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Por qué el intento del Gobierno de limitar importaciones puede fallar, según advierten expertos

Los funcionarios crearon 300 licencias de importación y ahora piden información a las empresas sobre lo que quieren traer hasta el 2022. Puntos debatibles
16/01/2020 - 06:16hs
Por qué el intento del Gobierno de limitar importaciones puede fallar, según advierten expertos

El Gobierno no lo dice abiertamente porque no puede, básicamente porque podrían llover futuras represalias de otros países o denuncias ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Pero el objetivo de las últimas medidas que se lanzaron para monitorear importaciones se vinculan con la idea de proteger el mercado interno para las industrias nacionales y, también muy importante, cuidar los dólares que hay en la economía.

Para ello, lanzó 300 nuevas Licencias No Automáticas, un mecanismo que les permite a los funcionarios tomarse hasta 60 días para evaluar qué se quiere ingresar al país, quién quiere hacerlo y a qué precios se pretende ingresar esos bienes (ver nota: "Tampones, heladeras, celulares, autos y más: el nuevo listado de productos que ahora requieren permiso para importar").

Si no hay inconvenientes, la operación debería aprobarse sin inconvenientes, pero el Gobierno ya ganaría cerca de dos meses de oxígeno.

El punto que marcan empresarios es que hay muchos bienes de capital e insumos para la industria en ese listado, tales como maquinaria agrícola, bombas de aire, compresores, generadores eléctricos, transformadores, hornos industriales, ascensores, grúas y aparatos de elevación, tornos y cajas de fundición, entre otros. 

En paralelo, desde Desarrollo Productivo le está solicitando a cámaras, grandes empresas y Pymes, que presenten un plan de comercio exterior hasta el año 2022, con proyecciones vinculadas con el empleo, inversiones, producción, ventas en el mercado interno, exportaciones y, lo más importante, importaciones.

Allí, las compañías deben consignar –todavía sin saber si la economía va a crecer o no- cuánto esperan comprar afuera, por qué valores y qué tipo de productos. Y, para complejizar más los requerimientos, deben desagregar esa misma información por trimestre (ver nota: "¿Una misión imposible?: así es el complicado Excel que tienen que completar las empresas que quieran importar").

Por ahora, el Gobierno no fijó una pauta o meta de importaciones como sí lo hizo el entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno, quien arrancaba cada año pidiendo que las empresas se comprometan a traer del exterior un determinado porcentaje menor al del período anterior.

La administración de Alberto Fernández no se aferra a esas recetas fijas, pero sí tiene la idea de ver qué es verdaderamente imprescindible de lo que no. Y evaluar con detenimiento qué bienes de todos los que se quieren traer tienen competencia nacional y cuáles no. No está oficializado y todavía es una especulación, pero los importadores temen que la información que hoy se pide volcar en el Excel que ya está circulando por las casillas de mail, en el futuro se pueda utilizar para pedirle a los empresarios que reemplacen un bien del exterior por otro local.

Para crecer, hay que importar

Sin embargo, en el gremio de los economistas consideran que no hay mucho margen para controlar las importaciones. Incluso van más allá: si se apunta a crecer, entonces las mismas deberían crecer, y mucho.

El primer punto que observan los expertos está vinculado con el bajísimo nivel de compras al mundo en el que cerró el 2019.

En efecto: hubo una estrepitosa caída de las importaciones que respondió básicamente a la crisis que afectó a la economía en el último tramo del macrismo.

Si bien no se espera un "milagro" para 2020 –de hecho, hay consenso entre consultoras sobre otra caída del PBI este año-, cualquier mejora impactará en una mayor demanda de importaciones.

"Es un hecho que por cada punto de crecimiento de nivel de actividad, crecen tres puntos las importaciones, así que es obvio que van a expandirse, necesariamente", apunta Miguel Ponce, exsubsecretario de Industria y Comercio, consultor y referente del comercio exterior.

En 2019, el superávit comercial habría superado los u$s15.000 millones (falta el dato de diciembre). Pero, según Ponce, "esto fue más producto de la recesión y de la caída de las compras al exterior que de un aumento de las ventas al mundo".

Entonces, advierte el experto, "hay temor en las esferas oficiales de que se empiece a achicar el actual superávit de la balanza, que ya lleva 14 meses consecutivos, pero que no es virtuoso".

"Hay que entender entonces que si vamos a buscar un proceso de crecimiento y vamos a potenciar un proceso exportador que genere dólares genuinos para encarar cualquier tipo de repago, entonces primero tenemos que prepararnos para un período en el que la demanda de bienes a otros países se incremente", recalca.

En el mismo sentido se expresa Marcelo Elizondo, analista internacional, consultor y ex director de Fundación ExportAr: "Las importaciones no pueden sino crecer".

"Porque sus niveles son bajos en Argentina, porque se usan en gran parte para la producción, porque están artificialmente bajas por la recesión y porque la economía argentina requerirá reinserción externa para su modernización y actualización", enumera entre las razones. 

Muchos insumos y maquinaria

Un punto clave que señalan los expertos es que los bienes de consumo final, que son los que más monitorea el Gobierno, representan apenas el 12% de la torta de importaciones. Bienes de capital, insumos y energía se llevan nada menos que el 82% del total. El resto son autos.

"La razón de este control más férreo de las compras al exterior es la emergencia económica; es decir, 'detener la caída' como dice el presidente Fernández. Pero luego de frenar esa caída, hay que empezar a crecer, y esto lleva aparejado necesariamente un aumento de las importaciones", subraya Ponce.

"Tenemos una matriz importadora muy vinculada con la producción. Por eso es muy importante que haya facilitación para que ingresen insumos", plantea.

En un informe de la consultora DNI detallan que las máquinas y aparatos, destinados a la inversión, tocaron un récord en 2011, cuando superaron los u$s19.350 millones. ¿En cuánto cerraron en 2019? Apenas u$s13.518, un 30% menos, lo que refleja la bajísima tasa de inversión que sufrió el país en este último período.

Lo mismo sucede con las compras al exterior de insumos: en el caso de los químicos, alcanzaron el récord en 2013, con un valor superior a los u$s10.100 millones. En 2019, en tanto, alcanzaron los u$s9.312 millones, un 8% menos.

Otro insumo relevante como los metales, continúa el informe de DNI, tocaron el récord en 2011, con compras por u$s4.328 millones. El año pasado tan solo llegaron a los u$s2.680 millones, casi 40% por debajo.

En el caso de los plásticos, que se utilizan en numerosas ramas de actividad industriales como materia prima, en 2011 se había alcanzado un pico, con más de u$s4.520 millones en compras al mundo. Sin embargo, el año pasado se desplomaron hasta los u$s2.714 millones, con un derrumbe también del 40%.

"En todos los rubros se observa una caída notoria", concluye la consultora, para luego recalcar que, ante cualquier mínima suba de la inversión, esto repercutirá en las estadísticas de comercio exterior que refleja el INDEC. 

Se parte de un nivel muy bajo

Elizondo se pregunta si la Argentina se encuentra ante niveles de importación elevados que exijan un control o restricciones. Y, más aun, si es viable limitar más las importaciones sin afectar al economía.

La última pregunta estaría respondida por los ejemplos anteriores. Respecto de la primera, el experto señala que, en 2019, la entrada de bienes, medida en dólares, ha sido la menores en diez años.

"Cayó 25% y el nivel es bajísimo en términos históricos", recalca.

Además, el experto agrega que "la Argentina ha tenido un ratio importaciones/PBI del 16,5%. Esta cifra la colocaría como la quinta economía que menos importa en el mundo", siempre en base a esta relación. Así, estaría apenas por encima de Sudán, Turkmenistán, Cuba y Brasil.

"Partir de niveles bajos en importaciones supone que las compras desde el exterior deban crecer porque es necesario importar para producir", concluye el analista.

Este jueves por la tarde, los importadores tendrán una cita clave con Ariel Schale, secretario de Industria. Buscan entender los alcances de las nuevas Licencias No Automáticas y la finalidad última que tiene el archivo Excel que deben completar y entregar las empresas.

La entidad va con un mensaje claro: el 80% de lo que se compra al mundo son bienes de capital, energía o insumos para la producción. Tras esa cumbre se sabrá qué nivel de receptividad tuvieron los reclamos.