El comienzo del año muestra un panorama complejo y desigual para la actividad industrial. Mientras hay sectores que avanzan beneficiados por acuerdos sectoriales, a otros les cuesta lograr un repunte y siguen con indicadores negativos. La construcción y la metalúrgica aparecen como dos polos opuestos que ejemplifican los extremos de esta realidad de la industria. Los brotes verdes de la construcción
Un dato ratifica este impulso: este abril tuvo tres días hábiles menos que igual período del año pasado.
El dato negativo es que en la comparación mensual (abril con marzo) se registró una caída del 18,1%: los despachos de cemento volvieron a ubicarse muy lejos del millón de toneladas registrado en marzo, que fue todo un récord para el sector.
Pese al repunte de los primeros meses del año, sustentado en obras públicas y privadas, las 844.324 toneladas enviadas por las fábricas del sector en abril para abastecer el consumo interno (incluidas las importaciones) exhibieron un descenso de 184.000 frente al mes anterior.
La entidad empresaria contabilizó despachos el mes pasado 17,8% inferiores a los de marzo en respuesta a la demanda local, si bien fueron 11,6% más elevados que los de doce meses atrás.
Los especialistas atenúan el impacto de la caída mensual al recordar que marzo ’17 tuvo cuatro días hábiles más que abril ’17.
Ante este escenario, el acumulado del primer cuatrimestre anotó un volumen destinado al mercado interno de 3,5 millones de toneladas, apenas 7% por encima de lo verificado en enero-abril de 2016.
Aquel período fue muy negativo para el sector, que sufrió una fuerte contracción de la actividad constructora por el impacto recesivo de la liberación cambiaria y la decisión del gobierno nacional de revisar contratos para realizar auditorías.
Pero la intención de introducir una gestión más eficiente en el uso de los recursos públicos y corregir vacíos normativos e irregularidades comenzó a dar sus frutos.
Los despachos de cemento del primer cuatrimestre de 2017 (3.571.831) superan en promedio los de los años 2012, 2014 y 2016 pero resultan inferiores en comparación con los casi 3,9 millones de toneladas de los primeros cuatro meses de 2015, de acuerdo con la estadística de la AFCP. También quedaron apenas por debajo de los registros de 2013.
En este contexto, empresarios y funcionarios confían en que el repunte se transforme en una constante de la actividad en los próximos meses, a partir del dinamismo en la inversión estatal y medidas como el reciente plan de construcción de 100.000 viviendas privadas, un acuerdo que incluyó al Gobierno, constructores, desarrolladores y al sindicato Uocra. A esto se suman los llamados del Procrear y la reactivación en la demanda de créditos hipotecarios con tasas ajustadas por UVA.
El mejor marzo de la historia
Los despachos de cemento de marzo quebraron un récord y las firmas del sector hasta se animaron a calificarlo como “el mejor marzo de la historia”.Después de un febrero débil, en marzo se reactivaron los motivos para celebrar: los despachos habían subido un 15,5% interanualmente y un 28,7% contra febrero. El avance fue motorizado por la venta a granel, con el Estado como principal comprador.
Por otro lado, se espera que los planes de vivienda impacten en venta de cemento en bolsa a partir de los próximos meses.
Fundamentalmente, en el sector confían en el empuje que el Gobierno le imprimió a la obra pública.
Según la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland, el en marzo se despacharon 1.032.119 toneladas de cemento, por encima de las 979.452 toneladas registradas en el mismo período de 2015. Este había sido el “récord” para un mes de marzo, de acuerdo a los registros de la cámara. Entre marzo de 2012 y marzo 2016 nunca se había cruzado la frontera del millón de toneladas.
Gracias al empuje de marzo, el acumulado del primer trimestre de 2017 avanzó 6,2% en comparación con los despachos registrados en los primeros tres meses de 2016, un panorama que continuó con la misma tendencia en abril (respecto al año pasado, en el primer cuatrimestre se llevan despachados 240 mil toneladas de más).
El repunte del sector –según indican las empresas– se debe gracias a la demanda del cemento a granel, cuyo principal comprador es el Estado para la obra pública, seguido más atrás por las grandes obras privadas.
Por su parte, el cemento en bolsa no está creciendo a las mismas tasas, lo que demuestra el gran impacto que tiene la demanda estatal.
No obstante, esta modalidad podría mostrar mejores números si el plan de construir 100.000 viviendas que anunció el Gobierno recientemente impacta en el corto plazo en la actividad privada.
En marzo de 2017 la producción metalúrgica se contrajo 4,9% interanual, alcanzando en el acumulado del año una caída de 5% en relación al mismo período del año anterior, según detalla un informe de la cámara sectorial.