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Autos usados, en crisis: dueños sufren guerra de descuentos de 0Km y prevén cierre de agencias

El sector atraviesa un momento de cambios y aunque las transferencias no cayeron tanto como los patentamientos, advierten que la crisis se extenderá a 2020
05/04/2019 - 05:46hs
Autos usados, en crisis: dueños sufren guerra de descuentos de 0Km y prevén cierre de agencias

La crisis que empezó a sentirse en el mercado automotor a mediados de 2018, cuando las ventas de 0Km se derrumbaron -producto de la gran devaluación y suba de precios-, provocó un cambio en el negocio, tanto para los vendedores de unidades nuevas como para los propietarios y agencias que comercializan vehículos usados.

Como consecuencia de esta modificación abrupta e inesperada, que achicó el mercado a cerca de 800.000 unidades frente al millón proyectado para el año pasado, los concesionarios quedaron abarrotados con un alto stock de 0Km sin comercializar.

Y la realidad es que este panorama, lejos de mejorar, se está agravando. En el caso del segmento de vehículos nuevos, los patentamientos se desploman y esto, poco a poco, también está impactando en los usados, especialmente en aquellos que tienen pocos kilómetros de rodaje. 

De acuerdo a los datos de la Cámara de Comercio Automotor (CCA) las transferencias acumularon una baja del 4% en el primer bimestre de 2019 frente al mismo período del año pasado.

Esto representa una tasa de caída mucho menor que la que sufre el segmento de los 0Km: según datos de ACARA, los patentamientos se derrumbaron un 45% en el mismo período, con un mes de marzo que también fue para el olvido. 

Sin embargo, por la crisis, están cambiando rápidamente las condiciones de venta. Es por eso que en los concesionarios de segunda mano son cada vez menos optimistas y anticipan que la crisis se profundizará. 

Un efecto en cadena 

El problema más crítico para quienes venden usados es que el 70% de las operaciones se realizan cuando el cliente entrega su vehículo como parte de pago por uno nuevo, segmento que está paralizado.

El segundo problema está vinculado con los precios. Los 0Km no siguen hoy ninguna lógica. Las terminales, con tal de sacarse stock de encima, están apelando a una "guerra" de descuentos y de bonificaciones -a lo que suman cuotas sin interés-. Y esto genera que no haya un parámetro claro para cotizar los autos de segunda mano, especialmente los seminuevos.

El ejemplo más claro sucedió en 2018: mientras que los 0Km habían aumentado un 90%, los usados -principalmente los que tienen pocos años, que son los más buscados- no llegaron a actualizarse al mismo ritmo y se convirtieron en una gran oportunidad de compra. Como contrapartida, para los dueños que cerraron una operación fue un mal negocio. 

Si bien es común que el mercado de reventa tarde más tiempo en actualizarse, el año pasado la inestabilidad fue tan marcada y abrupta que no dejó margen para adaptarse a tiempo.

¿Qué sucede ahora? Hoy el contexto es diferente, y estos mismos modelos que fueron oportunidad se convirtieron en un dolor de cabeza para los concesionarios.

Básicamente porque el "festival" de descuentos con el que vienen avanzando las terminales genera que los valores de los modelos 0Km queden muy cerca de solaparse con los de los seminuevos. 

Sucede que las automotrices, afectadas por un stock que supera los 200.000 unidades y que serviría para abastecer los puntos de ventas sin fabricar un solo modelo por varios meses, empezaron a realizar grandes promociones. Incluso, las marcas están sumando la opción de pagar en cuotas a un bajísimo interés, algo difícil de conseguir en un escenario de tasas por las nubes. 

De esta manera, una unidad modelo 2017 o 2018 puede tener un valor hoy muy cercano al de un 0Km.

Así lo explicó Alberto Príncipe, presidente de la Cámara de Comercio Automotor: "La situación es muy particular porque hoy el usado más joven se toma pero sobre el precio de lista de los 0Km con el descuento, si no termina siendo más caro. El mercado es el que fija los valores".

De esta forma, el directivo resaltó lo difícil que resulta vender estos modelos y también lo complicado que es convencer al cliente para que baje el precio de un auto que quizás tiene apenas 20.000 km y está en perfecto estado.

Algunos ejemplos concretos:

- Mientras que Peugeot 208 año 2017 cotiza entre los $590.000 y $600.000, la marca lanzó una promoción por un 0Km de los más equipados a 637.000 pesos.

- Algo similar ocurre con algunos modelos de Nissan. Por un Note 2019 se pueden pagar desde $540.000, mientras que un 2017 tiene un precio que arranca en 490.000 pesos.

- En el caso de Ford, hay grandes bonificaciones. Por ejemplo el Ka, con un valor de lista $599.200, se ofrece en realidad a $534.000. Un usado modelo 2018 arranca en $480.000. Además. la ventaja en el caso del 0Km es que financian hasta en 24 cuotas con una tasa del 9,9 por ciento.

Otro de los segmentos que está muy afectado es el de autos chicos, que son los más económicos y algunos de los preferidos cuando se habla de usados.

"Con los autos más baratos sucede que el comprador es generalmente aquel que llega al vehículo con lo justo, haciendo un sacrificio", comentó Príncipe. 

En este sentido, destacó que tanto el valor de la transferencia como de la patente son los dos elementos que más se toman en cuenta a la hora de cerrar la operación, y cada vez más clientes están con dificultades enfrentar esos gastos.

A esto se suman las altas tasas de interés, que dificulta cerrar la operación, dado que a los potenciales compradores que no disponen de todo el efectivo no les conviene sacar un crédito para comprar un usado. 

Los más beneficiados

En este contexto de cambios, los modelos que se buscan y que tienen más salida son aquellos con 4 o 5 años de antigüedad, especialmente del segmento mediano.Sin embargo, el hecho de generarse menos operaciones de compraventa de autos nuevos, hace que este nicho también tenga una rotación baja, porque la mayoría de los patentamientos de 0km se hacen con un usados a cambio.

"El problema que tenemos más grave es la falta de financiamiento y de opciones para que el cliente pague su vehículo. Esto sí lo están ofreciendo las terminales para sus modelos nuevos", agregó Príncipe.

En el mismo sentido Juan Carlos, gerente de un concesionario oficial de la zona de Pilar, explicó que reciben muchas consultas de compradores interesados en vender su unidad, pero no logran encontrar alternativas para comprar con el dinero que tienen ahorrado.

"Cada vez que entra un cliente pregunta si hay créditos, y la verdad es que todas las opciones son para los autos nuevos. Esta es una traba muy grande para nosotros y no podemos salir adelante ni ayudar a cerrar una operación", se lamentó.

"Hace mucho tiempo que reclamamos medidas para este negocio, es fundamental que aparezca también el financiamiento para los usados, tal como existe para los 0km, porque si no el negocio se irá achicando cada vez más", alertó Príncipe.

Malas proyecciones

En medio de este escenario, donde los autos seminuevos no pueden competir con los 0Km, los empresarios consideran que la recuperación llevará un tiempo mucho más largo del esperado.

En el caso del segmento de vehículos nuevos, para las automotrices podría haber una leve recuperación en el último trimestre del año. Además, ya se compararía con un semestre bajo en ventas, como sucedió en 2018. Sin embargo, para los usados, esto recién llegaría en 2020, dado que para 2019 las visiones más pesimistas hablan de una caída del 10%. 

Como consecuencia, desde el sector advierten que habrá más cierres de concesionarios y despidos de personal.

"Muchos empresarios que tienen tres o cuatro sucursales las están cerrando y quedaron únicamente con la casa central. Esta medida será cada vez más común, incrementando el desempleo", explicó Príncipe.

Por otro lado, admiten que la financiación seguirá siendo el gran ausente. "Manejarnos con las tasas de los bancos, que son de más del 60%, es imposible. Además, los costos de transferencia subieron tanto que a mucha gente se le hace difícil cubrirlos. Hay que repensar mucho la estrategia para seguir trabajando", se lamentó el dueño de una cadena importante de concesionarios.