MERCADO CAMBIARIO

¿Pasó la tormenta?: pese al dólar estable, la City sigue atenta los próximos test del Gobierno

El equipo económico confía en que hubo un overshooting y que el nuevo tipo de cambio será más defendible. Aun así hay nervios por los vencimientos de deuda
ECONOMÍA - 11 de Septiembre, 2018

Ya pasó cuando el dólar se estacionó en $25, en el marco del anuncio del acuerdo con el FMI; también cuando tocó $28, momento en que ingresó el préstamo; también cuando saltó a $30. Y ahora vuelve a ocurrir.

En cada escalón, el Gobierno siempre tuvo la esperanza de que, pasado el sacudón, se alcanzaría un tipo de cambio de equilibrio. Pero la realidad le terminó demostrando que no era así.

Es por eso que la actual calma que transmiten los funcionarios (que en sus declaraciones insinúan que ahora sí puede darse por concluida la corrida), dejan en el mercado una inevitable sensación de "deja vu".

Por lo pronto, ya se instaló el interrogante sobre si hay motivos sólidos de fondo como para pensar que esta vez se alcanzó el equilibrio cambiario.

¿La tranquilidad de las últimas jornadas da lugar para la ilusión? ¿O será, una vez más, otra escala con pasaje abierto hacia el próximo salto del dólar?

Por lo pronto, muchos en la City recuerdan un antecedente inquietante: en julio la cotización también había bajado y, sin embargo, lejos de ser el final de la crisis fue una especie de pre-anuncio de la tormenta que se iba a desatar semanas más tarde.

Para los funcionarios, la diferencia entre esos momentos anteriores y el actual es que ahora se pasó el punto del "overshooting".

Así se llama en la jerga de los economistas a la sobrerreacción causada por el pánico, que hace que el dólar escale por encima de su valor de equilibrio para luego reacomodarse en un nivel inferior.

Y así lo insinuó el presidente del Banco Central, Luis Caputo, cuando la divisa coqueteó con los $40: "Es un nivel exagerado. Estamos con un tipo de cambio real equivalente al de 2003, y eso es una señal. A veces los mercados exageran. Pero también hay una lógica que en algún momento pasa a prevalecer".

Sus afirmaciones son compartidas por varios economistas quienes, tras analizar el dólar histórico y la evolución del tipo de cambio multilateral, afirman que un valor "adecuado" debe rondar los $37.

Claro que es difícil vencer el escepticismo luego de tantos desencantos como los que tuvieron lugar en meses previos. Quienes se preguntan por qué esta nueva cotización debiera ser la definitiva centran sus dudas en los "test" que el Gobierno aún debe sortear para recuperar la confianza.

Sobre todo, por los masivos vencimientos de deuda que en los próximos días deberán enfrentar, respectivamente, la Tesorería y el Banco Central.

Las alertas y el documento del FMI

El propio presidente Macri suele mostrarse cauto en los encuentros con sus ministros.

Si bien en público se lo nota más relajado que hace una semana, no deja de admitir: "Si ya debimos afrontar seis tormentas, no sea cosa que venga la séptima".

A la hora de los argumentos a favor de estabilidad, resulta evidente que no es lo mismo defender una paridad de $25, o incluso de $30, que una de $40.

Básicamente, a raíz de que hay menos inversores dispuestos a apostar en contra del Banco Central al ver que el dólar ya acumula un repunte del 100% en lo que va del año.

El hecho de que el BCRA no tuviera que gastar reservas en las últimas jornadas y aun así la cotización fue para abajo, fue clave para engordar las expectativas positivas.

Con todo, Caputo admite: "Hubo inversores que jugaron en contra. Desde bancos, algunos europeos, a importantes fondos. Es parte de las reglas de juego".

Para el pronóstico del dólar, seis indicadores

1. - Bonos

Hay distintas variables que los inversores irán monitoreando en las próximas semanas. Y de su evolución surgirá si el actual precio del dólar es consistente. 

Algunas son de seguimiento diario, como la cotización de los bonos argentinos.

Desde muy temprano, los financistas siguen los precios en Wall Street, ya que suelen anticipar el humor del mercado del resto de la jornada.

Si bien -para la situación actual- el día a día es relevante, los inversores además están muy atentos a otros parámetros, por ser los que marcan tendencias de corto y mediano plazo.

2. - Depósitos

Uno de ellos es la evolución de los depósitos en dólares. En las cuentas a la vista, los argentinos poseen unos u$s28.000 millones.

Si bien se trata de un nivel récord, al mercado no se le escapa que en la última semana se fueron de los bancos alrededor de u$s1.000 millones.

Si bien es un monto muy bajo como para poner en riesgo la extraordinaria robustez del sistema financiero, siempre la salida de dólares es seguida de cerca porque, de profundizarse, puede marcar el inicio de problemas más graves. El fantasma del contagio de la corrida cambiaria a una crisis bancaria existe. De hecho, ha sido uno de los pilares argumentativos de Nicolás Dujovne en Washington.

Contrariamente a lo que piensa el staff del Fondo, el ministro planteó que en una economía bimonetaria, como la argentina, un salto del dólar muy pronunciado puede generar shocks gravísimos. Y que no era cuestión de seguir probando con la flotación libre.

A diferencia de la primera negociación, hay indicios de que, esta vez sí, el FMI se convenció de que los funcionarios argentinos deben contar con un mayor margen de maniobra para mostrar "poder de fuego" ante una eventual corrida.

Hasta ahora, el Gobierno quedó en una encerrona: acudió al organismo para evitar que el dólar se fuera más allá de los $25 y al final se le disparó hasta cerca de los $40.

Para peor, siguió perdiendo reservas, el país contrajo una mayor deuda y una serie de condicionalidades que deberá cumplimentar.

La cuestión ya había sido alertada por economistas, como Daniel Marx, quienes desde un principio desaconsejaron el regreso al FMI.

3. - Reservas

El nivel de reservas es otro de los indicadores que han pasado a formar parte de las "alertas tempranas", ya que refleja el nivel de intervención oficial para contener la cotización.

También, advierte sobre si los depositantes sacan sus billetes verdes de los bancos en pleno proceso de dolarización de ahorros.

El economista Miguel Ángel Broda estima que, de los u$s51.000 millones que difunde el BCRA, sólo u$s16.000 millones son tenencias netas.

El escenario, cuanto menos, es preocupante.

4.- Lebac

Por lo pronto, todas las miradas están puestas en la renovación de Lebac y de Letes de la semana que viene.

Se trata del primer gran test en medio de la negociación del nuevo acuerdo con el Fondo.

El desafío es mayúsculo: el martes 18 vencen $436.400 millones de Lebac, y unos $627.000 millones de aquí a fin de año. De ese total, los bancos sólo poseen la cuarta parte. El resto está en manos de otros inversores, que podrían pasarse a dólares presionando al alza su precio.

Es por eso que el Gobierno negocia en Washington la posibilidad de que el FMI acerque en este segundo acuerdo los dólares que sean necesarios como para llevar tranquilidad a los tenedores de Lebac.

Según Melconian, ese "mangazo" podría ascender a u$s6.000 millones. Aproximadamente la mitad del stock de Lebac que vencen antes de fin de año y que están en manos de inversores no bancarios.

Por lo pronto, sugiere Melconian, si en el próximo vencimiento se registra un comportamiento similar al último, el BCRA precisará entre u$s2.500 y u$s3.000 millones para hacer frente a la dolarización.

Por eso mismo, sería más que importante que los funcionarios alcancen un preacuerdo antes de ese "dead line".

5.- Letes

No sólo los que ocurra con las Lebac quedará bajo la lupa de los financistas. También lo que suceda con las Letes (en dólares), por la alta exigencia que conllevan estos compromisos.La semana que viene vencen u$s2.051 millones. Dentro de un mes, otros u$s1.849. Hasta fin de año, la friolera de u$s7.447 millones.

El Gobierno no lo aclaró, pero lo más seguro es que el nuevo acuerdo incluya algún tipo de solución para las Letes.

La última vez, el Tesoro logró renovar el 90% a una tasa anual del 5,25%. Pero, desde entonces, el escenario cambió por completo: el dólar saltó de $32 a $38 y además subieron los tipos de interés.

Algunos bancos internacionales estimaron que el Gobierno se vería forzado a pagar un costo del 8% anual (en dólares), un nivel muy elevado.

Dada esta tensión, esta operación se ha convertido en otra de las alertas más sensibles de corto plazo.

6. Dolarización

La última luz del tablero de control es el nivel de dolarización:

- Promedió los u$s1.850 millones mensuales entre enero 2017 y febrero 2018 (es decir, en los 14 meses previos a la crisis). Luego saltó bien por arriba de los u$s2.000 millones

- En marzo de este año subió a u$s2.447 millones

- En abril, a u$s2.095 millones

- En mayo (inicio de la crisis), a un récord de u$s4.290 millones

- En junio, a u$s2.877 millones

- En julio, a u$s3.023 millones

De acuerdo con estimaciones de consultoras brindadas a iProfesional, el nivel de agosto resultó similar a la del mes anterior (el informe oficial se conocerá el próximo martes 25)."Si la gente no deja de comprar dólares, se hará difícil dejar atrás la crisis", vaticina Melconian.

Se trata del gran desafío estructural que tiene la economía argentina. Que de por sí ya tiene un calendario de alertas muy pero muy exigente.

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