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Una revolución impositiva para el desarrollo

Como se plantea en el audiolibro "Argentina primero", a lo largo de un período prolongado, hemos desarrollado un síndrome anti inversión
21/03/2022 - 16:14hs
Una revolución impositiva para el desarrollo

Entre el Estado Nacional, las provincias y los municipios, la Argentina suma más de 160 impuestos. Sin embargo, solo diez concentran el 90% de la recaudación total, lo que refleja la complejidad de nuestro esquema tributario.

Además, el esquema tributario argentino se nutre de impuestos creados en situaciones de emergencia o con fines netamente recaudatorios que afectan al comercio. Entre ellos destaca el impuesto a los débitos y créditos bancarios, inaugurado en 2001, y que se cobra a todos los movimientos que registren las cuentas corrientes en bancos.

La estructura impositiva argentina presenta altos grados de:

  • regresividad: ya que les cobra proporcionalmente más a quienes menos tienen,
  • distorsión: afecta a los precios de mercado de los distintos productos sin criterios de política pública y eficiencia (dado el alto peso de la economía informal).

Como ejemplo de la primera característica se destacan los impuestos a los bienes y servicios, como el IVA, dado que los sectores de menor poder adquisitivo suelen consumir una mayor proporción de sus ingresos, llevando a que paguen proporcionalmente más en impuestos de este estilo que otros con mayor capacidad de ahorro.

La regresividad de los impuestos impacta diferente en los estratos sociales.
La regresividad de los impuestos impacta diferente en los estratos sociales.

Los impuestos regresivos generan inequidad  

Así, el 20% de hogares con ingresos más bajos destina a impuestos, en promedio, el 49,6% de su ingreso, mientras que el 70% intermedio paga en promedio el 43,8% de su ingreso y el 10% superior utiliza un 47% para pagar impuestos.

Y, por otro lado, una de las facetas más negativas de nuestra excepcionalidad tributaria es la alta proporción de impuestos distorsivos como porcentaje de la producción nacional, que inciden directamente aumentando los costos de la producción (como Ingresos Brutos, créditos y débitos) o rebajando sus precios (retenciones a las exportaciones).

No quedan dudas de que algunos impuestos son distorsivos, pero la facilidad y la velocidad con las que se los recauda los convierten en herramientas útiles para los gobiernos.

Es por esto que nuestro sistema ha ido mutando hasta caracterizarse en la actualidad por su ineficiencia dado que existe una alta presión tributaria y elevada evasión e informalidad, generando que la presión tributaria se focalice en los sectores formales.

En consecuencia, a lo largo de un período prolongado, hemos desarrollado un síndrome anti inversión, causado, entre otros factores, por la alta presión tributaria y la elevada incidencia de impuestos distorsivos.

Es necesaria una reingeniería de la administración fiscal.
Es necesaria una reingeniería de la administración fiscal.

Revisión tributaria: ¿por qué es necesaria?

Un dato interesante que demuestra el mal desempeño de nuestro sistema tributario y los desincentivos que genera para la inversión es el ranking Paying Taxes 2020, elaborado por Price Waterhouse & Co., en el que se investigan y comparan regímenes fiscales en 190 economías de todo el mundo. Allí, la Argentina ocupa el puesto 169 en cuanto al costo (monetario y de tiempo) de pagar impuestos.

Toda esta descripción demuestra que estamos ante un sistema kafkiano que requiere una profunda revisión.

Uno de los puntos fundamentales a revisar es el funcionamiento de la administración tributaria a fin de mejorar la eficiencia del Estado, con una mayor coordinación entre los niveles de gobierno. Así, se evitará la doble o triple imposición y sus costos económicos y administrativos.

En este sentido, resulta esencial la disminución gradual de alícuotas de Ingresos Brutos y tasas municipales, que operan como un impuesto en "cascada" en actividades de las etapas intermedias y finales en las cadenas de valor y reemplazo por un impuesto en las ventas al consumo final (minoristas).

También se debe afianzar un esquema de ajuste por inflación de los estados contables para eliminar las distorsiones que genera el aumento de precios sobre la tributación del impuesto a las Ganancias.

Por otro lado, se debe fomentar la equidad a través de una mayor tributación de impuestos directos y menor de indirectos. Un primer paso, que ya comenzó a implementarse, es la devolución automática del IVA por la compra de bienes de la canasta básica de hogares de menores ingresos, a través de un reembolso electrónico en las cuentas donde se percibe la prestación social.

El IVA es uno de los tributos más regresivos de Argentina.
El IVA es uno de los tributos más regresivos de Argentina.

Los cambios en impuestos que se necesitan

Es necesario que aumente la recaudación de impuestos progresivos (Ganancias de las personas e Inmobiliario, entre otros) y, a la vez, se debe disminuir la alícuota del IVA. En tanto que, para aumentar la recaudación, es preciso incrementar la base imponible, de modo que no resulte en una mayor presión tributaria.

Una formalización mediante un blanqueo fiscal, una moratoria tributaria y regímenes especiales para sectores sensibles son tres herramientas que permitirían lograr este objetivo.

A diferencia del proceso realizado en 2016, planteamos un esquema con los incentivos necesarios para que esos fondos se vuelquen al consumo y la producción. Asimismo, sería útil impulsar una moratoria que regularice las obligaciones que se encuentren en discusión administrativa o que hayan sido producto de la cuarentena.

También aportará mayor eficiencia la simplificación de los trámites administrativos en los tres niveles de gobierno, con el uso de tecnologías de la información para disminuir los costos de incumplimiento.

La recaudación de AFIP podría mejorar con algunas medidas en materia laboral.
La recaudación de AFIP podría mejorar con algunas medidas en materia laboral.

Nuevos regímenes laborales

Y, en relación al pago de aportes y contribuciones a la seguridad social, será necesaria la creación de regímenes laborales especiales para sectores industriales sensibles con problemas de productividad y altos niveles de informalidad como los vigentes en construcción y empleo doméstico.

Por su parte, es vital formalizar el empleo existente que se da en forma de monotributo, generando una contribución única a la seguridad social, que implique la eliminación de requisitos formales redundantes. El régimen consistiría en una contribución única a la seguridad social, aseguradoras de riesgo de Trabajo (ART), obra social y sindicatos.

Y, finalmente, es preciso introducir premios a la formalidad, como incentivos a contribuyentes cumplidores y la aplicación de "inteligencia tributaria" a través del cruce de información entre organismos provinciales y nacionales.

*Extracto del audiolibro "Argentina primero", de Martín Redrado