• 6/7/2025

Cuenta regresiva para los nuevos aranceles de Trump: cómo impactará en Argentina

Estados Unidos vuelve a aplicar aranceles desde el 9 de julio. Las tarifas van del 10% al 70% y algunos países negocian acuerdos bilaterales
06/07/2025 - 11:33hs
donald trump, aranceles

Con el 9 de julio como fecha límite, la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, avanza en la implementación de un nuevo escalón tarifario que afectará a países sin acuerdos cerrados con anterioridad. Las notificaciones oficiales comenzarían a enviarse entre el domingo y el lunes, y se anticipa que los nuevos aranceles oscilarán entre el 10% y el 70%, según el país involucrado.

Trump había suspendido temporalmente sus tarifas más elevadas por un período de 90 días. Esta semana se prevé su reactivación, en medio de negociaciones que buscan evitar la aplicación de mayores cargas impositivas a las importaciones.

Según fuentes oficiales, las tasas se aplicarán sobre bienes provenientes de naciones que no alcancen un entendimiento bilateral con Washington en el marco de esta etapa de ajustes comerciales.

Escenarios en evaluación

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, indicó que se espera alcanzar acuerdos con al menos 18 países antes de la fecha establecida. En declaraciones televisivas, sostuvo que habrá "un conjunto de acuerdos antes del 9 de julio", y enfatizó que la prioridad está centrada en socios estratégicos.

Entre los países que continúan en tratativas se encuentran Vietnam, India y Taiwán. De no concretarse un acuerdo, Vietnam enfrentará un arancel recíproco del 46%, India del 26% y Taiwán del 32%. Así lo confirmó Wendy Cutler, vicepresidenta del Instituto de Política de la Sociedad Asiática (ASPI), al ser consultada por la agencia AFP.

La permanencia de negociadores indios en territorio estadounidense refuerza la expectativa de un acuerdo con ese país. Así lo indicó Josh Lipsky, especialista del Atlantic Council, quien subrayó la extensión de la visita diplomática de India como una señal positiva. En cambio, el panorama con Japón se presenta más complejo, tras los recientes cuestionamientos de Trump sobre el acceso de arroz estadounidense a ese mercado. A pesar de los esfuerzos, se estima poco probable que los entendimientos logren formalizarse como tratados comerciales amplios.

Desde abril, la única oficialización confirmada por la Casa Blanca fue un acuerdo marco con el Reino Unido y un entendimiento con China para la reducción temporal de aranceles de represalia.

Impacto económico

Un informe de la entidad financiera J.P. Morgan calculó que el impacto de las nuevas tarifas recaería principalmente sobre empleadores estadounidenses, y no sobre los productores extranjeros. La estimación sitúa la carga tarifaria en aproximadamente 82.300 millones de dólares, con efectos en los precios al consumidor, las cadenas de suministro y el empleo.

Los analistas siguen con atención tres aspectos principales en torno al nuevo esquema:

  1. Negociaciones bilaterales en tiempo limitado: Las tasas más altas, del 10% al 50%, fueron suspendidas de manera temporal para facilitar la concreción de acuerdos antes del 9 de julio.
  2. Recaudación prevista: El Ejecutivo estima que los primeros ingresos derivados de esta política comenzarán a percibirse a partir del 1 de agosto, una vez enviadas las notificaciones formales.
  3. Sectores estratégicos alcanzados: Entre los rubros incluidos, figuran el acero y el aluminio, que tendrán un sobrearancel del 50%, ampliando la cobertura respecto al 25% inicial.

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La Argentina participó de las gestiones diplomáticas con el gobierno estadounidense y logró acordar exenciones para cerca del 70% al 80% de sus exportaciones, salvo los rubros del acero y el aluminio, que continúan alcanzados por la suba arancelaria.

Fuentes oficiales señalaron que se estableció una nómina de 100 productos que contarán con arancel cero, en el marco de las excepciones acordadas frente al gravamen global del 10%.

En relación con los metales, el acero argentino enfrentará un arancel del 50%, lo que implica una ampliación significativa respecto del arancel del 25% que regía anteriormente. Esto representa un desafío para el sector siderometalúrgico local, cuyas exportaciones dependen en buena medida del mercado norteamericano.

El presidente Javier Milei expresó que el país adaptó su normativa interna al criterio de "aranceles recíprocos" promovido por la Casa Blanca. No obstante, también anticipó que la Argentina podría objetar medidas que considere discriminatorias dentro del marco de los acuerdos multilaterales vigentes.

Perspectivas regionales y riesgos financieros

La activación del nuevo esquema tarifario se da en un contexto de alta sensibilidad financiera. En abril, con la entrada en vigor de la primera fase del programa —denominada "Día de la Liberación"—, los mercados emergentes experimentaron retrocesos significativos. En el caso argentino, el índice Merval cayó un 8,2% y el riesgo país superó los 900 puntos.

La posibilidad de un nuevo aumento en los aranceles genera presión adicional sobre sectores exportadores nacionales. Si no se amplían las exenciones vigentes, productos siderúrgicos y derivados del acero podrían enfrentar mayores costos en destino, con impactos sobre su competitividad internacional. En paralelo, el endurecimiento comercial impulsado desde Washington plantea efectos inflacionarios a escala global. Según proyecciones de J.P. Morgan, el traslado de las tarifas a precios finales podría contribuir a un aumento en los índices de inflación en distintos países, debido al encarecimiento de insumos intermedios y bienes finales.

Con las negociaciones aún abiertas, el foco de los gobiernos involucrados está puesto en definir condiciones que permitan evitar la imposición de nuevos aranceles o, al menos, atenuar su impacto. Los acuerdos bilaterales continúan en desarrollo y, según los analistas, será determinante el comportamiento de Washington durante las próximas 72 horas para conocer el alcance final de la medida.

La expectativa se centra en si las tratativas alcanzarán un volumen suficiente para limitar el efecto global del nuevo paquete tarifario o si, por el contrario, se activará un nuevo episodio de tensiones comerciales con alcance multilateral.

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