Instalarán 150 nuevos radares de velocidad: dónde estarán y desde cuándo funcionarán
El Gobierno de Río Negro puso en marcha una ambiciosa renovación de su sistema de seguridad vial con el objetivo de reducir drásticamente los incidentes en sus rutas. A través de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), se confirmó el despliegue de 150 nuevos radares de control que se distribuirán en puntos críticos de la red vial rionegrina. Esta medida busca dar respuesta a la creciente preocupación por los excesos de velocidad, especialmente en rutas que conectan zonas productivas y turísticas de alta densidad vehicular.
El proceso de instalación, que ya comenzó a visualizarse en algunos sectores, se completará en un plazo máximo de seis meses. Las autoridades provinciales fueron enfáticas al señalar que esta iniciativa no tiene como norte el incremento de las arcas públicas, sino la generación de un cambio de conducta en los automovilistas. La intención es que la presencia del radar funcione como un recordatorio constante de que la prudencia es la única vía para salvar vidas en el asfalto.
Con esta nueva red de monitoreo, Río Negro se posiciona como una de las jurisdicciones con mayor cobertura tecnológica para la prevención de siniestros. Los equipos, que cuentan con tecnología de última generación, serán homologados y señalizados de acuerdo a la normativa vigente, garantizando transparencia en cada una de las mediciones que se realicen en los corredores más importantes de la provincia.
Los puntos estratégicos y las rutas afectadas
La distribución de los cinemómetros no es azarosa y responde a un relevamiento técnico de siniestralidad. Los nuevos radares estarán ubicados principalmente en las rutas nacionales 22, 151 y 3, además de las rutas provinciales que registran mayor flujo de tránsito. Un foco importante estará puesto en el Alto Valle, donde la densidad poblacional y el tránsito de carga pesada generan escenarios de riesgo constante. También se reforzará la vigilancia en los accesos a las localidades balnearias y en la zona andina, previendo el flujo de turistas que circulan durante todo el año.
Además de los radares fijos, el plan contempla el uso de unidades móviles que permitirán una fiscalización dinámica en zonas de obras o tramos de ruta que presenten condiciones climáticas adversas. La ubicación exacta de cada dispositivo será de carácter público, ya que desde el Ministerio de Seguridad y Justicia de la provincia sostienen que el efecto preventivo se logra cuando el conductor conoce que está siendo monitoreado y levanta el pie del acelerador antes de llegar al punto de control.
Plazos de puesta en marcha y homologación oficial
El cronograma establecido por el Gobierno rionegrino indica que el despliegue total estará finalizado antes de los próximos 180 días. Durante este periodo, cada uno de los 150 radares deberá superar las auditorías del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y la Secretaría de Comercio de la Nación. Este paso es fundamental para asegurar que las sanciones que se labren tengan el respaldo jurídico necesario y evitar así posibles impugnaciones por parte de los infractores.
Es importante destacar que, una vez instalados, habrá un periodo de prueba y adaptación. Durante este tiempo, se buscará informar a la comunidad sobre los nuevos límites vigentes en cada tramo para evitar sorpresas. Desde la APSV recordaron que la velocidad máxima permitida varía según el tipo de vía y que la cartelería indicativa será reforzada para que no existan dudas al momento de circular. "Buscamos un sistema de control inteligente que priorice la vida por sobre la sanción", concluyeron fuentes oficiales sobre el inicio de esta nueva etapa en las rutas del sur argentino.