Estados soberanos o agencias estatales".
Captura de redes
El alineamiento con Washington es todavía más explícito en la letra chica: tampoco podrán competir empresas o personas incluidas en las listas que publica la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), dependiente del Departamento del Tesoro estadounidense, que actualmente funciona como un filtro geopolítico para proveedores críticos.
Peajes más caros y un calado más profundo
En los primeros años de la concesión, el operador deberá llevar el calado de la VNT de 34 a 40 pies. Ese incremento vendrá acompañado por aumentos escalonados en el peaje, que oscilarán entre el 2% y el 48% respecto de los actuales u$s 4,30 por tonelada de registro neto (TRN). Para las exportadoras de granos y productos industriales, el nuevo cuadro tarifario será un dato central en la estructura de costos para 2026 y 2027.
Qué se exige para competir por la hidrovía
Entre los puntos salientes, los pliegos que elaboró el equipo técnico de la ANPYN destacan algunos puntos para tener en cuenta.r
La licitación seleccionará a una El plan de Argentina para aumentar el comercio a través de la Hidrovía para realizar obras de modernización, ampliación, operación y mantenimiento del sistema de señalización, dragado y redragado de la VNT.
El tramo a concesionar se extiende desde el km 1238 del Paraná (Confluencia) hasta la zona de aguas profundas del Río de la Plata exterior, en el km 239,1 del canal Punta Indio.
El modelo contractual será una concesión de obra pública con cobro de peaje, sin aval del Estado y a riesgo empresario.
La duración prevista es de 25 años, prorrogables por hasta cinco más.
Las oferentes deberán acreditar un patrimonio neto superior a u$s 300 millones, una facturación anual de al menos u$s 450 millones y un promedio de obras de dragado por encima de u$s 300 millones en los últimos tres ejercicios.
Requisitos técnicos: disponibilidad de seis dragas de succión, un volumen de obra no menor a 15 millones de m³ en puertos y canales, y un nivel mensual mínimo de 500.000 m³ de dragado.
Las ofertas se dividirán en tres sobres: antecedentes legales y financieros (1), planes de trabajo (2) y propuesta económica (3).
La puntuación máxima será de 200 puntos: 80 para la propuesta técnica y 120 para la económica. Para pasar a la etapa final, deberán superar los 40 puntos técnicos.
El oferente deberá presentar garantías por u$s 20 millones (mantenimiento de oferta) y u$s 40 millones (cumplimiento de contrato).
Las propuestas deberán incluir un compromiso firme de financiamiento que cubra por lo menos el 50% de las inversiones de las dos primeras etapas.
Se incorpora un "compromiso adicional" para que el valor del metro cúbico de dragado ofrecido funcione como referencia en las futuras obras portuarias de la Hidrovía.
El ganador deberá desembolsar un pago inicial de u$s 35 millones para cancelar deudas pendientes de la ANPYN con los actuales subcontratistas.
Una vez que comience a facturar, transferirá el 2% de sus ingresos a fiscalización y control; el 2,5% al fondo de mejoras; y el 3,5% a obras de seguridad de la VNT.
La bendición de la ONU y el Círculo Rojo
A diferencia de la convocatoria previa, el Gobierno apeló al respaldo técnico de la UNCTAD, el organismo de comercio y desarrollo de la ONU. La participación internacional buscó evitar el escenario de cruzadas legales entre grandes dragadoras occidentales —Jan de Nul, Deme, Boskalis y Van Oord— que el año pasado trabaron el proceso.
Los consultores de Naciones Unidas colaboraron con la redacción final de los pliegos para asegurar que todas las empresas con experiencia global puedan competir en igualdad de condiciones, sin impugnaciones cruzadas basadas en diferencias de métodos o criterios de costos. Ese punto fue celebrado por el Círculo Rojo de la hidrovía.
La privatización de la Hidrovía de Javier Milei
En un comunicado, la Unión Industrial Argentina (UIA), la Bolsa de Comercio de Rosario, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y Centro Exportador de Cereales (CIARA–CEC), la Cámara de Puertos Privados Comerciales y la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas destacaron que la supervisión de la UNCTAD "aporta garantías adicionales de rigurosidad y alineamiento con estándares globales en cada etapa del procedimiento".
El empresariado considera que la aceleración del proceso permitirá ordenar el sistema de peajes, agilizar obras largamente demandadas y brindar previsibilidad a exportadores e importadores. También advierte que la exclusión de firmas estatales —principalmente las chinas— consolidará un mapa de proveedores dominado por compañías europeas y estadounidenses, con más presión para que sus costos sean auditables y sus contratos revisables bajo normas internacionales.