• 15/12/2025
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Baja temporal de retenciones a los granos: cuál fue el impacto en las exportaciones del agro

El sector agroexportador argentino registró una caída significativa en el ingreso de divisas tras la reducción temporal los derechos de exportación
15/12/2025 - 18:11hs
Baja temporal de retenciones a los granos: cuál fue el impacto en las exportaciones del agro

La dinámica de la liquidación de divisas provenientes del sector agroexportador es un termómetro clave para la economía argentina. A lo largo de los últimos años, la agroexportación no solo fue el principal motor del ingreso de dólares, sino también un actor central en la estabilidad macroeconómica del país. 

Sin embargo, la implementación del Decreto 682/2025 que se dictó a fines de septiembre, que dispuso una baja temporal de las retenciones a los granos, impactó de lleno en el flujo de divisas durante el mes de noviembre, generando una abrupta disminución en la liquidación y encendiendo luces de alerta en el mercado y el gobierno.

Un noviembre atípico: caída del 32% en la liquidación de divisas

Según datos difundidos por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan casi la mitad de las exportaciones nacionales, la liquidación de divisas del sector agroexportador durante noviembre alcanzó apenas los U$S 759,7 millones. 

Esta cifra representa una baja del 32% respecto a octubre de 2025. El desplome fue el resultado directo de un reacomodamiento temporal en la dinámica comercial y financiera del sector, que venía de anticipar ventas y liquidaciones en septiembre, aprovechando las condiciones favorables que ofrecía la suspensión temporal de los derechos de exportación.

A pesar de este retroceso mensual, el acumulado anual entre enero y noviembre muestra un incremento del 24% en comparación con el mismo período de 2024. Sin embargo, la fuerte baja de noviembre expone la sensibilidad del sistema a los cambios regulatorios y la necesidad de analizar con mayor profundidad las causas y consecuencias de estos movimientos para comprender el escenario actual y anticipar tendencias futuras.

Los últimos meses y el impacto de la medida

Si se compara el desempeño de la liquidación de divisas de la agroexportación entre agosto, septiembre, octubre y noviembre de 2025, se observa una dinámica claramente influida por el contexto regulatorio. 

En agosto, la liquidación se mantuvo en niveles similares a los del promedio anual, sin grandes sobresaltos. Sin embargo, en septiembre, la apertura de la "ventana" sin derechos de exportación dispuesta por el Decreto 682/2025 generó un pico inusual en el que las empresas aceleraron ventas y liquidaciones para aprovechar el esquema impositivo transitorio, lo que se tradujo en un valor significativamente más alto que el habitual, registrando el récord de U$S 7.107 millones. 

En octubre, si bien la liquidación aún reflejó el efecto residual de la medida, ya comenzó a observarse una normalización y cierta retracción, llegando a U$S 1.117 millones.  

Finalmente, noviembre mostró una abrupta caída del 32% y así, la secuencia mensual evidencia cómo los incentivos fiscales y las expectativas ante cambios normativos pueden distorsionar la estacionalidad típica del sector, generando saltos y caídas pronunciadas en el flujo de divisas.

Baja temporal de retenciones: causas y efectos en la liquidación

La decisión del gobierno de Milei de suspender temporalmente las retenciones mediante el Decreto 682/2025 generó un doble efecto. Por un lado, incentivó un adelanto en la liquidación de divisas durante septiembre y octubre, cuando las empresas buscaron aprovechar el nuevo esquema impositivo. Por otro, provocó un bache significativo en noviembre, ya que buena parte de las operaciones se habían concentrado en los meses previos. Este mecanismo es recurrente cada vez que se implementan modificaciones impositivas de este calibre, ya que los exportadores ajustan el ritmo de sus ventas externas y liquidaciones en función de la coyuntura fiscal y regulatoria.

El ingreso mensual de divisas, convertido en pesos, es esencial para que los exportadores puedan continuar comprando granos a los productores al mejor precio posible. La liquidación está atada principalmente a la compra de granos que luego serán exportados, ya sea como productos primarios o tras procesos industriales. 

En el contexto actual, la mayor parte del ingreso de divisas se produjo con anticipación, fenómeno que responde a la búsqueda de maximizar beneficios ante la baja de retenciones y que, a su vez, deja en evidencia la volatilidad que generan los cambios normativos en el flujo de dólares.

Factores exógenos que condicionan la dinámica exportadora

El comportamiento de la liquidación de divisas y el volumen de exportaciones agroindustriales no depende exclusivamente de las regulaciones internas. El ciclo comercial de los granos está sujeto a una multiplicidad de factores exógenos como las oscilaciones internacionales de precios, la retracción de la oferta, la variabilidad en el volumen y el valor proteico de las cosechas, las condiciones climáticas, los feriados, las medidas de fuerza sindicales, los cambios regulatorios, las barreras arancelarias y paraarancelarias en el exterior y las exigencias fitosanitarias o de calidad de otros mercados.

En los últimos meses, las tensiones comerciales entre Estados Unidos, China, Brasil y Argentina han incidido directamente en el escenario de exportación de commodities agrícolas. La guerra arancelaria entre Washington y Pekín impulsó movimientos estratégicos, como el aumento de compras chinas a Brasil y Argentina para compensar restricciones sobre productos estadounidenses, generando oportunidades, pero también mayor competencia para los productores locales. 

Al mismo tiempo, Brasil consolida su posición como principal proveedor de soja para China, desplazando parcialmente a Estados Unidos y obligando a Argentina a buscar nichos de mercado y diversificar destinos, en un entorno donde las negociaciones diplomáticas y las fluctuaciones en las relaciones bilaterales pueden alterar los flujos de comercio de manera abrupta. Este contexto de rivalidades y alianzas globales ha añadido un nuevo nivel de incertidumbre y volatilidad al sector agroexportador argentino, que debe adaptarse rápidamente a los cambios en las reglas internacionales y a la competencia creciente por los mercados más rentables.

El complejo oleaginoso-cerealero: pilar de las exportaciones argentinas

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el complejo oleaginoso-cerealero, que incluye biodiésel y sus derivados, aportó en 2024 el 45% del total de las exportaciones argentinas. La harina de soja es el principal producto de exportación, seguido por el aceite de soja y el maíz. Esta estructura revela la fuerte dependencia de la economía nacional respecto a la performance del sector agroindustrial, que continúa estancado en términos productivos y de crecimiento exportador, condicionado principalmente por las fluctuaciones de los precios internacionales.

La falta de diversificación y el escaso agregado de valor en origen siguen siendo desafíos estructurales para el país, que confía en la agroexportación como sostén de su balanza comercial, pero cuyo potencial de crecimiento está limitado por factores internos y externos de difícil resolución en el corto plazo.

Cómo funciona la liquidación de divisas en la agroexportación

El mecanismo de liquidación de divisas en el sector agroexportador argentino es complejo y responde a una lógica de anticipación. En la exportación de granos, la liquidación de divisas suele producirse unos 30 días antes de la exportación efectiva, mientras que, en el caso de aceites y harinas proteicas, el plazo puede llegar a los 90 días. Esta anticipación depende de la etapa de la campaña agrícola y del tipo de grano en cuestión, lo que significa que no existen demoras estructurales en la liquidación, sino que el flujo responde a la mecánica propia del negocio y a las expectativas generadas por el marco regulatorio vigente.

La mayor parte de las divisas ingresa al sistema antes de que se concrete la exportación física, lo que permite a los exportadores ofrecer mejores precios a los productores y mantener la competitividad del sector. Sin embargo, cuando se producen cambios abruptos en las normas, como la baja temporal de retenciones, estos plazos y volúmenes pueden alterarse de manera significativa, generando picos y valles en la entrada de dólares.

Perspectivas y desafíos: entre la volatilidad y la oportunidad

Mirando hacia adelante, el sector agroexportador enfrenta un escenario complejo, donde la volatilidad de los precios internacionales y la dependencia de factores climáticos seguirán marcando el compás. La experiencia de noviembre 2025 demuestra que los incentivos fiscales, como la baja temporal de retenciones, pueden generar efectos contrapuestos como un adelanto en la liquidación y un posterior bache en los ingresos de divisas.

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