El crecimiento del patrimonio K que la Presidenta no le explicó a Ricardo Darí­n

La pelea entre el actor y Cristina Kirchner cobró gran relevancia y se involucraron muchas personas. Pero la cuestión de fondo quedó sin respuesta
Por iProfesional
ECONOMÍA - 13 de Enero, 2013

Una insólita pelea llama la atención de la Argentina desde hace algunos días: la presidenta Cristina Fernández de Kircher vs. el actor Ricardo Darín.

Lo que los enfrenta no es una cuestión de egos o cartelera, como suele suceder en el teatro, sino una cuestión de "patrimonio".

Todo empezó con una frase de Darín: "Quisiera que alguien me explicara el crecimiento patrimonial de los Kirchner".

Y continuó con una dura respuesta de la máxima autoridad argentina: "Usted quería que alguien le explicara. Ya se lo hemos explicado a la Justicia. Descarto, Ricardo, que usted confía en la Justicia", quien además le recordó al actor que había sido procesado en los `90 por el contrabando de una camioneta 4 x 4.

A partir de entonces, se sumaro al reparto de la película varios actores, políticos y del mundo del espectáculo, pero algo quedó sin respuesta: la demanda original respecto del crecimiento patrimonial de los Kirchner.

Las investigaciones judiciales a las que aludió la Presidenta buscaron explicar el aumento del 928% del patrimonio de Néstor y Cristina entre el 2003 y el 2011.

Según el diputado Manuel Garrido -que sigue investigando año a año las declaraciones juradas de Cristina-, hubo una "trama de encubrimiento" en la Justicia.

Alfredo Popritkin, ex perito contador de la Corte, recordó que el peritaje en que se basó Oyarbide para sobreseer al matrimonio K en el 2009 "concluyó en tan solo un mes y medio y no pudo concluir que Néstor Kirchner hubiese justificado su incremento patrimonial", recordó Clarín.

En ese peritaje, se sostuvo que el aumento de los bienes de Cristina "se encuentra justificado en cuanto a su origen y evolución" entre el 2007 y el 2008, pero sobre el de Kirchner se dijo que solo "se concilia".

Y no era siemplemente  una diferencia semántica. "Debió haberse seguido con la investigación, pues a los peritos no les fueron aclaradas las falencias que marcaron", indicó Popritkin, a quien Oyarbide no lo dejó colaborar en la causa desde su ONG Contadores Forenses, señaló el matutino.

Por ejemplo, no se investigó por qué decían haber cobrado un interés de casi el 24% en sus plazos fijos en dólares -que eran casi de u$s3 millones- cuando la mayoría de los bancos pagaban tasas no mayores al 3% anual.

Además, a Kirchner le dio una gran ganancia en el 2008 la venta de terrenos fiscales en El Calafate. Los había comprado dos años antes gracias a la gestión del ex intendente de esa localidad, Néstor Méndez, en $132.079 y los vendió a Cencosud en $6.300.000.

Otro interrogante es el alquiler del hotel Los Sauces, también en El Calafate.

En el 2006 el hotel Panamericano, propiedad de Juan Carlos Relats, pasó a administrar Los Sauces por tres años. El contrato establecía el pago de u$s105.000 por mes el primer año y de u$s210.000 en 2007, pero según operadores turísticos no dio ganancias tan altas. Además, Relats tiene concesiones del estado nacional en rutas del litoral y el norte del país.

En el 2006, los contadores auditores de la fiscalía de investigaciones administrativas hallaron 22 falencias al comparar las declaraciones presentadas en el Senado y en la Oficina Anticorrupción (OA) por Cristina y Néstor.

En 2006 Kirchner declaró ante la OA acciones en "Los Sauces S.A." por $45.000. Sin embargo, Cristina ante el Senado, no declaró que su marido poseía esas acciones.

Entre el 2004 y el 2011, el matrimonio ganó en total en concepto de sueldos de senadora, presidente y luego pensión de $88.278.758, quiere decir que el resto de sus ganancias fueron por alquileres, plazos fijos o ventas.

Tanto Kirchner como Cristina nunca declararon poseer en sus casas "Otros bienes Muebles no Registrables" que superen la cifra de $5.000 como televisores LCD, sillones, o heladeras.

"Ni siquiera una cartera Louis Vuitton, como las que usa Cristina", se quejó al matutino porteño Garrido con ironía.

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