El lanzamiento de la camioneta Ranger merecía una presentación con bombos y platillos, como acaba de concluir en Mendoza, con una prueba de manejo que reunió a periodistas de toda la región, después de exhibirla en las escalinatas de la Facultad de Derecho de la UBA; en Agroactiva y en un acto protocolar en la misma planta donde se fabrica, en Pacheco.

La nueva generación fue concebida durante tres años desde que se empezó a transformar la fábrica en 2020, más allá de que arrastra una historia de casi cuatro décadas de vida. Sin embargo, toda esa trayectoria que se sustenta en la Raza Fuerte (con la F150 como la camioneta más vendida del mundo), en los últimos años empezó a flaquear, y muchas veces desde este lado, al conocer y manejar cada nueva generación y rediseño, la pregunta era por qué.

Ford dejó libre el camino a la competencia justo en un momento en que las camionetas comenzaron a ser un boom en el país y la región. Tanto porque llegaron modelos que la superaron en algunos aspectos claves para el nuevo consumidor que busca confort (y prefiere Volkswagen Amarok), como por un descuido en la postventa (que hace que elijan Toyota Hilux). Así, su cliente se fue "perdiendo" en otras marcas, y hoy es tercera en ventas en Brasil y pelea el segundo lugar en la Argentina.

Este dato puede ser más grave para la marca si no hay rentabilidad, pero si invirtió u$s600 millones, y lo hizo mientras cerraba en Brasil sus fábricas, hay un plan a futuro. Tras probar la nueva camioneta en Mendoza, en un corto contacto pero que sirvió para sacar algunas dudas, estos cambios son clave para pensar por qué puede empezar una nueva era.

Una camioneta más grande, cómoda y atractiva: un combo perfecto

La Ford Ranger cambió por dentro, pero no solo de aspecto. Había un tema clave que estaba obligada a mejorar, y era la falta de confort. Si bien es la más tecnológica y segura desde hace mucho tiempo, ahora es también confortable.

Con las dimensiones más amplias (creció en todos los sentidos) logró ser más cómoda tanto en las plazas delanteras como traseras, donde era más criticada porque el respaldo del asiento tan derecho hacía imposible viajar muchos kilómetros sin escuchar quejas de los pasajeros.

La nueva camioneta Ranger cambió el chasis y suspensión.

También, gracias a la nueva suspensión, dejó de ser saltarina y no rebota como antes en cada imperfección mínima del asfalto. Así, la conjunción de calidad, armonía, buen gusto, habitabilidad y tecnología hacen que sea, para mi, una de las más logradas en cuanto al interior.

Una gran pantalla vertical distingue a la Ranger.

Hay dos preguntas que surgen en este sentido:

• ¿Es mejor que VW Amarok, referente del segmento?: No se si es mejor, pero si igual y diferente, con más tecnología y seguridad.
• ¿Alguien compra una camioneta solo por el confort? Seguro que no, pero hoy en día, es uno de los factores que hace que muchos compradores la descarten y elijan otra que le ofrece buen motor y confort al mismo tiempo.

Los nuevos motores, ejes de la transformación de la camioneta

Sin dudas, la nueva oferta de motores es uno de los datos claves de la nueva generación de Ranger. Desapareció el naftero y hay tres diésel, con la incorporación del V6 que es cada vez más demandado en el segmento, y que Ford lo ofrece con la Raptor, que es $10 millones más cara. Si bien probamos solo el V6, promete una excelente evolución en toda la gama, especialmente en consumo, que era una de las grandes críticas.

Con los nuevos motores, la nueva Ranger es una de las más eficientes.

En cuanto al V6, con 250 CV, reacciona de manera impecable, pero más allá de eso, la insonorización es lo que llama la atención. Combina muy bien con la caja de 10 marchas automática. Las otras opciones son Bi Turbodiésel 2.0L de 210 CV y Turbodiésel 2.0L de 170 CV.

Afirman que en el segmento, que es el segundo más grande del mercado, el 20% de las ventas son de la serie alta y un 28% media-alta. Por eso Ford abastecerá a la red muy bien en las versiones tope para competir con la V6 de Volkswagen.

Una camioneta a disposición del manejo confortable

Cuando tanto se habla de la importancia del confort, y se critica a Ford por cómo Volkswagen la superó con menos historia, hay un dato que no se tiene en cuenta: Ford trabaja para un manejo confortable integral. Y la nueva Ranger supera la apuesta de la anterior generación.

Los modos de conducción de la Ranger permiten adaptarla a diferentes terrenos.

Por un lado, si bien la tecnología para el entretenimiento es muy completa, en seguridad y en cuanto a los asistentes a la conducción es aún mejor.

Cuenta con 6 modos de conducción que resultan muy prácticos para andar en barro, arena, piedra u otros escenarios, sin recurrir a la doble tracción. Todo esto, acompañado de la cámara 360 que facilita la toma de decisiones en un descenso o ascenso, donde no se ve el camino. A esto se suma un nuevo sistema de tracción inteligente 4WD con caja de transferencia que incluye las siguientes opciones.

A esto se suma la caja de 10 marchas en la versión V6, que no solo logró un andar suave sino que, a bajas revoluciones, ahorra en consumo. Si bien la prueba de manejo fue corta, ofrece un mejor rendimiento. Otro dato: cuenta con "Skip shift", que son levas pero no al volante, sino al costado de la caja. 

Ford Ranger, con el mismo frontal que la Serie F.

Toda la combinación de asistentes permite hacer la conducción más cómoda y segura, lo cual permite tener un manejo más relajado.

¿Cuáles son las expectativas de Ford?

Según la marca, la nueva camioneta está en condiciones de pelear por el primer puesto, aunque su frase es: "La nueva Ford Ranger va a redefinir el segmento". La capacidad de producción de la fábrica es de 110.000 unidades en Pacheco, la cual se irá alcanzando de acuerdo a la demanda.

Otro dato clave: la planta está preparada para fabricar una versión híbrida en un plazo de 5 años. Seguramente cuando Toyota presente la nueva Hilux, en 2025, tendrá esa opción.

Por ahora, uno de los grandes desafíos es mejorar cuestiones que solo dependen de la marca, como la postventa, donde Ford dejó en manos de la tecnología gran parte de la asistencia al cliente, pero solucionar fallas claves de los concesionarios también será fundamental para crecer y volver a ser número 1. 

Ya se vende desde $11 millones hasta $23 millones, un valor que se encuentra a la altura del mercado.