Mientras los productores agropecuarios intentan dejar atrás el trago amargo de la sequía apostando todas las fichas a la próxima campaña, las arcas del Estado empiezan a sentir cada vez más fuerte las consecuencias.

De acuerdo con las estadísticas de comercio exterior del INDEC, las exportaciones provenientes de los complejos agroindustriales generaron entre enero y mayo de este año poco más de u$s15.160 millones, una cifra 33,5% inferior a la del mismo lapso de 2022. Y también bastante inferior a la performance de 2021, como muestra el gráfico de un informe realizado por el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) sobre 35 complejos exportadores del sector.

El trabajo también muestra que los dólares que ingresaron por exportaciones en lo que va del año se asemejan al promedio de los años 2016-20. Cabe recordar que tal promedio incluye la performance de la desastrosa cosecha 2017/18, cuando también hubo una sequía feroz que, aunque no se usó políticamente como chivo expiatorio, se llevó cerca de 2 puntos del PBI argentino durante el Gobierno anterior e influyó para que este torciera el rumbo económico.

Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), los efectos de la sequía luego de tres años consecutivos con el fenómeno meteorológico Niña provocaron que, en la campaña que está finalizando (2022/23), haya "casi 22 millones de toneladas menos de soja, 19 millones de toneladas menos de maíz y una caída de 11,5 millones de toneladas de trigo respecto del volumen productivo de la cosecha 2021/22". O sea, se cosecharon casi 52,5 millones de toneladas de granos menos esta campaña, considerando solo los tres cultivos principales.

Soja, maíz y trigo: 52,5 millones de toneladas menos.

Exportaciones, con "volúmenes de desequilibrio"

Más allá de la restricción que impone a las exportaciones por el impacto de la sequía, para la BCR hay un factor restrictivo adicional: los llamados eufemísticamente "volúmenes de equilibrio", que no son otra cosa que límites a las exportaciones, sobre todo de maíz y trigo. Según la entidad, "además de distorsionar el funcionamiento de los mercados, limitan las exportaciones de los productos del agro argentino, lo que necesariamente colabora en el recorte exportador". 

En los cinco primeros meses de 2023, las exportaciones de esos tres cultivos muestran la mayor caída interanual: 20% la soja, 47% el maíz y 85% el trigo, según las cifrad del CAA. Así y todo, representaron el 60% de las exportaciones agroindustriales, con despachos por casi u$s9.100 millones. 

Caen los precios de los commodities

En la debacle de los "dólares del agro" en 2023, además de la restricción de cantidades, también juega la caída de precios, por el derrumbe interanual de las cotizaciones internacionales de los commodities. Desde fin de febrero del año pasado, con la invasión rusa a Ucrania, estos habían trepado a niveles récord, lo que benefició enormemente a la Argentina en 2022, al punto de que el ingreso de dólares total por exportaciones alcanzó cifras nunca antes vistas: u$s88.446 millones, de las que más del 62% fueron agroindustriales, y el 44% provenientes de los complejos sojero, maicero y triguero. 

Ahora, con los precios que se tranquilizaron respecto del primer semestre del año pasado, y las cantidades exiguas, las exportaciones agroindustriales pueden caer incluso más. De acuerdo con la BCR, las ventas al exterior de "las principales cadenas agro verían en 2023 una caída del 42% en sus exportaciones respecto a 2022".

Los sectores que mejoraron sus exportaciones

En medio del panorama desolador, hay algunos complejos agroindustriales que logran dar buenas noticias. El principal es el manicero, que en 2022 ocupó de 14° puesto en el ranking de exportaciones de la Argentina, con u$s1.041 millones. En los primeros cinco meses de 2023, este sector, anclado principalmente en la provincia de Córdoba, fue el que más aumentó sus exportaciones en valor, con ventas por casi u$s483 millones, un 18% más que entre enero y marzo de 2022. 

Maníes, legumbres, papas y arroz amortiguan la caída.

Más pequeño, el complejo de legumbres (porotos, garbanzos, habas y otros), producido sobre todo en el noroeste del país, también logró incrementar sus ventas al exterior entre enero y mayo, a casi u$s140 millones, un 19% más que en el mismo lapso del año pasado.

También la papa, fundamentalmente del sudeste bonaerense, pudo incrementar un 8% sus exportaciones en lo que va del año, con casi u$s134 millones despachados. Y desde el noreste argentino, el arroz aportó su buena noticia, con exportaciones por casi u$s90 millones, 24% más que el año pasado.