Turismo a medida: cómo aprender a usar tu camioneta en una travesía 4x4 con expertos
Cinco días de aventura en la belleza natural de La Rioja fueron un camino de ida para entender de qué se tratan las travesías 4x4 con empresas especializadas, una opción que es cada vez más elegida en el país, y que muchos experimentan en su afán por combinar turismo y conducción en un solo viaje.
Si nos remontamos a los últimos años, todo comenzó con el incremento en ventas de camionetas y 4x4 , a lo cual las marcas respondieron con nuevos modelos para todos los segmentos. Esta realidad vino acompañada por un consumidor que también descubrió las ventajas de estos vehículos para transitar todo tipo de terreno, desde una ruta en mal estado, como solemos encontrar en la Argentina, hasta para recorrer lugares que serían "inaccesibles" con un auto de pasajeros.
Pero eso no es todo: los planetas se alinearon en post de otros deseos de quienes están frente al volante y tienen que setear su GPS hacia nuevos rumbos. Hubo un resurgimiento del interés por conocer el país (en gran parte, impulsado por el Previaje), y también las escapadas de fin de semana largo empezaron a ser más valoradas por quienes necesitan desconectarse del acelerado ritmo cotidiano, y no tienen mucho tiempo para hacerlo.
Entrelazando todas estas tendencias, es que me animé a experimentar una opción que une la posibilidad de viajar, hacer turismo, conocer, aprender y disfrutar al mismo tiempo. Fue cuando acepté la invitación de Off Road 4x4 Experience y Mujeres TT (todoterreno). Es un grupo de expertos formado por Quique Camaratta, su fundador; y Sofía Camaratta, creadora de la actividad exclusiva para que las mujeres se animen a manejar en cualquier lugar. A ellos se suman Gabriel Leiro, otro de los pilares de la aventura; en esta oportunidad Juan Cruz Domínguez, piloto profesional (fue parte de la organización del Dakar) y Facundo Carrizo, el guía local.
De qué se trata
Acostumbrada a recorrer circuitos off road con las automotrices, quienes preparan diferentes recorridos para probar las camionetas y SUV que van presentando en el mercado, o de hacerlo en la arena con amigos en vacaciones, la idea de ser parte de un grupo que propone un recorrido y te enseña a manejar una 4x4 parecía que no era necesaria. Le sucede lo mismo a muchos turistas que durante el verano se acercan a Cariló, donde las marcas exponen sus vehículos, y hacen algún recorrido por los médanos. Creen que es suficiente para maniobrar en la arena o atravesar el barro, y para saber dominar el volante cuando las condiciones geográficas no son perfectas.
Lo cierto es que, manejar en terrenos hostiles es mucho más que eso. Y se necesita de expertos que conozcan el terreno y te guíen, si el objetivo es minimizar riesgos y sumar conocimientos.
De eso se ocupa Off Road 4x4 Experience y me embarqué rumbo a La Rioja, una provincia que sería examinada en tres días intensos, más uno de bienvenida y el último de cierre para armar las valijas y partir. El programa es "intenso", arranca muy temprano y termina muy tarde, pero es la forma de llegar a cada uno de los objetivos y poder conocer los paisajes naturales de Argentina sin que la noche, el viento o las intempestades del clima en las alturas te sorprendan a mitad de camino.
En este caso, las metas fueron tres: Mina la Mejicana, a 4500 metros sobre el nivel del mar, ubicado al pie de las cumbres nevadas del Famatina, donde se presentaron los primeros obstáculos del terreno barroso; la Quebrada del Yeso, donde la dificultad es una superficie quebradiza llena de piedras que parecen imposibles de pasar aún con un vehículo hecho a medida; y Corona del Inca, un escenario que mezcla tierra, ripio, arena, y su gran desafío: trepar a los 5500 metros de altura para bordear un cráter.
El secreto para hacerlo: hay que estar organizado, entender que 12 kilómetros pueden llevar un recorrido de 8 horas, y para las altuas prepararse bien: tomar mucha agua, comer liviano, y saber que no todos los cuerpos están preparados para ese ascenso, aunque sea en un vehículo, en tan poco tiempo. Todo eso, te lo enseña Off Road 4x4 Experience y es el diferencial para tomar todas las precauciones necesarias.
De clientes individuales a un grupo de aliados
Cada travesía que organiza Camaratta y compañía cuenta con clientes que se anotan y pagan para participar del encuentro. Llegué a La Rioja en un Jeep Rubicon con Juan Cruz y Sofía, quienes pasaron a buscarme por San Juan (estaba allí en otro evento de una marca de camiones). Y con la promesa de que iba a manejar (Jeep y los responsables de la marca en el país lo sabían).
La primera noche es momento de presentaciones, encuentro, charlas, conocer quiénes se suman a estas acciones. Y ahí la primera sorpresa: cada cliente llega en su vehículo 4x4, y se anotan desde matrimonios que ya tienen experiencia en este tipo de turismo "extremo" a medida hasta otros que lo hacían por primera vez, que ni siquiera sabían usar la tracción "en baja" de su camioneta. También una pareja celebraba su luna de miel, había mujeres y hombres que fueron solos en sus 4x4, algunas que se anotaron como peatonas (van de copiloto en los vehículos de la organización) y grupos de amigos que mezclaron aprendizaje con diversión.
Le pregunté varias veces a Sofía el perfil del cliente, y viviéndolo desde adentro la respuesta es clave: hay de todo. Y no solo eso, sino que sería una buena opción para que todos los que quieren hacer un verdadero turismo todoterreno lo tengan en cuenta.
Cada momento se convierte en una fuente de doble conocimiento: aprendés a manejar, al tiempo que descubrís el país que, sin un guía y con un grupo de apoyo que te rescata de cualquier problema, es casi imposible de realizar. Además, todos se llevaron un conocimiento más profundo del vehículo que manejaban, y descubrieron equipamiento que ni sabían que tenían.
Lo importante: ¿cómo manejar y evitar errores?
Si bien es imposible dejar de lado la belleza de los lugares inhóspitos descubiertos a lo largo del camino, la clave central y el objetivo de quienes van a esos encuentros es, en gran parte, aprender algo más de todo lo que se puede hacer con su vehículo.
Aunque las camionetas y SUV son de los vehículos más vendidos en el país, muchos compradores no conocen la cantidad de opciones que le proponen. Para este tipo de recorridos tienen que ser 4x4, pero en esta oferta que hay de diversos modelos con tracción integral existen los más y menos aptos, y es importante conocerlo y el factor decisivo para sumarse a la acción (si quieren hacerlo con su propio medio de transporte).
Lo primero a saber: no es lo mismo un AWD -All Wheel Drive-, que es tracción integral en las cuatro ruedas de manera permanente, que los 4x4, que proporcionan potencia y torque a las cuatro ruedas del vehículo, además de tener una carrocería más robusta y con mayor despeje del piso. Este modelo se necesita para estos recorridos.
También dentro de la tracción 4x4 existe el modo de 4x4 alta o baja, y cada uno de ellos será clave según el terreno. Es entonces en este marco natural donde todas las condiciones del vehículo se ponen a prueba, donde se aprende a manejar un todoterreno y se puede exprimir el equipamiento de cada unidad, desde el bloqueo de diferencial, control de ascenso y descenso, cámaras delanteras y traseras, hasta un sinfín de tecnologías que ayudan a transitar el terreno. Y si no lo tienen, con los guías se avanza igual.
Además, otro dos requisitos: GPS y handy son clave para emprender este desafío donde no hay señal y es necesario estar siempre orientados y comunicados.
Los pilotos y guías, clave de la travesía
Además de aprender a usar el 4x4 o terminar de descubrirlo en el caso de no haber tenido la oportunidad, los expertos que acompañan en la travesía son la clave de la acción. El recorrido es encabezado por un piloto profesional, con un guía local que te ayuda a conocer la historia de cada lugar que vas transitando.
Es una mezcla de aprendizaje sobre conducción, geografía y sociología al mismo tiempo, cómo el paso del tiempo dejó intacto el cable carril más alto del mundo en Chilecito, una obra excepcional de la ingeniería civil de principios del siglo XX que permitió el traslado de oro, plata y cobre –a más de 4.400 metros sobre el nivel del mar en la cordillera de los Andes– desde la mina La Mejicana en el corazón del macizo de Famatina (6.250 metros) hacia la estación ferroviaria de Chilecito, a unos 35 km en línea recta.
Mientras tanto, Juan Cruz, el piloto que me cedió el volante y me enseñó cómo conducir en cada terreno, mendocino y con experiencia en alturas, guiaba a todo el grupo con indicaciones sobre qué tracción usar en determinado tramo, cuando hacer los cambios en los vehículos con caja manual, cuándo acelerar sin necesidad de apretar a fondo el pedal, sino aprovechando la inercia, y cómo cuidar los neumáticos en terrenos llenos de piedras filosas.
Carrizo sumó su conocimiento. Riojano, amenizó el camino con sus relatos por handy para que todos sepan que había pasado en ese transitar donde dejaban sus huellas y en las altas montañas que delimitaban el terreno. También alertaba sobre "que se venía", para preparar el vehículo para pasar por ese cauce que había dejado un río desaparecido o para tener cuidado en el piso congelado por el frio de las alturas.
Manejo en piedra, la mejor experiencia
Cada uno de los destinos tiene su encanto, pero la ecuación final es: qué recorrido te gustó más. En la última cena, más relajados, satisfechos por los logros de cada conductor, se hace ese "censo". Y hubo una coincidencia casi unánime: la Quebrada del Yeso es un lugar que nadie se puede perder de conocer en el país.
El terreno es el más complicado, y por eso antes de ingresar al recorrido un cartel indica que es únicamente para vehículos 4x4 con un manejo técnico, que hay que tener precaución. Y así lo es, por eso lo mejor es que un grupo de especialistas te guíe en el camino.
Un solo detalle: en muchas partes donde se deben atravesar enormes rocas no se ve lo que está por venir, y solo la confianza en el piloto que desde abajo da las indicaciones te permite pasar los obstáculos. Con las manos en el volante, solo resta mirar (en mi caso a Juan Cruz) porque no hay forma de pasar sin esa interpretación de manos que te cambian de segundo en segundo entre volante a la derecha, la izquierda o el frente. Atención plena y confianza ciega.
La Quebrada del yeso está conformada por altas formaciones que abarcan 12 kms. Atraviesan la Sierra de los Colorados, con laderas con una inclinación de 45º provocada por los movimientos tectónicos. Se accede desde El Condado, en las afueras de Villa Castelli, a 30 kms. de Vinchina, únicamente en 4×4 por un terreno accidentado y semidesértico, aunque también es posible ir en camioneta propia, siempre con un guía. Es importante mencionar que todas las actividades deportivas se desarrollan por los lechos de los ríos y quebradas que en época estival de lluvias recomponen el suelo.
El cráter Corona del Inca es uno de esos sitios y resulta imperdible para quienes ansíen el contacto con la naturaleza. Pero el recorrido para llegar incluye la impactante Reserva Provincial Laguna Brava, senderos agrestes bordeando las desafiantes montañas cordilleranas. Atravesando una geografía accidentada, quebradas, y ríos, el paseo también descubre a los gigantes cerros Veladero y Bonete con 6500 metros de altura. Pero realmente impresionante resultará el Volcán Pissis: majestuoso, se eleva hacía el cielo alcanzando los 6882 metros.
Síntesis de lo indescriptible
Tres días no son suficientes para internalizar la inmensidad de los paisajes que son como obras de arte.
Sin embargo, sí alcanza para cambiar y entender ciertos conceptos y necesidades de quienes quieren vivir el verdadero mundo off road. Y para ello, contar con el apoyo de una empresa especializada es necesario. La travesía por ciertos caminos necesita de herramientas, soporte, gente especializada que pueda resolver problemas varios.
Además, sirve para conocer la camioneta, saber cómo pasar cada terreno y hasta dónde se puede llegar. Con los pilotos especializados, no hay terreno invencible, aunque se necesita precaución, prudencia y conservar la tranquilidad.
En el caso de Off Road 4x4 Experience, está todo garantizado. Se contrata el servicio que incluye también hotelería, comida, atención en cada tramo del camino, guía y pilotos que saben cómo manejar. Sofía, para las mujeres que se animan a ir solas y quizás lo hacen por primera vez, es una aliada para tomar coraje frente al volante (muchas compañeras de grupo tomaron el toro por las astas y desplazaron a sus "maridos" del volante, mientras que las solas se animaron a todo.
Mezcla de adrenalina, emoción, sorpresa por la inmensidad argentina y satisfacción por saber que la conducción más difícil se hace viable si contás con un buen instructor, un equipo de soporte y el conocimiento de un guía. Y aunque sobran los expertos al volante y cualquiera cree que se pueden atravesar montañas con lo que ya se sabe, siempre hay más para aprender.