SMATA busca sindicalizar al personal jerárquico y a administrativos

El 2010 cerró con récord de producción y ventas en la industria automotriz y que las proyecciones para los próximos meses son más que alentadoras. Ahora, no todo va a ser tan color de rosa para las automotrices. Ya que entre abril y septiembre y comienzan las negociaciones paritarias y la tensión con el poderoso sindicato de mecánicos SMATA empañará este buen momento.

El tema más conflictivo a resolver más allá del nivel de aumento que se otorgue pasará por el intento de este sindicato de capturar a los miles de trabajadores de las terminales que se encuentran fuera de convenio, tal como indica Ámbito Financiero en su edición de hoy.

Se trata de todos los empleados administrativos y del personal jerárquico que no están afiliados al sindicato que comanda Mario Manrique.

De las once terminales asociadas en ADEFA, los trabajadores de diez están afiliados al SMATA; sólo Peugeot-Citroën pertenece a la UOM. Entre todas las empresas, ocupan a unos 30.000 empleados y se estima que entre el 20% y el 30% no está bajo convenio.

Desde el sindicato siempre vieron a este segmento de trabajadores como algo tentador porque le implicaría un fuerte incremento de la caja sindical, tal como surge de ámbito Financiero.

Lo novedoso pasa por el hecho que por primera vez hay consenso dentro de estos empleados de quedar bajo el ala del gremio de los mecánicos.

El sector administrativo y jerárquico siempre fue reticente a formar parte de los empleados bajo convenio porque, tradicionalmente, lograban en las negociaciones individuales mayores beneficios y aumentos que los trabajadores sindicalizados.

Esto se debía a que desde finales del Gobierno de Raúl Alfonsín no estaban abiertas las paritarias. Pero desde que se retomaron las discusiones salariales en 2005, la situación se revirtió, según el matutino.

En los últimos años, por el boom automotor, el sindicato de mecánicos que lidera Manrique logró importantísimos aumentos -no menos del 25% anual- mientras que los salarios del personal fuera de convenio creció a un ritmo mucho menor y temen seguir perdiendo en la carrera salarial.

Esto provocó que en la actualidad ocurran situaciones insólitas como que el operario que trabaja en la línea de producción gane igual o más que un jefe de sección y se aproxime a los ingresos de bolsillo de un subgerente, tal como surge del matutino.

A modo de ejemplo, un operario de línea cobra apenas ingresa un salario de entre $6.000 y $8.000, mientras que un empleado administrativo nuevo no supera los $4.000. Un operario mecánico con antigüedad puede llegar a los $12.000 mientras que el sueldo de bolsillo de un gerente se ubica en $13.000 o más. Sin contar los distintos beneficios.

En alguna de las terminales delegados del SMATA ya están juntando firmas para sumar apoyo a esta iniciativa y con este consenso sentarse a discutir con las empresas el pase de los trabajadores. De esta manera, las máximas autoridades de las compañías no tendrían mucho margen para oponerse ya que existiría la voluntad de estos empleados a sumarse al gremio mecánico lo que, desde el punto de vista legal, no puede ser impedido.

Lógicamente, las empresas intentarán oponerse a este traspaso pero no tienen muchas posibilidades de hacerse fuerte porque cualquier endurecimiento podría terminar en un conflicto gremial.

iProfesional.com ya viene dando cuenta de estos movimientos gremiales y de la olla a presión que se ha generado en las empresas, producto de una Argentina cada vez más sindicalizada y de las fuertes diferencias que existe entre el personal convencionado y fuera de convenio.Para saber más lea: "La Argentina "sindicalizada": hay alerta empresarial ante el avance de 2.000 nuevas asociaciones gremiales"

"Salarios: advierten de una "olla a presión" que pone en zona de riesgo a empresas argentinas"