El secreto detrás de Ferrari: quiénes pueden y quiénes no tener un auto de la marca

Más que una marca de autos de lujo, Ferrari es un emblema de exclusividad y prestigio. Poseer un Ferrari implica no solo contar con dinero, sino también respetar y estar a las alturas de las estrictas normas que la marca impone.

La firma italiana supervisa cuidadosamente el uso y la imagen de sus coches, permitiendo como clientes únicamente a quienes defienden sus valores y filosofía.

La lista negra: quiénes quedan fuera del club Ferrari

Los que incumplen las normas no oficiales pueden terminar en la famosa lista negra de Ferrari. Si bien pueden acceder a modelos de "gama media" como el 296 GTB o el Ferrari Roma, se les prohíbe comprar modelos "premium" como el LaFerrari, el F80 o Ferrari Enzo, sin importar cuánto estén dispuestos a pagar. Bugatti comparte con Ferrari la práctica de vetar a clientes que no cumplen sus reglas.

Numerosos millonarios y famosos han sido incluidos en esta lista por saltarse las normas, llegando incluso a enfrentar procesos judiciales por ello.

Más que un auto: el riguroso control de Ferrari sobre sus vehículos y clientes

Ferrari protege celosamente su imagen y exige a sus clientes un compromiso que va más allá de la compra. Antes de retirar su vehículo, los compradores deben firmar un contrato con cláusulas que incluyen desde la prohibición de cambiar el color original hasta la imposibilidad de alterar o retirar el emblema de la marca.

La marca también requiere que sus vehículos se mantengan impecables, se utilicen responsablemente y eviten cualquier contexto que pueda dañar su reputación.

Lista negra de Ferrari: escándalos, personalizaciones y usos prohibidos

Los principales motivos para entrar en la lista negra incluyen tuneos extravagantes, uso del coche para publicidad sin autorización o la reventa prematura del vehículo. Ferrari se cuida de no asociar su nombre con escándalos o comportamientos negativos.

Por ejemplo:

• Justin Bieber fue vetado por olvidar su Ferrari 458 durante tres semanas
• El DJ Deadmau5 fue sancionado por personalizar su 458 con el videojuego Nyan Cat y llamarlo "Purrari 458", una acción que Ferrari consideró irrespetuosa
• El diseñador Philipp Plein fue demandado por usar su Ferrari 812 Superfast para publicitar zapatillas, y el tribunal lo condenó a pagar 300.000 euros en indemnización

Ni el dinero ni la fama garantizan el acceso

Ni la riqueza ni la celebridad garantizan el acceso a Ferrari. Floyd Mayweather, que llegó a tener una colección de hasta 16 autos deportivos de la marca, fue excluido por adquirirlos solo para lucirse y luego venderlos rápido, sin reconocer el valor artístico que poseen. Kim Kardashian pasó por una situación parecida.

Figuras como Nicolas Cage y 50 Cent parecen tener vetos permanentes, ya sea por sus dificultades económicas o por sus polémicas declaraciones. En el caso de Cage, vender su Ferrari Enzo por mucho menos de su valor real para cubrir deudas no evitó que lo incluyeran en la lista negra de Ferrari.