Más de tres décadas de exhibiciones escriben la historia del Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica (NAIAS, por sus siglas en inglés), que se celebra en Detroit en enero de cada año.

Este tradicional salón internacional es el que marca el inicio de cada temporada para las automotrices, el único que se realiza en invierno (los europeos, e incluso el brasileño, son en primavera), y por eso tiene su mística a pesar del insoportable frío.

Sin embargo, la edición 2019 no será una más, y la nostalgia recae sobre la industria al tratarse de la última edición celebrada en en medio del frío más intenso de la ciudad de Michigan, en Estados Unidos, donde el lago que marca el límite con Canadá está casi siempre congelado.

A partir de 2020, el NAIAS será trasladado a junio, cuando las temperaturas empiezan a elevarse.

Si bien los organizadores aducen a que el clima juega una mala pasada, y aleja a los visitantes, lo cierto es que la deserción de marcas que se vive en el NAIAS es cada vez mayor, y hay que buscar la forma de no desaparecer y sostenerse en el tiempo.

En realidad, son varios los factores a tener en cuenta como hechos que no aquejan solo al NAIAS, sino que tienen que ver con la industria en general.

Hace tiempo que las automotrices empezaron a evaluar su participación en este tipo de eventos, el cual se considera uno de los más caros que debe enfrentar la industria.

Por ejemplo en Europa, las marcas alemanas ya no van al mítico salón de París, mientras que las francesas están ausentes en el salón alemán de Frankfurt.

Pero amén de esa postura, en Detroit sucede otra cosa: apenas unos días antes de este encuentro, el CES (Feria de Electrónica de Consumo) que se realiaza en Las Vegas y que convoca a todas las marcas de tecnología y electrónica, se convirtió en el gran atractivo de las automotrices.

Protagonistas del cambio de paradigmas más grande de los últimos tiempos, estas marcas, que ahora buscan más aliados en el mundo del software que en las tradicionales autopartistas, eligieron ser parte de los salones más innovadores y con mirada al futuro que de los típicos encuentros de autos donde solo se exponen productos en inmensos y caros stands.

Esto amenaza cada vez más a Detroit, donde su cercanía con la mega feria tecnológica no está cayendo bien.

Los números hablan por sí solos: mientras que en Las Vegas se presentaron 12 automotrices, en el NAIAS habrá solo 11 marcas presentes.

Además las de alta gama como Audi, BMW y Mercedes Benz, ya no estarán presentes, aunque sí hace pocos días lo hicieron en la ciudad de las luces y los tragamonedas.

Desde la organización afirman que el tradicional salón del COBO (el centro de convenciones que lo recibe hace años) no desaparecerá, pero hacerlo en junio, con un clima más agradable, puede ayudar a captar más atención del público.

“Nuestro salón está atravesando una de sus transformaciones más significativas de las pasadas tres décadas. Pero Detroit seguirá siendo el escenario global de algunos de los anuncios de vehículos más icónicos del mundo”, dijo Rod Alberts, director ejecutivo de NAIAS.

En este escenario de cambios, durante la 31 edición habrá igualmente importantes novedades que empezarán a revelarse a partir de la primera conferencia que arranca 8.40 AM (en Detroit son dos horas menos), con la presentación de Ford.

Las demás marcas que dirán presente son Ram, Volkswagen, Toyota, Nissan, Kia, Infiniti, Hyundai, Subaru, Lexus, y GAC.

En cuanto a las novedades que ya transcendieron, hay mucha ansiedad por conocer el nuevo todoterreno de la marca de lujo Cadillac, el XT6.

Otra novedad es el renacimiento del legendario Toyota Supra tras casi dos décadas de ausencia; la última generación de otro SUV, el Ford Explorer; y los prototipos eléctricos de Nissan e Infinit.

Suenan también como estrenos las propuestas de Hyundai, quien exhibirá el N FCEV, un vehículo de pila de combustible; y Kia con el Telluride, un nuevo SUV grande de la coreana. Para el resto de las novedades, habrá que esperar las conferencias que se brindan cada 30 minutos.