Cortes de luz y baja tensión: la lista de los electrodomésticos que se queman más rápido y cómo evitarlo
Con la llegada de las altas temperaturas y la sobredemanda energética, los cortes de luz y las variaciones de voltaje se vuelven moneda corriente en la Argentina. Sin embargo, el apagón total no es el único enemigo de la economía hogareña: la baja tensión puede ser incluso más dañina, actuando como un desgaste silencioso que reduce la vida útil de los equipos o los quema de forma instantánea.
Identificar qué aparatos están en mayor riesgo es fundamental para evitar gastos imprevistos en servicios técnicos, que hoy en día pueden representar una parte importante del presupuesto mensual. No todos los componentes internos reaccionan igual ante la falta de potencia; mientras algunos simplemente no encienden, otros intentan compensar la falta de voltaje con un mayor esfuerzo mecánico, generando un sobrecalentamiento fatal.
Cortes de luz y baja tensión: los equipos más vulnerables
En el ranking de los electrodomésticos que más sufren la baja tensión, las heladeras y freezers ocupan el primer lugar. El motivo es técnico: estos aparatos funcionan con un motor compresor que necesita un torque específico para arrancar. Cuando el voltaje cae por debajo de los 180 o 190 voltios, el motor no logra girar a la velocidad necesaria, pero sigue recibiendo corriente. Esto provoca que la energía se disipe en forma de calor, quemando el bobinado interno en cuestión de minutos.
Los aires acondicionados comparten una vulnerabilidad similar. Al intentar enfriar un ambiente con baja tensión, el compresor se esfuerza por arrancar repetidamente sin éxito. Este ciclo de arranque fallido es el que termina por inutilizar el equipo. Además, las placas electrónicas que controlan los modos de temperatura son extremadamente sensibles a las fluctuaciones. Un pequeño parpadeo en la luz puede ser suficiente para que el microprocesador de la unidad se bloquee o se dañe permanentemente.
Por otro lado, los dispositivos con placas digitales, como Smart TVs, microondas y lavarropas modernos, corren un riesgo distinto pero igual de grave. Las fuentes de alimentación de estos equipos están diseñadas para un rango estable. La baja tensión prolongada puede recalentar los capacitores y otros componentes electrónicos minúsculos que no están preparados para trabajar bajo esas condiciones de estrés, resultando en una reparación costosa que muchas veces supera el valor residual del aparato.
Cómo proteger la casa ante las variaciones de voltaje
La medida más efectiva y económica es la prevención manual: ante la primera señal de que la luz titila o pierde intensidad (las lamparitas iluminan menos de lo habitual), lo ideal es desenchufar todo. No basta con apagar el equipo con el control remoto, ya que el modo stand-by mantiene la placa conectada a la red y expuesta a cualquier pico que pueda ocurrir cuando la tensión intente normalizarse.
Para quienes buscan una solución automatizada, existen en el mercado argentino protectores de tensión individuales o para tableros generales. Estos dispositivos actúan como un fusible inteligente: cuando detectan que el voltaje baja de un límite seguro o sube peligrosamente, cortan el suministro de forma automática y solo lo restablecen cuando la energía se mantiene estable por un tiempo determinado, que generalmente es de tres minutos.
Finalmente, es importante recordar que, en caso de sufrir daños en electrodomésticos por deficiencias en el servicio, los usuarios de Edenor y Edesur tienen el derecho de realizar el reclamo ante el ENRE. Para ello, es vital contar con un presupuesto técnico oficial que detalle que la falla fue causada por un problema eléctrico, además de conservar la última factura paga y los datos de la cuenta para gestionar un eventual resarcimiento económico en las próximas liquidaciones.