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"Plan 1 millón de autos", en zona de riesgo: la industria está lejos de cumplir el objetivo oficial

Hace menos de un año se lanzaba esta ambiciosa iniciativa. Sin embargo, la actual crisis genera que se esté lejos de lograr la primera etapa
25/02/2019 - 11:01hs
"Plan 1 millón de autos", en zona de riesgo: la industria está lejos de cumplir el objetivo oficial

Tasas de interés altas, precios que se dispararon un 75% promedio en el último año y ventas por el piso. El panorama que enfrentan las automotrices en el mercado interno tiene todos los condimentos como para que la crisis sea profunda y no tenga fecha de vencimiento.

Más aun en un contexto en el que el Gobierno viene de subir nuevamente la tasa de referencia y que el dólar está lejos de generar tranquilidad en quienes están evaluando la compra de un bien atado al valor del billete verde, como es el caso de los autos.

Desde algunas consultoras, como Abeceb, proyectan que para pensar en retomar los niveles de ventas de 2018, superiores a las 800.000 unidades, recién habrá que esperar hasta el año 2021.

Como contrapartida, las exportaciones lucen con mejores perspectivas pero tampoco hay un clima de festejo, ya que el desplome del mercado interno alcanza tal nivel que pocos en el sector creen que el 2019 sea un año de crecimiento en términos de producción.

Sucede que, conforme la tendencia a la baja de los patentamientos se fue acelerando en los últimos meses, y a medida que los autos se fueron apilando en los playones, las marcas han ido sacando el pie del acelerador.

El problema es que el derrumbe de las ventas es tan marcado que, pese a este esfuerzo por achicar los inventarios, el stock equivalente en cantidad de días ha ido en aumento.

Además, la industria automotriz en enero estuvo operando al 25% de su capacidad instalada, en parte por las paradas técnicas que se suelen hacer a esa altura del año y también por la readecuación de las líneas en algunas plantas, que pasarán a producir nuevos modelos.

Pero está claro que esas paradas técnicas no alcanzan para explicar la gravedad de la crisis que afecta al sector. Sobre este punto, hay un dato que deja al descubierto la situación actual: en enero último se produjeron apenas 14.800 unidades.

Esto no sólo implicó un derrumbe del 32% respecto del mismo mes del 2018, sino que se trató además del peor registro de los últimos 13 años. Frente a este cuadro de situación, hay marcas que vienen tomando cartas en el asunto.

Tal es el caso de Honda, que paralizará su planta de Campana desde el próximo 25 de febrero y a lo largo de un mes, período durante el cual los operarios cobrarán el 70% de su salario, según trascendió. G M, en tanto, aplicará suspensiones rotativas hasta el 30 de abril, con el objetivo de volver a un esquema normalizado en mayo.

A mediados de febrero también se conoció que la fábrica de neumáticos Fate decidió presentar un pedido preventivo de crisis (PPC) ante la secretaría de Trabajo,

Claro que, así como las terminales desactivaron turnos, adelantaron vacaciones y realizaron paradas programadas, también desaceleraron el ritmo de importaciones de 0Km, principalmente desde Brasil, el gran proveedor de autos para el mercado argentino.

En los últimos tres meses, se trajeron del exterior apenas 60.200 vehículos. Esto implicó un derrumbe del 62% frente a las 161.700 unidades que habían ingresado entre noviembre de 2017 y enero de 2018. 

Esta fuerte desaceleración tuvo impacto en la cuenta cambiaria, con un dato para nada menor: en diciembre pasado, los cobros por exportaciones de autos fueron superiores a los pagos por importaciones, dejando un saldo positivo de u$s78 millones. Se trata de un hecho inédito y que no sucedía desde febrero de 2003, es decir, en 16 años, según detalla la consultora Economía & Regiones.

El panorama no mejora

En cuanto a la producción, las proyecciones no son positivas pero tampoco tan críticas como sí ocurre con la previsión de ventas.

Para este año se estima que saldrán de las líneas de montaje una cifra apenas por debajo de las casi 470.000 unidades que se alcanzaron en 2018. 

"La contracción que esperamos es sustancialmente menor a la de las ventas porque las exportaciones vienen respondiendo relativamente bien, gracias a Brasil y a otros mercados en América Latina", plantea Javier Cao, analista de Abeceb, quien sin embargo agrega que esto no alcanzará para "salvar" a la industria.

De hecho, hay terminales que igualmente enfrentan problemas en el frente externo. En el caso de Peugeot, por ejemplo, se conoció que el mercado brasileño dejará de vender los modelos 308 y 408, fabricados en la planta de El Palomar.

Así, el sector se prepara para seguir operando, al menos un año más, por debajo de su verdadero potencial. Cabe destacar que el último récord se logró allá lejos en el tiempo: fue en 2011, cuando de las líneas de montaje salieron más de 828.700 unidades.

Es decir que, la industria nacional estaría cerrando 2019 con cerca de 350.000 unidades por debajo de ese pico histórico.

Dudas por el "Plan 1 Millón"

El "Plan 1 Millón" fue presentado como una de las iniciativas industriales más ambiciosas en décadas, tanto por sus objetivos a nivel producción como a nivel empleo.

Lo más llamativo, es que la iniciativa se dio a conocer hace apenas 11 meses, en marzo de 2018.

En aquel entonces, el entonces ministro Francisco Cabrera, dio detalles de las metas del plan, entre las que figuran alcanzar el millón de unidades para el año 2023 y crear 30.000 nuevos puestos de trabajo.

Y, como parte de dicho plan, el Gobierno estimó que para fines de este año se estarán produciendo unos 750.000 vehículos.

Sin embargo, la proyección que se maneja hoy en el sector, de apenas 470.000 unidades, significa que se estaría muy lejos de cumplir el primer gran paso de la iniciativa para alcanzar el objetivo final.

En general, hay un fuerte descreimiento en la industria sobre la meta trazada por Cambiemos, especialmente en lo que se refiere a los objetivos de corto plazo.

Según un reciente informe, que fue liderado por el ingeniero y director de la Diplomatura Superior de Industria Automotriz en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Austral, Alejandro Sureda, únicamente en dos oportunidades se pudo alcanzar la meta propuesta para 2019.

"El promedio de producción de los últimos 26 años fue de 445.735 vehículos, y el de los últimos 10 años fue de 630.759, cifras lejanas a las postuladas", detalla el informe, que agrega que "lo que está en duda no es tanto la capacidad productiva de la industria argentina sino más bien la capacidad de vender o 'colocar' lo producido, tanto en el mercado interno como en el exterior".

En diálogo con iProfesional, Sureda afirmó que "lograr el primer objetivo que se plantearon para 2019 parece algo muy difícil. Tendrían que estar incrementando la producción nada menos que un 60%. Es un salto muy difícil de imaginar, porque incrementar el ritmo en esos niveles implica que antes debe existir una demanda. Y el mercado local, que el año pasado absorbió 4 de cada 10 unidades fabricadas, hoy no está en condiciones de absorber ese incremento". 

En cuanto a las exportaciones, el experto consideró que "el destino por excelencia es Brasil, que está mostrando síntomas de mejoría, es verdad. ¿Pero lo está haciendo en los niveles que se necesita para que podamos vislumbrar un salto de la producción local? Es difícil que esto ocurra". 

Sureda, con más de 25 años de trayectoria en la industria automotriz, agregó que "otros mercados, como Chile o México, tampoco tendrían la capacidad de recibir, de un momento a otro, semejante incremento en el volumen. Por eso, no es un panorama positivo para que se puedan cumplir los objetivos del Gobierno". 

Además, el especialista señaló que se está produciendo una suerte de "bache" en la industria, explicado por el hecho de que está finalizando el ciclo productivo de numerosos modelos, en un contexto en el que todavía no se activaron otros proyectos, orientados principalmente la segmento de las pick-ups.

En cuanto a las metas a nivel empleo, el plan oficial apunta a generar 30.000 nuevos puestos de trabajo. Frente a esta meta, consideró que "por ahora está ocurriendo lo contrario. Estamos viendo una reducción en algunas terminales. Los concesionarios tienen autos hasta el techo. Y mientras eso no mejore, es difícil imaginar un cambio de tendencia".