Como en la época del el 1 a 1, el "deme dos" copa los shoppings de Miami

Impulsados por precios accesibles de ropa y electrónicos, los argentinos volvieron a elegir la ciudad norteamericana como destino turístico y de compras
Por iProfesional
ECONOMÍA - 11 de Marzo, 2012

Como en el "uno a uno", Miami, patria de los grandes centros comerciales, es, otra vez, destino irresistible para argentinos de buen poder adquisitivo que llegan con valijas vacías para, pocos días después, llevarlas de regreso, reventando de ropa, juguetes y electrónicos.

"Tres factores conviven para que así sea: la suba de precios en la Argentina, el creciente atractivo que eso significa para Miami como centro de vacaciones y, sobre todo, la posibilidad de comprar los pasajes aéreos en planes de hasta 36 cuotas", dice al diario La Nación el economista Martín Rigold, de la consultora B&ARatio, en viaje de trabajo en la ciudad.

"Los identificas no sólo por la forma de hablar, tan característica, sino porque van siempre muy bronceados, con ropa de marca y nueva y cargados de bolsas de compras", dice Rosario Meneses, en la recepción del Marriott, de South Beach.

Muchos de ellos acaban de sacar provecho de un plan promocional de u$s110 la noche, con desayuno. "Siempre que ponemos estos programas, aparecen argentinos. ¡Los detectan enseguida! Para mí que tienen un alerta en la computadora y todo", dice al matutino, en una broma que, tal vez, tenga más de cierto que lo que imagina.

Para el gran público que puede pagarlo, el atractivo son las compras. "No sólo se trata de unos precios que te caés al piso, sino también de oferta y de calidad. Son cosas buenas, lindas, que están de moda y que en la Argentina están poco menos que inaccesibles", sostiene a La Nación Roxana Rivera, una secretaria que, al igual que sus tres amigas, pagó el pasaje en 24 cuotas. "Dentro de dos años, vengo de nuevo", se ríe.

Para Rigold, en cambio, los planes de ese tipo son disparatados. "Lo que este fenómeno revela es, sobre todo, un claro atraso cambiario", dice, y deja en el aire la impresión de que nada de ello es duradero. 

"Comer te sale unos u$s15, o sea, algo muy parecido a lo que podrías pagar en Buenos Aires o, incluso, menos. El alojamiento otro tanto", dice Rivera, tras recordar que, en Cariló, el hospedaje para su "cuarteto" no bajaba de los u$s250 diarios. "Más o menos lo mismo que acá y no vas a comprar", dice.

Por lo general, son viajes cortos y bastante parecidos a un "tour de compras", donde el consumo, más que la vida de playa, es por lejos la prioridad. "Se quedan más o menos una semana", dice Meneses en diálogo con La Nación.

Una corriente va por marcas ya identificadas: "Adidas, Nike, Gap, Banana Republic, Victoria's Secret, Old Navy, Ralph Lauren, Saks, Forever 21 y Abercrombie & Fitch, entre las habituales. "Es parecido a un deme dos, pero bastante refinado", ironiza Rigold.El listado de lo que se busca es inagotable, con ropa y electrónicos a la cabeza. Pero eso no excluye juguetes, maquillajes, productos para bebes, zapatillas y mucha indumentaria y productos deportivos.

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