Volkswagen volvió a mostrar esta semana el T- Cross, el primer SUV (Vehículo Utilitario Deportivo) producido por la marca en Brasil, un modelo para el que ha invertido 2.000 millones de reales (unos u$s540 millones) y que ha sido adaptado para el perfil del cliente sudamericano.

Esta adaptación responde a la estrategia de "regionalización" que la marca pretende llevar a cabo, según ha explicado el presidente de Volkswagen en América Latina, Pablo Di Si, durante la presentación de este modelo en el Salón del Automóvil de Sao Paulo, que abrirá sus puertas desde el 8 hasta el 18 de noviembre.

 

Este plan consiste en ofrecer un producto global, pero con características específicas en función de las personas a las que va dirigido, lo que en este caso se traduce en un diseño del automóvil más alto que el europeo y que será fabricado en el municipio de Sao Jose dos Pinhais, en el estado de Paraná.

Di Si también ha destacado durante su presentación las novedades que hacen del T-Cross un automóvil inteligente, como su panel totalmente digital y su "selector de perfil de conductor", que permite seleccionar entre cuatro tipos y así "cambiar por completo la experiencia de uso", según el presidente de la marca.

Volkswagen también ha introducido durante su presentación en la feria del automóvil su nueva línea de vehículos eléctricos, que según ha anunciado el CEO esperan que para 2025 sean producidos a un ritmo de un millón por año.

El crossover cero emisiones I.D. CROZZ presentado también hoy por la marca será uno de estos modelos que, a partir de su lanzamiento en 2020, impulse el objetivo de la marca alemana de pasar de la producción segmentada de coches eléctricos a la de alta escala para la próxima década.