Las 5 criptomonedas alternativas a Bitcoin que más crecieron este año

En lo que va del año, bitcoin subió más de un 60%, reavivando el interés de los inversores por el mercado cripto. Y, si bien se considera que es la criptomoneda "madre" de todas, por lo que su precio a largo plazo irá en ascenso, las subas suelen ser menos "abruptas" en comparación con proyectos más jóvenes.

Cinco proyectos cripto a tener en cuenta

Stellar (XLM)

Stellar (XLM) es una de las criptomonedas que más subió en el año. Al momento de redactar la presente nota, la suba fue del 220%.

La misma se posiciona como una solución ideal para pagos transfronterizos, lo que la posiciona en el foco de atención de aquellos que buscan rapidez y bajos costos en transferencias internacionales. Su fuerte desempeño este día evidencia que sigue siendo una apuesta sólida dentro del mercado.

SPX6900 (SPX)

Se trata de un token que sigue al índice S&P de Wall Street, que mostró movimientos este miércoles, registró un volumen considerable de operaciones, lo que manifiesta un creciente interés especulativo y un potencial atractivo para inversores. En cuanto a la suba anual, de momento, es del 25%.

Algorand

Se enfoca en ofrecer blockchains rápidas y seguras, características que cada vez son más solicitadas en un mercado que busca eficiencia y confianza para aplicaciones empresariales y financieras.

Ethena

Si bien es un proyecto menos conocido, registró un crecimiento cercano al 20% en lo que va del año, posiblemente impulsado por novedades tecnológicas o integraciones recientes que despertaron el interés de los inversores.

Dogecoin

Se trata de la primera memecoin que salió al mercado y en el último año subió un 42%. Si bien es considerada una moneda de broma, se ha posicionado como uno de los pocos proyectos de este tipo que se ha mantenido con el paso del tiempo.

De hecho, Elon Musk llegó a apoyar a este proyecto e incluso aceptar estos tokens como forma de pago para la adquisición de vehículos de la marca Tesla. Uno de los hechos más recientes es que se convirtió en el principal accionista del US Triestina Calcio 1918, fundado hace más de un siglo y actualmente en la Serie C italiana, un club con fuerte arraigo local y una historia que incluye pasos por la máxima categoría del fútbol italiano.

La fundación DOGE hizo la operación en asociación con Brag House Holdings, una compañía que cotiza en bolsa y que aportó la estructura legal y financiera para concretar la operación.

Qué podría pasar con bitcoin

Para muchos especialistas, el precio de bitcoin aún se encuentra "muy barato" y tiene mucho potencia de suba, tanto a largo como a corto plazo. De hecho, Standard Chartered proyectó que el precio de bitcoin podría alcanzar los 200.000 dólares para finales de 2025 y unos 500.000 dólares para 2028.

Dicha institución basó su optimismo en la creciente adopción institucional y en la consolidación de bitcoin como activo refugio en un contexto de deuda soberana creciente y volatilidad macroeconómica.

Tom Lee, socio fundador de Fundstrat, ha considerado que bitcoin podría situarse en un rango de entre 150.000 y 250.000 dólares para el cierre de 2025. El experto ha resaltado que el flujo de capitales hacia activos de riesgo, impulsado por una política monetaria más flexible y la abundancia de liquidez global, será un motor fundamental para el crecimiento de bitcoin.

Anthony Scaramucci, fundador de SkyBridge Capital, también ha considerado que bitcoin podría alcanzar los 170.000 dólares durante 2025. Su visión se ha apoyado en la entrada de grandes inversores institucionales y en la percepción de bitcoin como una reserva de valor alternativa.

Michael Saylor, director ejecutivo de MicroStrategy, fue uno de los defensores más acérrimos de bitcoin y considera que cuestiones como a la acumulación institucional podrían desencadenar un nuevo ciclo alcista, llevando a bitcoin hasta los 500.000 dólares en los próximos cinco años.

Finalmente, Cathie Wood, directora ejecutiva de ARK Invest, proyecta que bitcoin podría alcanzar la friolera suma de un millón de dólares en un horizonte de cinco años. Wood argumenta su visión en la escasez de bitcoin y en su creciente adopción como reserva de valor global.