Vuelve el canuto sojero: el campo especula con un alza del billete verde y se frena la venta de granos
COMEX - 23 de Junio, 2017

Cuando este jueves el INDEC publicó los datos sobre el intercambio comercial argentino, hubo un dato que no pasó desapercibido para los funcionarios. 

Mientras que las exportaciones de manufacturas de origen industrial fueron las vedettes de mayo, de la mano de un salto interanual del 23%, los despachos de productos primarios y de manufacturas agropecuarias sufrieron caídas -en volúmenes- del 13% y del 9%, respectivamente. 

¿Qué significa esto? Que se enviaron al exterior menos toneladas de soja en todos sus formatos: poroto, aceite y harina.  

Las razones de la merma de la participación del campo tiene varias aristas. Y una de ellas está estrechamente vinculada con el dólar. 

Según la consultora Abeceb, además de los problemas climáticos, que no permitieron finalizar la cosecha, se sumó "la especulación de los exportadores en torno al movimiento del tipo de cambio por las elecciones, lo cual los lleva a demorar la liquidación". 

Y la estrategia de esperar no se limita a las empresas que despachan granos. También se siente en el campo, donde los ruralistas están adoptando la estrategia de vender lo mínimo posible, ante la perspectiva de que, una vez pasado el proceso electoral, el billete verde suba de precio.

Desde el IERAL, dependiente de la Fundación Mediterránea, le pone cifras al "canuto sojero".

De acuerdo con el análisis de los economistas Juan Manuel Garzón y Nicolás Torre, en mayo, los productores vendieron apenas 12,1 millones de toneladas de soja, 6 millones menos que las registradas en las 11 campañas anteriores.

"Las ventas significan el 21% de la producción del ciclo (58 millones de toneladas), por debajo del 39% observado en promedio en la década previa", señala el reporte de IERAL.

De esta forma, el volumen de granos no comercializados tiene un valor de entre u$s1.440 y u$s2.400 millones.

Pero esto no sólo afecta a los productores, sino también al resto de la cadena.

Por lo tanto, según IERAL, el efecto dominó se hizo sentir en "las actividades 'aguas abajo' de la producción de granos", como los molinos y aceiteras, así como también en las que dependen de la realización de estas ventas, tales como transportistas, comercios y servicios especializados. 

Los expertos señalan que un factor relevante para sentarse sobre los granos es "el premio de entre u$s10 y u$s20 por tonelada (entre 4% y 9% del precio actual) que puede encontrarse actualmente en los mercados de futuros (MATBA) por mercadería cuya comercialización se demore hasta fin de año". 

A esto agregan el nuevo "contexto financiero en el que operan actualmente los productores, que permite acceder a crédito en dólares a tasas considerablemente más bajas que en años anteriores, facilitando apalancar la `demora`". 

Las estadísticas apoyan este análisis. De un stock de u$s278 millones de compras de dólares en el primer trimestre 2016, se pasó a un stock de u$s1.186 millones en el mismo período de este año.

El dólar, en la mira Los últimos informes que manejan en la City van en línea con la estrategia del "canuto sojero". 

En el último reporte de FocusEconomics, correspondiente a junio, que recopila proyecciones de bancos de inversión y consultoras –tanto nacionales como del exterior– el consenso es que a fin de año el tipo de cambio cerrará en $17,49.

Esta cifra es 15 centavos superior respecto al relevamiento anterior, publicado en mayo. De concretarse estas previsiones, la devaluación para todo el 2017 sería de 10,1%.

Sin embargo, hay consultoras locales que prevén un avance más marcado.

Tal es el caso de LCG,de Martín Lousteau, que calcula un dólar de $18,15 para el último día de diciembre. Le siguen Fundación Capital ($18,10) y Abeceb ($18,02).

Cabe aclarar que estas proyecciones fueron trazadas antes de que se conociera que la Argentina, al menos hasta junio del año que viene, no formará parte del "club de los emergentes". 

En este sentido, ya hay reportes que advierten de una mayor presión sobre el tipo de cambio. 

Por eso, consultoras y bancos de inversión están analizando nuevamente los números, que serán seguidos muy de cerca por productores y grandes exportadores. 

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