Una isla cercana a Venezuela autorizó a EE.UU. a usar sus aeropuertos y escala la tensión
Trinidad y Tobago autorizó a Estados Unidos el uso de sus aeropuertos para operaciones militares logísticas en las próximas semanas, mientras Venezuela acusa al país insular de participar en el "robo" de un petrolero cargado con crudo venezolano. La decisión escaló la tensión en una región donde Washington despliega una importante presencia militar.
El anuncio llegó este lunes a través de un comunicado oficial de la cancillería trinitaria. "De conformidad con la cooperación bilateral establecida, el ministerio ha otorgado autorizaciones que permiten a aeronaves militares de Estados Unidos transitar por los aeropuertos de Trinidad y Tobago en las próximas semanas", informó el gobierno.
El documento oficial precisó que Estados Unidos justificó estos movimientos como "operaciones de naturaleza logística" destinadas a facilitar el reabastecimiento y las rotaciones rutinarias de personal militar. Trinidad y Tobago se encuentra estratégicamente ubicado a solo 11 kilómetros de las costas venezolanas en su punto más cercano.
El despliegue militar de Estados Unidos que inquieta a Venezuela
Desde agosto pasado, Washington mantiene una significativa presencia militar en el Caribe. Oficialmente, la operación tiene como objetivo combatir el tráfico de drogas con destino a Estados Unidos.
Sin embargo, el gobierno de Nicolás Maduro interpreta esta estrategia como una operación encubierta destinada a derrocar su administración. Caracas sostiene que el verdadero objetivo estadounidense es apoderarse de las inmensas reservas petroleras que posee Venezuela.
La semana pasada, Estados Unidos ejecutó una medida sin precedentes en la crisis bilateral: incautó un petrolero que transportaba crudo venezolano. Esta acción marcó una escalada inédita en las tensiones entre ambos países.
Venezuela acusa directamente a Trinidad y Tobago
El gobierno chavista no tardó en responsabilizar a Trinidad y Tobago por lo que considera un acto de "piratería internacional". Caracas informó que tiene "conocimiento pleno" sobre la participación del gobierno trinitario en el operativo contra el buque petrolero.
El incidente ocurrió el 10 de diciembre, cuando fue asaltado un buque que transportaba petróleo venezolano. La vicepresidenta Delcy Rodríguez utilizó su canal oficial en Telegram para denunciar el episodio.
"Este acto de piratería constituye una grave violación del derecho internacional y una franca transgresión a los principios de libre navegación y de comercio", expresó Rodríguez en su mensaje oficial.
Kamla Persad-Bissessar llegó al poder en mayo como una clara aliada del presidente Donald Trump. Desde entonces, la primera ministra trinitaria multiplicó las declaraciones hostiles hacia el gobierno venezolano.
No obstante, Persad-Bissessar aclaró públicamente que Washington nunca solicitó utilizar el territorio del archipiélago anglófono para lanzar ataques directos contra Venezuela. La aclaración busca delimitar el alcance de la cooperación militar bilateral.
La creciente presencia militar estadounidense en territorio trinitario
A finales de octubre, Trinidad y Tobago recibió al buque de guerra USS Gravely en sus aguas territoriales. El despliegue naval marcó el inicio de una serie de operaciones militares conjuntas.
Entre el 16 y 21 de noviembre, un contingente de marines estadounidenses realizó ejercicios militares en territorio trinitense. Algunos efectivos permanecen aún en el país insular como parte de la cooperación bilateral.
Washington también instaló a finales de noviembre un sistema de radar en el nuevo aeropuerto de Tobago. Esta segunda isla del país concentra las principales playas y complejos turísticos de la nación. Aunque el radar ya está instalado, aún no se encuentra operativo.
La autorización para el uso de aeropuertos trinitarios intensifica la presencia militar estadounidense en una región donde Venezuela denuncia una estrategia de cerco. Con Trinidad y Tobago como nueva base logística, Estados Unidos refuerza su posición en el Caribe mientras Caracas acusa actos de piratería internacional contra sus recursos petroleros.