Luego del gesto de Cristina Kirchner con Ganancias, gremios amigos ahora van por el bono de fin de año
El gesto de Cristina Kirchner de eximir del pago del Impuesto a las Ganancias al medio aguinaldo de diciembre para quienes cobran menos de $35.000 de salario bruto, calmó las aguas en el mundo sindical, pero esta especie de "belle epoque" ya muestra una grieta. Los gremios "amigos" de la Casa Rosada ahora van por el bono de fin de año y hasta se animan a desmentir la inflación oficial que difunde el INDEC.
El líder de la CGT oficialista, Antonio Caló, y el titular de SMATA, Ricardo Pignanelli, salieron este viernes a apoyar la medida de la Presidenta sobre Ganancias, pero ambos reclamaron una reforma tributaria y modificaciones en las escalas del gravamen. Una pelea que, según adelantaron, será dada el año que viene, no ahora.
Lo que sí batallarán en estos días es el "bono navideño".
"La inflación nos lleva puestos a nosotros", señaló Caló mientras Pignanelli la tildó de "trampa mortal". Ambos dirigentes sindicales discuten con los empresarios de su sector y con el Gobierno la necesidad de un plus para las fiestas que sostenga el poder adquisitivo que se "comieron" los precios.
"La inflación es lo que pulveriza el salario. Entre 2005 y 2013, recuperamos poder adquisitivo y hoy llegamos a un salario que no es el ideal, pero sí el posible", enfatizó el titular SMATA dejando de lado los sueldos acordados en 2014.
Por su parte, Caló admitió que, según las mediciones de la UOM, los precios aumentaron un 32% este año, un porcentaje mayor al que reconoce el INDEC.
Con esos números en la cabeza es que el metalúrgico exige un bono.
Cristina ya rechazó de plano ese pago extra. Sin embargo, los metalúrgicos insisten en cobrar un bono de $3.000. "Van a atender el petitorio que hacemos", afirmó envalentonado, pero cedió un poco en el reclamo y aseguró que pondrán sobre la mesa de la negociación "partir en dos veces o tres veces" el pago.
Esta idea de cobrar la suma extra en cuotas parece ser la manera que encontraron los gremios filo-kirchneristas para lograr que el Gobierno ceda a sus reclamos. Además de la UOM, los petroleros patagónicos ya se sumaron a esa iniciativa un bono en varios pagos.
Caló tocó un tema ríspido para la Casa Rosada. Si bien el sindicalista coincidió con el ministro de Economía, Axel Kicillof de que la inflación "no es del 40%" como indican las mediciones de las consultoras privadas, admitió que la suba de precios este año se comió los aumentos que los gremios acordaron en paritarias con las cámaras de los sectores productivos.
"Decir que la inflación es del 40% es tratar de estallar el país", advirtió en Radio La Red e insistió: "No se puede hablar alegremente de esto. La inflación nos lleva puestos a nosotros".
Luego recordó la época de la hiperinflación a fines de la década del '80. "El doctor Alfonsín se tuvo que ir por la inflación seis meses antes de terminar su mandato", dijo y pidió "cautela" a "todos los actores sociales, y también las consultoras".
Reforma tributarias y cambios en escalas de GananciasEl anuncio presidencial recibió el apoyo de los sindicalistas "amigos" y de algunos opositores. Descomprimió la relación con el movimiento obrero y metió una cuña entre los trabajadores del transporte que hoy ya hablar de desactivar el paro general que planeaban junto con el camionero Hugo Moyano, para la próxima semana.
Además, enfrió las negociaciones entre los popes sindicales para unificar la CGT en 2015.
Caló busca capitalizar el gesto con Ganancias y aseguró que la medida de Cristina Kirchner se dio porque "la señora entendió que el petitorio que hacía la CGT era lo justo". Sin embargo, reconoció que la media "para el año 2014 alcanza" pero "en 2015 hay que trabajar en más cosas".
"Lo que hay que hacer es corregir las tablas" y "reformar completamente toda la ley", afirmó y consideró que en la actualidad, ese gravamen se ha convertido en "un impuesto al trabajo".
Pignanelli también se mostró conforme por la decisión del Gobierno de eximir del pago de Ganancias a los aguinaldos de quienes ganen más de $35.000 mensuales.
"Esto es un alivio", dijo en diálogo con Nacional Rock. No obstante, consideró que "en algún momento va a tener que haber una nueva ley tributaria".
Petroleros en pie de guerraLos que no están tan contentos con la medida de Cristina son los gremios petroleros de Chubut y Santa Cruz. Los trabajadores de ese sector cobran más de $35.000 mensuales porque los costos en la Patagonia son mucho más elevados que en el resto del país.
Es por ello que este viernes a la madrugada iniciaron un paro por 24 horas en reclamo de que sus aguinaldos también sean eximidos de pagar Ganancias, pero además, reclaman un "bono navideño" en tres cuotas.
La medida de fuerza, que comenzó a la hora 0 de hoy e incluye a los trabajadores nucleados en el Sindicato del Personal Jerárquico, podría repetirse el próximo martes si no hay un acuerdo en las negociaciones.
El secretario del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut, Jorge Avila, explicó que "se tomó la decisión de ir a la medida de acción directa dado que no había más cupos para negociar nada".
Avila indicó que los gremios habían acordado con las compañías "una devolución a los trabajadores petroleros y una compensación por la pérdida del Impuesto a las Ganancias. Una parte devolvía el Estado y la otra parte quedaba a cargo de las empresas", compromiso que no fue homologado por la Nación.
Asimismo, se concertó una "suma-puente" que, a modo de "bono de fin de año" o complemento salarial por la inflación, se otorgaría en tres cuotas.
En diálogo con la Radio Del Mar, Ávila alertó: "Nosotros empezamos con este paro de 24 horas y si el martes no nos ponemos poner de acuerdo se irán endureciendo".
"El petrolero no es un trabajador de conflicto. Fue empujado (a iniciar una medida de fuerza) por un Gobierno que no quiere ceder ni un centímetro en lo que hace y no entiende que tiene que hacer un esfuerzo con los que más cobran, como dicen ellos, pero porque también han dado más para la producción del país", prosiguió.
Además, cuestionó que "a algunos les conviene proteger nada más que (el yacimiento de) Vaca Muerta y pareciera que no les interesa el resto de los petroleros del país. Vamos a demostrar que también somos importantes, que somos parte de la producción y la riqueza de cada operadora en la región y debemos ser tenidos en cuenta".