No firmes sin leer: los aspectos legales clave antes de firmar el contrato de alquiler

Firmar un contrato de alquiler puede parecer un trámite sencillo, pero no todos son iguales. Factores como quién lo redacta, el tipo de propiedad o la inmobiliaria interviniente pueden generar diferencias clave.

Términos como "resolución anticipada", "ajuste trimestral" y "renovación automática" pueden implicar condiciones muy distintas según cómo estén formulados, por lo que es fundamental leer con atención antes de firmar.

Comprender a fondo lo que se firma no es solo cuestión de saber cuánto se paga por mes: también implica saber qué pasa si hay incumplimientos, si querés mudarte antes de lo previsto o si el propietario decide vender la propiedad.

Las 7 claves que no podés pasar por alto cuando firmás un contrato de alquiler

• 1. Qué debe decir el contrato sobre monto, lugar y moneda

El contrato debe especificar la cifra mensual del alquiler, cómo y dónde se pagará (transferencia, efectivo, etc.) y en qué moneda. Pese a que el acuerdo puede establecer el pago en pesos, dólares u otra divisa, una vez que está firmado no es posible exigir un cambio. Por eso es clave que todo quede asentado por escrito desde el principio.

• 2. IPC, salarios o inflación: cómo se define el aumento del alquiler

Hoy en día, inquilinos y propietarios tienen libertad para definir a qué indicador atarán la actualización del valor del alquiler: inflación, salarios, precios mayoristas o una combinación. También deben acordar cada cuánto se aplicará ese ajuste.

En la Ciudad de Buenos Aires, lo más común es pactar contratos en pesos por dos años, con ajustes cuatrimestrales según el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

• 3. Qué dice la ley si no se fija un plazo en el contrato de alquiler

El plazo del alquiler es libre, pero si no se aclara nada en el contrato, se interpreta que es de dos años. Las partes pueden definir en el contrato cómo se realizará una salida anticipada, fijando tiempos de preaviso e compensaciones, en caso de que las hubiere.

Si no se detalla, el inquilino puede terminar el contrato en cualquier momento sin notificación previa, pero deberá pagar una indemnización del 10% sobre el monto total que resta hasta la fecha originalmente pactada.

• 4. Qué cambia en garantías y depósitos con la nueva normativa

Con la derogación de la Ley de Alquileres, ya no hay un esquema obligatorio de garantías. Las partes pueden acordar libremente el tipo de respaldo (propietaria, seguro de caución, recibos de sueldo, etc.).

Lo mismo ocurre con el depósito: ya no hay un tope legal. Por eso, es fundamental definir con claridad cuánto se entrega al inicio del contrato y bajo qué condiciones se devolverá.

• 5. Qué gastos corresponden a cada parte

Expensas ordinarias, extraordinarias, ABL, arreglos menores… Todos estos ítems deben estar detallados en el contrato. No se trata de desconfiar, sino de evitar futuros malentendidos. Por ejemplo, si una canilla pierde, ¿quién la repara? Si el edificio pasa una expensa por obras mayores, ¿la paga el inquilino o el dueño? Un contrato claro en estos puntos evita discusiones que, lamentablemente, son frecuentes.

• 6. Alquiler con muebles: la importancia de detallar lo que se entrega

Cuando se alquila un inmueble amueblado o con electrodomésticos, conviene dejar un inventario escrito con el detalle de cada objeto y su estado al momento de la entrega. Acompañarlo con fotos es una buena práctica para tener respaldo ante eventuales diferencias al finalizar el contrato.

También es importante dejar constancia de otros aspectos: paredes recién pintadas, humedad, funcionamiento de artefactos. Un relevamiento inicial puede ahorrar muchos dolores de cabeza después.

• 7. Pensar desde el principio en la entrega final

Aun si falta mucho para la mudanza final, es recomendable dejar asentado desde el principio cómo debe devolverse la propiedad: en qué estado, con qué nivel de limpieza, si hay tareas pendientes y cómo se coordinará la entrega de llaves.

Algunos contratos incluso prevén penalidades por entregas fuera de término o daños. Por lo que revisar ese punto con tiempo puede evitar tensiones al cierre del vínculo.