Caputo en Wall Street: ante inversores preocupados, insistió que el plan económico es sustentable

Viaje de urgencia a Wall Street: el Gobierno insiste en que el plan económico es sustentable y trata de calmar a inversores preocupados
ECONOMÍA - 09 de Marzo, 2018

La fortísima tormenta de nieve que azotó Nueva York, el miércoles, no estaba en los planes y obligó a Luis Caputo a tomar recaudos para llegar a horario a las reuniones con los inversores.

Los encuentros se habían pautado con poco tiempo y -típico en estos casos-, las citas se enlazan unas con otras prácticamente sin espacio para el relax. Lo menos conveniente en medio de semejante tempestad.

Una a favor del ministro es que conoce bien a sus interlocutores. Varios de ellos, incluso, se dirigen a él por su apodo: "Toto".

El viaje del titular de Finanzas, quien llegó a Nueva York junto con el secretario del área, Santiago Bausili, fue para transmitir, básicamente, un solo mensaje: "En Argentina no pasa nada que deba atemorizarlos".

A diferencia de otras visitas a Wall Street, esta vez, Caputo no fue a "pasar la gorra". Tuvo como misión llevar tranquilidad a los principales inversores en bonos argentinos. Y a testear, in situ, el sentimiento de esos grandes operadores hacia el país.

En las últimas semanas, los papeles de deuda argentinos fueron los más castigados de la región.

El índice de "riesgo país", elaborado por el JP Morgan, muestra la peor performance en el arranque del año. Se ubica cerca de los 400 puntos básicos, muy por encima del de Brasil, Colombia, Uruguay o México.

El indicador escaló 13%, a contramano de la estabilidad observada en el mundo emergente, para el que se registra un descenso promedio del 1,5%.

Caputo les dijo a los inversores que considera "exagerado" ese castigo. Y que "nada cambió" en la política económica como para merecer ese repudio de parte del mercado.

El ministro, primero, trazó un panorama político, que muestra a Mauricio Macri fortalecido frente a la sociedad tras las elecciones de medio término. Y que, justamente, el Presidente es el garante de la sustentabilidad del programa económico argentino.

Acto seguido, les aseguró que el Gobierno logrará un sobrecumplimiento de la meta fiscal de este año. Es decir, que se cumplirá con el plan de reducción del gasto público (y más). Una promesa que suele endulzar los oídos de los financistas ya que tiene una directa relación con la capacidad de pago de la deuda.

Para fortalecer su posición, Caputo expuso los últimos resultados fiscales, que demuestran un superávit primario de las cuentas públicas. Y que ese resultado se logró gracias a la fuerte reducción de subsidios, para lo cual el Presidente cuenta con el suficiente respaldo.

Preocupaciones de inversoresLos inversores suelen ponderar la habilidad política de Macri para ganar espacios en la vida política del país. Algunos volvieron a refrendar esa confianza en estas reuniones de Nueva York.

Sin embargo, los financistas sacaron una lista con las preocupaciones que no logran ser disipadas por la capacidad política del Presidente.

Al tope del ranking figura la "independencia del Banco Central". Varios de ellos plantearon que el último 28 de diciembre, el Gobierno cambió reglas no escritas, y que inquietó a quienes, en definitiva, financian al país.

Básicamente, la referencia es a la modificación de la meta inflacionaria que había anunciado Federico Sturzenegger para 2018.

A la vista de Wall Street, se trató de una injerencia directa de la Casa Rosada en el ámbito del BCRA, y que tuvo un rápido impacto en variables claves de la economía.

La mayor tolerancia hacia la inflación indujo una rebaja en las tasas de interés -algo buscado por el Gobierno- y en un salto del tipo de cambio, con el cual ahora el Banco Central está lidiando para que no se escape más de la cuenta.

Caputo, uno de los que trabajó dentro del Gobierno para lograr una baja en el costo del dinero, defendió la postura oficial. Y negó cualquier interferencia con la labor de Federico Sturzenegger.

Los interlocutores del ministro se mostraron desencantados con los resultados de la política anti-inflacionaria. Preferían la posición más dura que hasta hace unos meses mostraba Sturzenegger.

El cambio se ve reflejado en la mayor expectativa inflacionaria que tienen tanto las consultoras de la City como los bancos de Wall Street.

Asimismo, le deslizaron a Caputo que esas inconsistencias se plasmaron en la caída en los precios de los bonos de la deuda pública. Y que, en definitiva, ese escenario puede golpear el nivel de crecimiento para este año.

Al respecto, Caputo mantuvo la perspectiva de un repunte del PBI del 3,5% para 2018, y aseguró que el impacto de la sequía que sufre el país será moderado. En el Palacio de Hacienda reconocen que la merma en la expansión anual será, como mucho, de medio punto del PBI.

La pauta de crecimiento será clave este año ya que, con una buena cifra, Macri podría demostrar que conduce al país por el camino correcto y, de esa manera, que puede encarar con más chance la reelección en 2019.

A diferencia de otras veces, Caputo no fue a Wall Street a testear el apetito del mercado por nuevas emisiones de títulos de la deuda. En enero, el ministerio de Finanzas emitió nada menos que u$s9.000 millones, la tercera parte de lo que necesita para todo el año.

El Gobierno organizó esa colocación advertido de que se venían momentos más tensos en el escenario internacional. Una fuente de primera línea de la Casa Rosada se congratulaba por aquella decisión: "Si hubiésemos esperado, habríamos pagado más caro", dice.

No obstante, también en off the record, otra voz oficial admite que esa masiva emisión puede estar relacionada con el castigo de los precios, ya que el mercado todavía está digiriendo esa colocación.

Al respecto, Caputo deslizó algo que días atrás reveló iProfesional: que quiere cambiar la matriz del fondeo externo por más emisiones en la plaza doméstica. El ministro asegura que es la única manera de que la deuda sea sustentable en el tiempo.

Por lo pronto, y a diferencia del miércoles, ayer en Nueva York volvió a salir el sol. Hubo menos viento frío y la temperatura estuvo agradable. Justo lo que necesita la Argentina para su panorama financiero.

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